Chavela Vargas y su perra Lola
Tras lanzar su tercer disco -Ni?a de fuego- en mayo, le espera un verano movido recorriendo Espa?a y media Europa: ma?ana act¨²a en Estepona; el 15 de julio, en A Coru?a, y los d¨ªas 16 y 18 estar¨¢ en los festivales de jazz de Vitoria y Montreux. Entre tanto vaiv¨¦n tiene tiempo para recordar una visita a M¨¦xico.
De ese viaje, ?qu¨¦ primer recuerdo se le viene a la cabeza?Recuerdo un pavo real precioso, enorme, que se posaba en mi ventana todas las ma?anas y me despertaba cuando me alojaba en el hotel Las Ma?anitas en Cuernavaca, una ciudad del Estado de Morelos, a un par de horas del Distrito Federal.
No parece un hotel corriente.
El sitio abri¨® en los cincuenta y tiene unos jardines espectaculares, con pavos, papagayos...
?Y qu¨¦ andaba haciendo por esos lares?
Estaba de paso para visitar a Chavela Vargas, que tiene una casa preciosa en Tepoztl¨¢n, cerca de Cuernavaca. All¨ª vive con su perra Lola en un prado con las monta?as de fondo. Un refugio multicolor. M¨¢gico.
La llevar¨ªa de paseo.
Me llev¨® a un rinc¨®n que le encanta, de donde dice que saca energ¨ªa. Es una de las fachadas de la parroquia de la Natividad, un templo del siglo XVI donde hay unos dibujos incre¨ªbles hechos por los ind¨ªgenas con semillas, granos de caf¨¦, frijoles...
Hablando de comida...
No par¨¦ de comer; daba igual si era un restaurante o un puesto callejero. Y si encima ten¨ªan tamales de ma¨ªz dulce... ah¨ª ya no me pod¨ªa contener.
?Visit¨® m¨¢s ciudades?
Pas¨¦ unos d¨ªas en Morelia (Michoac¨¢n). Fue una estancia fugaz, pero visit¨¦ su catedral, del XVIII, con sus hermosas torres barrocas. Y recuerdo su curioso acueducto; por la noche, si uno lo miraba de un lado, ten¨ªa una luz crepuscular. Si se miraba del otro, parec¨ªa que estaba atardeciendo.
No lo acabo de entender.
Estaba iluminado con angulaciones de luz distintas en cada cara. Y cr¨¦eme, el efecto estaba muy logrado, parec¨ªa real.
?Prob¨® la locura del DF?
Estuve un d¨ªa, pero degust¨¦ la locura de la plaza de Garibaldi, donde se ponen los mariachis a esperar que les contraten. Seg¨²n pasa la noche, se van emborrachando y se arrancan a tocar. Es genial.
Consulta la gu¨ªa de M¨¦xico de EL VIAJERO | Las recomendaciones de los viajeros
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