Sarkozy busca impulsar la uni¨®n euromediterr¨¢nea
Francia anuncia que Siria y L¨ªbano van a abrir embajadas en Damasco y Beirut
Nicolas Sarkozy ha conseguido reunir hoy en Par¨ªs, la v¨ªspera de la fiesta nacional francesa, a 43 jefes de Estado y de Gobierno europeos y de la orilla sur del Mediterr¨¢neo para oficializar el relanzamiento de la pol¨ªtica euromediterr¨¢nea en una cumbre que alumbrar¨¢ lo que ha sido bautizado como Proceso de Barcelona: Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo, un compromiso que no esconde que el presidente franc¨¦s ha tenido que abandonar su objetivo inicial de crear una instituci¨®n internacional que le otorgara un ¨¢rea de influencia al margen de la UE.
Una secretar¨ªa permanente gestionar¨¢ los grandes proyectos
S¨®lo el libio Gaddafi, cuyo reciente paso por la capital francesa todav¨ªa se recuerda, falta a la cita, pero el intento de Par¨ªs de recuperar peso en la regi¨®n, y m¨¢s concretamente en Oriente Pr¨®ximo, se vio recompensado ayer por el encuentro en el palacio del El¨ªseo entre el presidente sirio, Bachar al Asad, y el nuevo presidente liban¨¦s, Michel Suleim¨¢n, junto con el emir de Qatar, jeque Hamad Bin Jalifa al Zani, que actu¨® de mediador en el conflicto entre Beirut y Damasco. Siria y L¨ªbano anunciaron ayer que establecer¨¢n por primera vez relaciones diplom¨¢ticas y abrir¨¢n embajadas.
Espa?a, por su parte, intentar¨¢ conseguir el mandato de organizar, junto a Egipto, la pr¨®xima cumbre, en 2010. La organizaci¨®n deber¨ªa correr a cargo de B¨¦lgica, que ostentar¨¢ la presidencia europea, pero fuentes diplom¨¢ticas espa?olas aseguran que se ha llegado a un acuerdo con las autoridades belgas para que la cumbre se traslade al primer semestre, cuando le corresponde la presidencia a Espa?a. La sede de esta cumbre corresponder¨ªa a Egipto, pero las mismas fuentes se?alan que, hasta ahora, El Cairo ha mostrado escaso inter¨¦s por albergarla, por lo que Espa?a -y m¨¢s concretamente Barcelona- podr¨ªa acabar acogiendo la segunda cumbre de la organizaci¨®n que todav¨ªa lleva su nombre.
La Uni¨®n del Mediterr¨¢neo, el ambicioso y rupturista proyecto anunciado por el jefe del Estado franc¨¦s al poco de llegar al poder, pasaba por archivar definitivamente el Proceso de Barcelona y crear un nuevo organismo internacional que reuniera a los pa¨ªses ribere?os, dejando al margen a los socios comunitarios que no se ba?an en el viejo Mare Nostrum. Como la mayor parte de las iniciativas internacionales del inquilino del Eliseo, era una estrategia para dotar a Par¨ªs de palancas pol¨ªticas con las que compensar su p¨¦rdida de peso en la Europa ampliada, adem¨¢s de otros objetivos como ofrecer una compensaci¨®n a Turqu¨ªa al veto franc¨¦s a su entrada en la UE -que Ankara tom¨® casi como un insulto-, incidir en la cuesti¨®n migratoria y ampliar el marco de la cooperaci¨®n antiterrorista.
En Bruselas, pero especialmente en Berl¨ªn -y tambi¨¦n en Madrid y Roma-, sonaron todas las alarmas. La canciller alemana, Angela Merkel, orden¨® a sus diplom¨¢ticos en el Magreb que explicaran a las autoridades de cada pa¨ªs que el proyecto, tal y como lo vend¨ªa el Gobierno franc¨¦s, ser¨ªa bloqueado. Fuentes negociadoras francesas han reconocido que cada vez que llegaban a un pa¨ªs ¨¢rabe los alemanes ya hab¨ªan pasado por all¨ª. Espa?a, sin enfrentarse abiertamente a los deseos del presidente franc¨¦s, siempre tuvo muy claro su desacuerdo, influyendo en el proceso por el que se le ha dado completamente la vuelta a la iniciativa original.
El El¨ªseo, sin embargo, se manten¨ªa en sus trece, y especialmente el padre de la criatura, el intelectual de cabecera del presidente Henri Guiano, un conservador eur¨®fobo, que desempe?a un papel determinante en los aspectos m¨¢s nacionalistas de la pol¨ªtica exterior francesa. Pero a finales de diciembre, en Roma, las presiones de Merkel, apoyada por el entonces primer ministro italiano Romano Prodi y el espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, empezaron a producir efectos.
Lo que se inicia hoy en Par¨ªs es una nueva etapa del Proceso de Barcelona, al que se le ofrece una institucionalizaci¨®n m¨¢s potente, adem¨¢s de los proyectos concretos que se presentan, que son lo ¨²nico que queda de la propuesta original. El nombre final: Proceso de Barcelona: Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo, deja clara la continuidad institucional en t¨¦rminos comunitarios. La pol¨ªtica euromediterr¨¢nea sale muy reforzada, aunque falte el pilar financiero. Se crea una doble presidencia Norte-Sur, se refuerza la Asamblea Parlamentaria creada en marzo de 2004 y, sobre todo, se crea una secretar¨ªa con una sede permanente, que gestionar¨¢ los grandes proyectos: infraestructuras, energ¨ªa, seguridad y un gran plan de descontaminaci¨®n del Mediterr¨¢neo, para los que habr¨¢ que buscar financiaci¨®n privada.
La sede del secretariado, por la que compiten Marruecos, T¨²nez, Malta y Bruselas, as¨ª como Barcelona, no se decidir¨¢ hasta el mes de noviembre. Pese a que el asesor diplom¨¢tico del El¨ªseo, David Levitte, asegura que la capital catalana no figura entre las candidatas, el Gobierno espa?ol se muestra muy optimista sobre las posibilidades de ¨¦xito de su candidatura.
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