Una victoria de antemano
El f¨²tbol espa?ol ya ha encontrado cu¨¢l es la v¨ªa que le acerca al ¨¦xito, el molde del futuro
Hay trayectorias que marcan y la de la selecci¨®n espa?ola en esta Eurocopa le concede una victoria de antemano, previa incluso al dictado alem¨¢n. "Espa?a debe decidir si quiere ser toro o torero", proclam¨® en su d¨ªa C¨¦sar Luis Menotti. La muchachada de Luis ya ha resuelto la inc¨®gnita de forma torera. Espa?a, por fin, tiene un modelo en el que prevalece su mayor cualidad: la abundancia de jugadores diferentes, de futbolistas con registros inalcanzables para otras selecciones. Durante a?os y a?os hubo un especial empecinamiento por parte de los sucesivos seleccionadores por intentar que el equipo se pareciera a los dem¨¢s, a aquellos que parec¨ªan m¨¢s fiables, m¨¢s cibern¨¦ticos, m¨¢s forrados de m¨²sculos. Todo resultaba postizo, se echaba mano de cualquier pr¨®tesis.
Durante m¨¢s de 20 a?os, Espa?a ha desperdiciado la brillant¨ªsima ¨®pera prima de la quinta del Buitre, versionada hasta lo sublime por el dream team. La obra de Johan Cruyff tuvo un enorme calado, trascendi¨® al Bar?a. Su onda expansiva holandiz¨® al f¨²tbol espa?ol, le hizo refractario a las influencias del triunfante calcio y la machacona siderurgia alemana. Con su mayor sentido hedonista del juego y con el gusto por el mimo a la pelota, los clubes espa?oles comprobaron que pod¨ªan competir sin arrugarse con los italianos. Faltaba el despegue de la selecci¨®n, muchas veces impermeable al estilo de sus equipos, ya fuera porque a los entrenadores les pod¨ªa una vena conservadora, porque hab¨ªan estado becados en el f¨²tbol ingl¨¦s o porque se sent¨ªan obligados a alinear con f¨®rceps a tal o cual jugador de las dos grandes superpotencias, Madrid y Bar?a.
Luis, sin censuras previas, ha reclutado a un grupo de j¨®venes que comparten las mismas inquietudes por el juego, tienen una mirada fresca de la vida y siempre se dejan seducir por el bal¨®n. No son tan altos como los alemanes, ni tan p¨ªcaros como los italianos, ni regatean como los brasile?os, pero juegan al f¨²tbol de maravilla. No hay selecci¨®n que puede presumir de la cosm¨¦tica espa?ola, del juego largo de Xabi Alonso, del comp¨¢s de Xavi, la delicadeza de Iniesta, la ubicuidad de Senna, del extenso repertorio de Cesc o la pujanza de Silva. Estos jugones tambi¨¦n se ponen furiosos. En el semillero espa?ol no hay Mertesackers ni Hitzlspergers. Y hoy la distancia al podio es la misma para unos y otros.
Al margen del resultado en Viena, el f¨²tbol espa?ol ya ha encontrado cu¨¢l es la v¨ªa que le acerca al ¨¦xito, el molde que debe predominar en el futuro. Gane o pierda la final ese es el gran triunfo de Espa?a. Que nadie apague la luz en lo sucesivo. De los 23 convocados por Luis, tan s¨®lo cinco (Palop, Juanito, Puyol, Senna y Capdevila) han cruzado la barrera de los 30 a?os. El resto tiene carrete y su pr¨®ximo seleccionador, Vicente del Bosque, es de la misma escuela, lo que garantiza la continuidad de la obra de Luis. Con trofeo o sin ¨¦l, Espa?a ya se ha colgado una etiqueta y en Europa causa admiraci¨®n. Holanda s¨®lo ha conquistado una Eurocopa, pero su rastro siempre es adorable. Si Espa?a le supera hoy en el palmar¨¦s mejor a¨²n. Si no, vista al frente por el mismo camino.
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