Normas para el aficionado modelo
Pek¨ªn proh¨ªbe en sus estadios pancartas reivindicativas o de pa¨ªses que no est¨¦n en los Juegos
Durante el recorrido de la antorcha ol¨ªmpica, las pancartas con el eslogan Zhongguo jiayou (?nimo China) han estado por todos lados. Esto no ocurrir¨¢ cuando comiencen los Juegos. Al menos en los estadios. Pek¨ªn hizo p¨²blicas ayer una serie de reglas sobre el comportamiento de los espectadores en las instalaciones deportivas, que, entre otros, proh¨ªben las banderolas con esta frase de fuerte carga nacionalista. "Las pancartas tendenciosas violan el principio de equidad de un evento ol¨ªmpico", explic¨® la agencia oficial Xinhua.
Las autoridades chinas, obsesionadas con dar una imagen de pa¨ªs amigable y en armon¨ªa, est¨¢n muy preocupadas por la posibilidad de que se produzca cualquier tipo de protesta o reivindicaci¨®n delante de las c¨¢maras de todo el mundo. Y han optado por cortar por lo sano. Los espectadores no podr¨¢n introducir en los estadios pancartas de apoyo ni octavillas comerciales o de contenidos religioso, pol¨ªtico, militar o relacionado con los derechos humanos, el medio ambiente y la protecci¨®n de los animales.
Para aliviar el tr¨¢fico, el Gobierno pide que los empleados trabajen desde casa
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Huang Keying, del Comit¨¦ Organizador de Pek¨ªn 2008 (BOCOG), dijo que las reglas, destinadas a "mantener el orden y la seguridad en las instalaciones" est¨¢n en l¨ªnea con la Carta Ol¨ªmpica, pero reconoci¨® que son diferentes a las de Juegos Ol¨ªmpicos anteriores, porque la situaci¨®n nacional y las costumbres locales son diferentes. Huang puso como ejemplo que en Atenas 2004 se prohibi¨® introducir grandes cantidades de monedas en los estadios, mientras que en China no se ha hecho, aunque no explic¨® el motivo. En Pek¨ªn, apenas se utilizan monedas, y las que existen son muy peque?as y ligeras.
La normativa tambi¨¦n proh¨ªbe las fotos con flash, las apuestas, las sentadas, las manifestaciones, la presencia de gente borracha o con el cuerpo descubierto, y la entrada de latas de refrescos, mecheros, radios e instrumentos musicales, incluidos silbatos. Tampoco son permitidas las banderas mayores de dos metros por un metro y las que pertenezcan a pa¨ªses que no participan en los Juegos; una forma de prevenir la potencial presencia de la ense?a independentista tibetana.
Los organizadores han recomendado a los espectadores que animen a los deportistas tanto en chino como en ingl¨¦s. El mes pasado, 800.000 voluntarios comenzaron a practicar ejercicios para saludar en ambos idiomas durante la competici¨®n. Adem¨¢s, han recordado a quienes acudan a ver los eventos deportivos que deben vestir normalmente y no mostrar logotipos comerciales o formar parte de un grupo de gente que lleve ropa con motivos id¨¦nticos. Los espectadores han recibido un libro con todas estas reglas con sus entradas. La polic¨ªa ha ofrecido recompensas de 10.000 a 500.000 yuanes (918 a 45.900 euros) a quien informe sobre posibles amenazas a la seguridad de los Juegos.
Fuera de los estadios, Pek¨ªn tiene en marcha una gigantesca campa?a educativa. Las autoridades municipales han distribuido manuales de comportamiento a m¨¢s de 4,3 millones de familias, en un intento por eliminar costumbres tan arraigadas como saltarse las colas o escupir en la calle. Casi 900.000 taxistas, funcionarios, camareros y conductores de autob¨²s han seguido cursos de modales, y las compa?¨ªas de taxi han vetado a sus conductores el pelo rapado, la barba o que coman ajo crudo.
Con objeto de aliviar el tr¨¢fico, el Gobierno est¨¢ animando a las empresas a que flexibilicen los horarios de trabajo y a que, si es posible, sus empleados trabajen desde casa durante los Juegos. La entrada al trabajo en las instituciones p¨²blicas ha sido retrasada una hora, a las 9.30, y los grandes almacenes no podr¨¢n abrir antes de las 10.00. A partir del 20 de julio, los coches s¨®lo podr¨¢n circular en d¨ªas alternativos, dependiendo de que su matr¨ªcula sea par o impar.
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