Blair se escora hacia Israel
El mediador internacional entre palestinos e israel¨ªes minimiza los escollos para la paz tras un a?o en el cargo
Abandonaban los fieles una mezquita de Jerusal¨¦n Este y se toparon con Tony Blair. "Est¨¢ usted loco por aceptar ese trabajo", le dijo de buen talante un ¨¢rabe. El representante del Cuarteto (Naciones Unidas, EE UU, Rusia y UE) cumple un a?o en su labor de mediaci¨®n entre israel¨ªes y palestinos. Una misi¨®n -impulsar proyectos econ¨®micos en Cisjordania para mejorar la vida cotidiana de los palestinos- que ha frustrado a los m¨¢s tenaces. Blair, no obstante, se declara "optimista a largo plazo" y derrocha pasi¨®n en sus palabras, que reflejan cierto sesgo hacia las tesis israel¨ªes.
"Est¨¢ usted loco por aceptar ese trabajo", le dice de buen talante un ¨¢rabe
Los civiles que han sufrido el lanzamiento de cohetes desde Gaza y la necesidad de que el Gobierno palestino cuente en la Cisjordania ocupada con una polic¨ªa capaz de garantizar la seguridad del Estado sionista salen a relucir con frecuencia. "Hay que entender su psicolog¨ªa. Los israel¨ªes dicen: 'Perdimos el control de Gaza y tememos perder el de Cisjordania", explica Blair. "No defiendo las posiciones israel¨ªes", a?ade, "pero si la violencia desapareciera en Gaza, la situaci¨®n cambiar¨ªa significativamente en meses", comenta en una reuni¨®n con corresponsales extranjeros en sus oficinas de Jerusal¨¦n, tres horas despu¨¦s de entrar en vigor la tregua en Gaza, el pasado jueves. Es, justamente, la tesis israel¨ª.
A su juicio, no ha lugar para el "injustificado optimismo ni el deprimente pesimismo, mucho m¨¢s extendido". "La econom¨ªa de Cisjordania", explica, "est¨¢ creciendo. En el proceso pol¨ªtico entre palestinos e israel¨ªes se discuten los asuntos fundamentales. Hay alto el fuego en Gaza. Es demasiado pronto para saber c¨®mo resultar¨¢. Pero creo que hay un deseo por parte de Israel de lograr la paz".
Que el Gobierno de Ehud Olmert siga ampliando asentamientos y confiscando tierras no le desalienta. Minimiza los escollos. Ensalza los progresos, por nimios que sean. Se levanta y explica ante un enorme mapa la importancia para el desarrollo econ¨®mico del desmantelamiento de un control militar israel¨ª en la regi¨®n de Yen¨ªn. "En 2000 hab¨ªa una ausencia total de credibilidad hacia el proceso de paz. En el ¨²ltimo a?o, la din¨¢mica ha cambiado. Hay que dar pasos para que la credibilidad del proceso reviva", precisa.
El conocimiento del medio es vital. "Blair ve ahora el conflicto con otros ojos. Se ha metido a fondo en los detalles. Sabe lo que suponen los controles militares, las dificultades del d¨ªa a d¨ªa de los palestinos", precisa un miembro de su delegaci¨®n. Convencido de que "la moderaci¨®n genera progreso", Blair, que ha ejercido su influencia sobre Israel para que la tregua en Gaza sea efectiva, afronta un periodo complicado por el riesgo de que el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en que se halla implicado Olmert derive en una crisis pol¨ªtica que ralentice su labor.
Tras los pasos de Lawrence de Arabia
Diecis¨¦is habitaciones alquiladas por el cuarteto -Naciones Unidas, EE UU, Rusia y UE- en el hotel American Colony, ubicado en la mitad oriental de Jerusal¨¦n, junto a la l¨ªnea verde que separaba Israel de Jordania hasta 1967, sirven de cuartel general a Tony Blair. Lawrence de Arabia jugaba al f¨²tbol en su jard¨ªn. La bandera blanca que puso fin a la I Guerra Mundial y a tres siglos de dominio otomano sobre la ciudad se enarbol¨® desde este hotel, que ha hospedado a Churchill, Carter, Gorbachov... Blair ya tiene su placa entre los hu¨¦spedes ilustres.
Aqu¨ª viaja el ex primer ministro brit¨¢nico cada mes para permanecer una semana y reunirse con l¨ªderes israel¨ªes y palestinos. Jornadas agotadoras. "Se levanta a las 6.30. Hace ejercicio en el gimnasio, y, como ya no es jefe de Gobierno, no est¨¢ obsesionado con leer la prensa. Le encanta el caf¨¦ ¨¢rabe y el humus en el desayuno", comenta un miembro de su equipo, formado por 15 personas. "El trabajo", a?ade, "comienza a las 8.30. Pero todo es muy variable. Hay que organizar las reuniones con calzador. Aqu¨ª nada se confirma hasta el ¨²ltimo minuto".
Su vida gira en torno al American Colony, fundado como posada por cristianos estadounidenses en 1882. "Es complicado salir m¨¢s lejos", explica un colaborador. Desde que media en el conflicto, no ha pisado la ciudad vieja. "Ser¨ªa el caos. En un viaje a Yen¨ªn, una avalancha humana se nos ech¨® encima. Quer¨ªan tocarle. Traerle zumos. No nos gusta. Si no podemos movernos discretamente, preferimos no ir". As¨ª que Blair y sus ayudantes pugnan por pasar inadvertidos. A menudo se presentan sin previo aviso en modestos restaurantes de la Jerusal¨¦n ¨¢rabe. "Le reciben muy bien, pero si avisamos, se vuelven locos. Te sacan comida y t¨¦ hasta hartarte".
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