Todorov, una conciencia europea
El pensador y semi¨®logo obtiene el Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales - "La proximidad de los otros es una fuente de beneficios", dijo ayer en Yuste
Al mismo tiempo, o casi, que Tzvetan Todorov (Sof¨ªa, Bulgaria, 1939) reflexionaba sobre Europa en el monasterio de Yuste, los cables de las agencias anunciaban que hab¨ªa obtenido el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. El pensador hablaba all¨ª en nombre de los nuevos miembros de la Academia Europea de Yuste, en una ceremonia en la que, adem¨¢s, se entreg¨® el Premio Europa Carlos V 2008 a Simone Veil, la pol¨ªtica francesa que padeci¨® en carne propia el horror de Auschwitz y que luego se convirti¨® en una entusiasta embajadora de la unidad del viejo (y machacado) continente.
Al mismo tiempo, o casi, que Tzvetan Todorov (Sof¨ªa, Bulgaria, 1939) reflexionaba sobre Europa en el monasterio de Yuste, los cables de las agencias anunciaban que hab¨ªa obtenido el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. El pensador hablaba all¨ª en nombre de los nuevos miembros de la Academia Europea de Yuste, en una ceremonia en la que, adem¨¢s, se entreg¨® el Premio Europa Carlos V 2008 a Simone Veil, la pol¨ªtica francesa que padeci¨® en carne propia el horror de Auschwitz y que luego se convirti¨® en una entusiasta embajadora de la unidad del viejo (y machacado) continente.
El protagonismo de la cita era por tanto suyo, y as¨ª lo entendi¨® Todorov, que con extrema elegancia se neg¨® a hacer el m¨ªnimo comentario sobre su premio. Acosado, presionado, casi arrinconado contra las cuerdas, s¨®lo atin¨® a decir "?Wonderful!" en el c¨®ctel que se celebr¨® poco despu¨¦s de que el rey Juan Carlos, que estuvo acompa?ado por do?a Sof¨ªa, entregara el galard¨®n a Simone Veil.
"La identidad espiritual de Europa no conduce a borrar las culturas particulares ni las memorias locales". "La existencia de distintos Estados de un tama?o comparable impide la instauraci¨®n de un imperio o de un poder centralizado". "La identidad europea se basa en la renuncia a la violencia". "La proximidad de los otros no s¨®lo no es ya una amenaza, sino que se convierte en una fuente de beneficios". "El pluralismo de los or¨ªgenes y la apertura a los otros se convirtieron en la marca de Europa". He ah¨ª unas cuantas migajas del discurso de Todorov en Yuste. Un discurso donde, en los delicados momentos que pasa este continente tras la victoria del no al Tratado de Lisboa en el refer¨¦ndum de Irlanda, volvi¨® a celebrar la vocaci¨®n de libertad, paz, pluralismo y concordia de la vieja Europa, m¨¢s all¨¢ de esas "muchas otras caracter¨ªsticas de su historia" que no fueron "siempre gloriosas".
La trayectoria de Tzvetan Todorov tiene mucho que ver con esa batalla por una Europa abierta y diversa. De ni?o, y desde las afueras de Sof¨ªa donde estaba refugiado, ve¨ªa c¨®mo las bombas ca¨ªan sobre la ciudad en uno m¨¢s de los lamentables episodios de la II Guerra Mundial. Creci¨® en el ambiente gris que impuso la burocracia comunista en Bulgaria y, a finales de los cincuenta, sali¨® disparado hacia Par¨ªs para seguir profundizando en los estudios de filosof¨ªa del lenguaje que hab¨ªa iniciado. Conoci¨® a Gerard Genette, que lo llev¨® a Barthes y de ah¨ª pas¨® al grupo de los estructuralistas. Se integr¨® bien. Tanto que en 1963 se nacionaliz¨® franc¨¦s, abandon¨® un tanto sus estudios ling¨¹¨ªsticos y salt¨® a la historia. Profundizar en Hern¨¢n Cort¨¦s le abri¨® las puertas para que su curiosidad lo guiara en la aventura de explorar las m¨¢s diversas materias y cuestiones.
Ayer, el jurado del Premio Pr¨ªncipe de Asturias destac¨® en Oviedo, informa Javier Cuartas, el alcance de su inmensa obra intelectual y destac¨® su contribuci¨®n (con "sabidur¨ªa y erudici¨®n") a la superaci¨®n de fronteras y a la b¨²squeda de puntos de encuentro, al entendimiento entre culturas y a la defensa de "los ideales de libertad, igualdad e integraci¨®n" que son los que deben alimentar el "esp¨ªritu de la unidad de Europa" (de modo particular, la del este con el oeste).
Un b¨²lgaro que se convierte en franc¨¦s, un europeo que se abre a las culturas m¨¢s diversas. Todorov, con sus desordenados cabellos blancos, sus gafas y ese aire de ir d¨¢ndole vueltas a los asuntos m¨¢s remotos para traerlos al presente, est¨¢ casado con la novelista Nancy Huston y tiene tres hijos. Presume de hombre tranquilo y de haber tenido el mayor de los ¨¦xitos: poder dedicarse a lo que quiere. Desde 1987 dirige el Centro de Investigaciones sobre las Artes y el Lenguaje del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS). Sus obligaciones no son otras que leer y escribir. A las librer¨ªas espa?olas han llegado recientemente varios t¨ªtulos (todos en Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores) que revelan su rigor, la transparencia de sus argumentos y la vastedad de sus intereses. Hay un libro sobre la pintura flamenca del Renacimiento y otro sobre Oscar Wilde, Rainer Maria Rilke y Marina Tsviet¨¢ieva (Los aventureros del absoluto), entre otros. El ¨²ltimo en aparecer ha sido El esp¨ªritu de la Ilustraci¨®n, y en octubre llegar¨¢ El miedo a los b¨¢rbaros.
En su discurso de Yuste, Todorov se acord¨® de Herodoto, que dec¨ªa que Europa, la hija del rey Agenor de Fenicia, fue raptada por los griegos de Creta. De origen extranjero, inmigrante involuntaria, la joven habit¨® en la periferia, "lejos del centro de las tierras, en una isla". Y concluy¨®: "Los cretenses la convierten en su reina; los europeos en su s¨ªmbolo"."La identidad europea se basa en la renuncia a la violencia"
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