Transici¨®n traum¨¢tica

La selecci¨®n griega vive una transici¨®n dif¨ªcil. Despu¨¦s de alcanzar el mayor ¨¦xito de su historia conquistando la Eurocopa de Portugal, en 2004, el equipo ha ido en picado. Fue eliminada en la primera fase del Mundial y volvi¨® a ser eliminada en el segundo partido del torneo de Austria y Suiza. El seleccionador, el alem¨¢n Otto Rehaggel, asegura haber iniciado una renovaci¨®n generacional con la mira puesta en el Mundial de Sur¨¢frica 2010. El campeonato de los Alpes se present¨® como un campo de pruebas para un grupo de chicos que est¨¢ haciendo un curso acelerado de introducci¨®n al fracaso. Para los veteranos, supone una criba general. Dellas, Nikopolidis, Karagounis y Basinas, algunos de los h¨¦roes de 2004, asistir¨¢n hoy, algunos desde la grada, a su ¨²ltimo partido con la selecci¨®n.

La situaci¨®n interna es complicada. Ayer, el presidente de la federaci¨®n, Vassilis Gagastis, lleg¨® a las manos con unos periodistas. Impera la tensi¨®n. El ex internacional Vassilis Tsartas, campe¨®n en Portugal, ech¨® sal en la herida en una radio ayer por la tarde: "Para m¨ª, despu¨¦s de 2004, Rehaggel ha cambiado. Ha perdido la fortaleza que ten¨ªa en Portugal. El motivo es que antes de la fase final de 2004 ninguno de los jugadores se sent¨ªa seguro de su puesto en el equipo. Despu¨¦s se ha perdido la voluntad de los jugadores por luchar por un puesto. El mensaje de Rehaggel deber¨ªa ser: 'Demu¨¦strenme que merecen jugar'. Esto no ha sido as¨ª. Los jugadores quieren el bien del equipo, pero la qu¨ªmica no ha sido buena. Por esto los resultados en el Europeo han sido negativos".

Perdido el car¨¢cter, Grecia ya no tiene casi nada. Queda el esquema ultraconservador de Rehaggel. Los veteranos ya no creen en el plan. Es el turno de una nueva hornada, compuesta principalmente de hombres de banda: los laterales Vindra y Spiropoulos y los extremos Samaras y Salpiggidis.