Bruselas pretende que los anuncios resalten lo que contamina un coche

Bruselas ha puesto en guardia a la industria del autom¨®vil y a los anunciantes. Igual que el tabaco advierte en la cajetilla de que fumar mata, se pretende que cada anuncio de autom¨®viles resalte lo que contamina. La Comisi¨®n Europea pretende obligarles a reservar un espacio determinado -no menos del 20%- en cada anuncio publicitario para que informen al posible comprador sobre las emisiones de di¨®xido de carbono que genera cada modelo.

La industria se opone a que se limite la libertad creativa publicitaria

Es un paso m¨¢s en la ofensiva europea para reducir las emisiones de CO2, de las que los coches representan el 12% del total. La industria se queja de que ya est¨¢ invirtiendo mucho para cumplir otra propuesta legislativa, la que limitar¨¢ las emisiones de cada marca a un nivel entre 130 y 160 gramos por kil¨®metro recorrido en 2012. Ahora, Bruselas ultima su consulta, en la que participa la industria del autom¨®vil, para sondear si es necesaria informaci¨®n adicional sobre emisiones. El plazo termina el pr¨®ximo lunes. La industria quiere que de la consulta salga un c¨®digo de conducta, o sea, voluntario. Pero Bruselas aspira a ir m¨¢s all¨¢.

"Parece que los coches producen el mismo impacto en la sociedad que el tabaco", se queja Fernando Acebr¨®n, director t¨¦cnico de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Autom¨®viles (Anfac). El a?o pasado, el Parlamento Europeo aprob¨® un informe del liberal Chris Davis que propone emplear avisos como los utilizados en los anuncios de tabaco, indicando que al menos el 20% del espacio de los anuncios de los coches deber¨ªa reservarse para esta informaci¨®n.

Para la industria, imponer un espacio determinado en un anuncio es aplicar una medida "muy severa, excesiva. Limita la capacidad creativa y la libertad del anuncio, que no debe estar centrado en informar, sino en resultar atractivo", puntualiza Acebr¨®n, quien enfatiza el inter¨¦s de la industria en que el consumidor tenga "toda la informaci¨®n". De hecho, argumenta, "existen otras v¨ªas para ello. Por ejemplo, un sistema de etiquetado homog¨¦neo y claro para toda Europa, como el que puede tener una lavadora, en el que se explique qu¨¦ emisiones produce ese modelo de coche. Ahora mismo se est¨¢ revisando la directiva sobre etiquetas, y es ah¨ª donde podr¨ªa enmarcarse la necesidad de dar m¨¢s informaci¨®n".

La industria del autom¨®vil es la primera inversora en publicidad en Espa?a. En 2007 gast¨® 913,6 millones de euros en anuncios, seg¨²n Infoadex. As¨ª que los anunciantes tambi¨¦n est¨¢n inquietos con la pretensi¨®n de Bruselas. "Se est¨¢ considerando el coche como un bien peligroso, y adem¨¢s [regular la publicidad] no va a solucionar el problema de la contaminaci¨®n", asegura Carlos Lema, asesor jur¨ªdico de la Asociaci¨®n Espa?ola de Anunciantes (AEA) y catedr¨¢tico de Derecho de la Universidad Complutense. "S¨®lo se lograr¨¢ que los anuncios sean m¨¢s caros. Hasta ahora, la industria de la automoci¨®n ha mostrado un comportamiento responsable, bajo una f¨¦rrea autorregulaci¨®n", indica.

La legislaci¨®n actual ya exige a los concesionarios y vendedores informar a los consumidores sobre las emisiones de CO2 en los folletos de promoci¨®n, p¨®steres, y anuncios en peri¨®dicos y revistas. ACEA advierte de que "hay una diferencia entre leer una revista y ser aconsejado en un concesionario de coches. No todos los anuncios son autom¨¢ticamente convenientes como transmisores de informaci¨®n". Sobre la pretensi¨®n de reservar un m¨ªnimo del 20% del espacio del anuncio a informar sobre emisiones, ACEA considera que "se corre el riesgo de desmotivar a los compradores de veh¨ªculos m¨¢s que permitirles estar mejor informados. Adem¨¢s, la publicidad es una importante fuente de ingresos para los medios y uno de los pilares de la libertad de prensa".

El debate coincide con el desplome en ventas en Espa?a de los coches que m¨¢s contaminan, seg¨²n un informe publicado por la Federaci¨®n de Asociaciones de Concesionarios de Autom¨®viles. En plena crisis econ¨®mica, los ¨²nicos que han experimentado un alza de ventas son los coches que no superan los 120 gramos por kil¨®metro en emisiones de CO2. Consecuencia directa de la exenci¨®n del impuesto de matriculaci¨®n. "Regular la publicidad de los coches es excesivo. Los anuncios, unos mil al d¨ªa en televisi¨®n, han incidido mucho en la terminolog¨ªa ecol¨®gica, y ya se ha convertido en argumento de venta. Pero el consumidor elige estos modelos por el impuesto verde; son m¨¢s baratos", apunta Antonio Romero, presidente de Faconauto.

La asociaci¨®n de consumidores Facua considera la intenci¨®n de Bruselas una buena noticia, y su portavoz pide que "se proh¨ªban prefijos como 'eco' en estos anuncios, ya que, si hay un producto en el mercado que puede da?ar el medio ambiente es el coche". Los creativos no lo ven as¨ª. "?ste es un sector ya muy autorregulado", dice Carlos Alija, del Club de Creativos, "pero sobre la publicidad pesa una expectativa de correcci¨®n que no existe en la calle".