Un nombramiento con recelos

Emilio Valerio, l¨¢tigo durante 15 a?os de alcaldes corruptos y constructores hostiles con el medio ambiente, ha sido nombrado por el Consejo de Ministros teniente fiscal de la Audiencia de Madrid. Las paradojas de la vida han aupado a Valerio (50 a?os, licenciado en Ciencias Matem¨¢ticas y fiscal) a un puesto clave en la mayor fiscal¨ªa de Espa?a, con 250 fiscales.

Los ecologistas aplauden su etapa en la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente

Criticado por sus reos y aplaudido por los ecologistas, Valerio alcanza (por antig¨¹edad) el segundo puesto de mando de la jefatura de Madrid. Accede a ¨¦l en un momento de alta contestaci¨®n interna al plan de reestructuraci¨®n que ha impuesto, con el apoyo de Valerio, el nuevo fiscal jefe, Eduardo Esteban, un hombre de la cuerda del ministro de Justicia, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo.

Ex fiscal jefe de Madrid, Fern¨¢ndez Bermejo fue precisamente quien nombr¨® a Valerio fiscal de Medio Ambiente hace 15 a?os. Y tambi¨¦n era quien le supervisaba las querellas de mayor trascendencia y calado social que interpuso: por ejemplo, el caso de supuesta macrocorrupci¨®n urban¨ªstica de Alcorc¨®n. O la querella contra un ex alcalde del PP de Aranjuez, que acab¨® perdiendo las elecciones. O la que puso en la picota al ex alcalde socialista de Pinto.

Valerio sustituye en el cargo a Pedro Mart¨ªnez, ex teniente fiscal de Madrid hasta las pasadas navidades y el fiscal que ide¨® y dio cobertura legal a una unidad de la polic¨ªa local creada para combatir la siniestralidad laboral.

La llegada de Valerio a un puesto de mando de la fiscal¨ªa ha causado recelo en las alturas. Ni en la Fiscal¨ªa General ni en el Ministerio de Justicia era la persona querida para ese puesto. Se le ha sugerido incluso que pidiera un puesto en la fiscal¨ªa del Supremo. Pero Valerio ha preferido seguir a pie de calle y con responsabilidad sobre los fiscales subordinados. En Madrid hay muchos asuntos de gran trascendencia social e impacto pol¨ªtico, como el caso Guateque o el de la cl¨ªnica Isadora, por ejemplo.

Con gran dolor para ¨¦l, Valerio fue obligado el a?o pasado a dejar la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente, desde la que, seg¨²n los ecologistas, contribuy¨® a crear una cultura medioambiental que hasta su llegada no exist¨ªa en Madrid. Fue sustituido por otro fiscal con menos experiencia y recurri¨® su destituci¨®n.

Para que Valerio llegue a la tenencia fiscal de Madrid hay que remontarse al a?o pasado, cuando su mentor, el ministro Bermejo, modific¨® el estatuto del ministerio fiscal e imprimi¨® un cambio radical a la estructura de las fiscal¨ªas. Antes de la reforma, s¨®lo hab¨ªa un fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, y un teniente fiscal, Pedro Mart¨ªnez. La reforma desdobl¨® la fiscal¨ªa: cre¨® las figuras de fiscal jefe y teniente fiscal de la Comunidad (Moix sigui¨® como fiscal jefe de la Comunidad y Mart¨ªnez fue apartado, a pesar de que su cargo era vitalicio). Justicia cambi¨® la ley para poder hacerlo, y en lugar de Mart¨ªnez fue nombrado Carlos Ruiz. Esa misma reforma tambi¨¦n cre¨® las figuras de fiscal jefe de la Audiencia, que es donde realmente se controlan los asuntos judiciales, y la de teniente fiscal de la Audiencia.

Como fiscal jefe de la Audiencia fue nombrado un delf¨ªn de Bermejo, Eduardo Esteban. Quedaba, pues, por cubrir la plaza de teniente fiscal de la Audiencia. Seg¨²n la reforma, este puesto no es de libre designaci¨®n, sino que la ocupa el fiscal m¨¢s antiguo de la demarcaci¨®n. Cuando en Justicia y en la Fiscal¨ªa General han echado mano para cubrir la plaza de Madrid, resulta que el m¨¢s antiguo era Emilio Valerio, quien desde el s¨¢bado ya es, por ley, el segundo jefe de la Fiscal¨ªa de Madrid.