Trabajo endurecer¨¢ el reagrupamiento familiar

Pedimos trabajadores y llegaron seres humanos, se sorprendi¨® el sabio. Aquellos seres humanos trajeron a otros seres humanos: a sus esposas, a sus hijos, a sus padres... S¨®lo desde enero de 2005 hasta el pasado abril, Espa?a ha concedido permisos de residencia a 252.722 familiares de inmigrantes. Su n¨²mero ha aumentado a?o tras a?o de forma exponencial.

Ahora, el Ministerio de Trabajo e Inmigraci¨®n se plantea contener ese flujo. Para ello, estudia excluir del n¨²cleo familiar con derecho a la reagrupaci¨®n a los ascendientes de los extranjeros. Esto es: a sus padres y a sus suegros. Caso de salir adelante, esa restricci¨®n ser¨ªa incluida en la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, prevista para el ¨²ltimo trimestre del a?o.

La restricci¨®n ser¨ªa incluida a finales de a?o en la Ley de Extranjer¨ªa

Ahora mismo, la ley -y el Reglamento que la desarrolla- consideran reagrupables a los siguientes familiares del inmigrante: su c¨®nyuge; sus hijos o los de su c¨®nyuge -incluidos los adoptados-, siempre que sean menores de 18 a?os o est¨¦n incapacitados; los menores o incapacitados bajo su tutela, y sus ascendientes o los de su c¨®nyuge.

El pol¨¦mico proyecto de nueva directiva de integraci¨®n que est¨¢ a punto de aprobarse en Bruselas no ser¨ªa obst¨¢culo para la exclusi¨®n de los ascendientes de los beneficios de la reagrupaci¨®n familiar. Ese documento s¨®lo obliga a la reagrupaci¨®n de c¨®nyuges e hijos, mientras deja a la discrecionalidad de cada Estado la de los padres y los suegros.

El ministro de Trabajo e Inmigraci¨®n, Celestino Corbacho, ha declarado a EL PA?S: "Hay un n¨²cleo familiar que no es refutable: el matrimonio y los hijos menores de 18 a?os. Todo lo dem¨¢s es discutible". "Todo lo dem¨¢s" se refiere, fundamentalmente, los padres y los suegros.

Corbacho considera que, en ocasiones, "la familia puede ser muy amplia", sobre todo "en relaci¨®n con los servicios que puede ofrecer el Estado de bienestar".

En otras palabras: la llegada a Espa?a de un contingente cada vez mayor de personas de edad avanzada que no trabajan y tampoco contribuyen a las arcas de la Seguridad Social y que, en cambio, son grandes consumidores del sistema de salud puede ser una carga demasiado gravosa para el sistema. Especialmente, en una situaci¨®n de crisis econ¨®mica como la presente.

El ministro insiste en que carece de "un criterio previo" sobre el recorte de la reagrupaci¨®n familiar. Pero est¨¢ dispuesto a "abrir un proceso de reflexi¨®n", con vistas a obtener "un consenso lo m¨¢s amplio posible".

Ese consenso -si es que lo hay- deber¨¢ ser alcanzado durante el verano. Corbacho dice detestar la inestabilidad provocada por la frecuencia de cambios legales -y la Ley de Extranjer¨ªa ha sufrido unos cuantos-. Por eso quiere aprovechar la ocasi¨®n que le brindar¨¢, en oto?o, la reforma de esa norma que el Parlamento deber¨¢ abordar obligatoriamente para adaptarla a las nuevas directivas de la Uni¨®n Europea y a la sentencia del Tribunal Constitucional que, a finales del a?o pasado, ech¨® por tierra varios de los preceptos que hab¨ªa incluido en ella el ¨²ltimo Gobierno del PP. De hecho, el ministro plantear¨¢ su propuesta de "reflexi¨®n" a la comisi¨®n sectorial de Inmigraci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, que tiene previsto reunirse el pr¨®ximo 9 o 10 de julio.

En esa invitaci¨®n a la reflexi¨®n, Corbacho incluir¨¢ otro asunto: la conveniencia de que la reagrupaci¨®n familiar de los menores en edad escolar se produzca obligatoriamente a principios de curso. El ministro opina que la llegada de esos muchachos a lo largo de los 365 d¨ªas del a?o genera una fuerte presi¨®n sobre la escuela, que debe adaptarse, mal que bien, a continuas incorporaciones. "Viv¨ª ese problema en L'Hospitalet cuando era alcalde", argumenta, "y creo que merece la pena intentar articular una soluci¨®n, de acuerdo con la comunidad educativa".

Hay todav¨ªa un tercer aspecto que Corbacho est¨¢ completamente decidido a incluir en la reforma de la ley: conceder permiso de trabajo a los menores reagrupados que tengan entre 16 y 18 a?os; es decir, que hayan superado la edad tope de la educaci¨®n obligatoria. De esa manera podr¨¢n incorporarse a cursos de formaci¨®n profesional o ingresar directamente en el mercado laboral.