Berlusconi busca la impunidad legal en Italia
El primer ministro anuncia una ley que impedir¨¢ juzgar a las altas autoridades
Tras un mes de luna de miel con los italianos, un ¨ªndice de popularidad del 68%, mucho di¨¢logo con la oposici¨®n e iniciativas legislativas (basuras, inmigraci¨®n, seguridad ciudadana...) dise?adas para cultivar su nueva imagen de estadista, Silvio Berlusconi vuelve a sus esencias. En s¨®lo 24 horas, desencadena una ofensiva contra jueces y fiscales, presenta decretos para bloquear los procesos en los que est¨¢ imputado, irrita al presidente de la Rep¨²blica, escandaliza a la oposici¨®n y es acusado de legislar para s¨ª mismo violando la separaci¨®n de poderes.
Los abogados del jefe de Gobierno recusan a la juez del 'caso Mills'
Tras mandar al Senado dos enmiendas que paralizar¨¢n durante un a?o los procesos de los delitos cometidos antes de 2002, fecha que cubre aquellos en los que ¨¦l est¨¢ imputado, Berlusconi ha enviado una carta abierta al presidente del Senado donde acusa a los "magistrados de extrema izquierda" de "inventar acusaciones fantasiosas" contra ¨¦l, y en la que anuncia que est¨¢ ultimando una ley, versi¨®n mejorada de otra declarada inconstitucional en 2004 (la llamada lodo Shifani), que impedir¨¢ juzgar a las cinco m¨¢s altas autoridades del Estado mientras est¨¦n en activo.
Pero el ataque no se queda ah¨ª. En su carta, Berlusconi escribe que el decreto ha sido "pensado por el bien de toda la colectividad", aunque admite que paralizar¨¢ "uno entre tantos procesos intentados contra m¨ª". Se refiere al caso Mills, y acusa a la juez y al fiscal de "usar la justicia con fines medi¨¢ticos y pol¨ªticos", y de "estar supinamente inclinados a la tesis acusatoria". Ayer, sus abogados recusaron a la presidenta del tribunal milan¨¦s, Nicoletta Gandus.
En el centro del proceso contra Berlusconi est¨¢ la acusaci¨®n de haber ordenado el pago de 600.000 d¨®lares (unos 387.000 euros) al abogado ingl¨¦s David Mills como recompensa por no revelar, durante dos juicios en los que particip¨® en calidad de testigo, informaciones sobre dos empresas off-shore de Mediaset, abiertas seg¨²n la fiscal¨ªa para lavar dinero negro.
El clima de concordia queda hecho trizas. En el Senado, la oposici¨®n monta la primera bronca de la legislatura. Algunos portan carteles: "Impunidad para el primer ministro, tolerancia cero para los dem¨¢s". Hay abucheos, y decenas de peticiones de palabra para obstruir la aprobaci¨®n del decreto que incluye las enmiendas salva-Berlusconi.
El Partido Democr¨¢tico, la Uni¨®n de los Dem¨®cratas Cristianos e Italia de los Valores aparecen unidos por primera vez. Antonio di Pietro declara que "Berlusconi est¨¢ desplegando una estrategia criminal". El Partido Democr¨¢tico habla de "golpe de mano" y la Asociaci¨®n Nacional de Magistrados le acusa de "denigrar y deslegitimar a los jueces".
En el Quirinal, el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, deja traslucir su indignaci¨®n por el env¨ªo al Parlamento, sin consultarle, de las medidas para congelar los juicios. "Si hubieran estado en el decreto que me ense?aron, no lo habr¨ªa firmado", declara. El conflicto institucional est¨¢ servido.
Las medidas m¨¢s pol¨¦micas
- Escuchas judiciales. Los jueces no podr¨¢n realizar pinchazos para investigar los delitos penados con menos de 10 a?os de c¨¢rcel. Desaparecen las escuchas para cr¨ªmenes econ¨®micos, financieros y empresariales.
- Juicios. Los jueces deben dar prioridad a las causas penadas con cadena perpetua o m¨¢s de 10 a?os, y se suspenden por un a?o los procesos relativos a hechos anteriores al 30 de junio de 2002.
- Inmigraci¨®n. Ser un inmigrante ilegal constituir¨¢ una agravante cuando se haya cometido un delito.
- Patrullas en las calles. Despliegue de 3.000 soldados en 10 ciudades durante seis meses prorrogables a un a?o.
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