Dormir como trogloditas

Nacidas como viviendas pobres en ¨¦pocas de necesidad, las casas-cueva se han reconvertido ahora en originales alojamientos rurales. La mayor¨ªa est¨¢n en Andaluc¨ªa, pero incluso en verano no necesitan aire acondicionado. El aislamiento natural de la roca en la que est¨¢n excavadas es la mejor garant¨ªa de una fresca estancia.

1. Cuevas Mirador del Negrat¨ªn

(Cuevas del Campo, Granada)

Este conjunto de cuatro cuevas en un bello paraje des¨¦rtico de Almer¨ªa tiene un inconveniente y muchas ventajas; resultan menos aut¨¦nticas que las originales porque son de nueva construcci¨®n, pero son mucho m¨¢s amplias y luminosas que las hist¨®ricas, el equipamiento es muy superior a la media en este tipo de instalaciones y tienen unas soberbias vistas sobre el embalse del Negrat¨ªn, la sierra de Cazorla y Sierra Nevada; y cuentan con piscina, un servicio que se agradece en los t¨®rridos veranos de estas latitudes. Cada una de las cuevas cuenta con dos dormitorios (seis plazas), cocina, sal¨®n con chimenea, terraza y un ¨²nico cuarto de ba?o.

2. Casas-Cueva Galera

(Galera, Granada)

Pioneros en esto de reconvertir antiguas viviendas excavadas a pico y pala a base de hambre y necesidad en alojamientos rurales de calidad, los propietarios de este conjunto de 40 casas-cueva han creado una peque?a ciudad troglodita a las afueras de Galera, galardona con el Premio Andaluc¨ªa de Turismo. Sus fachadas blancas y relucientes parece que sostuvieran las ocres monta?as en las que est¨¢n excavadas. Paredes y suelos toscos, rugosos. Decoraci¨®n andaluza, sin caer en el t¨®pico excesivo. Algunas casas cuentan incluso con jacuzzi.

. Tel¨¦fono 958 73 90 68. Cuatro plazas, de 130 a 140 euros por d¨ªa.

3. Laveranda

(Orce, Granada)

A diferencia de la decoraci¨®n espartana que suele presidir estos alojamientos trogloditas, Laveranda es un capricho de refinamiento afrancesado excavado en el altiplano granadino. Una fachada terrosa en un cerro guarda un interior de arquitectura insospechada. Barroquismo reposado y exquisito en sus ocho habitaciones, cada una con su ba?o propio, que se alquilan en r¨¦gimen compartido, como si de un hotel subterr¨¢neo se tratara. Miles de objetos de origen diverso fueron poco a poco rescatados de anticuarios de Francia y Granada y se aliaron con ¨¦xito con otros enseres de menor linaje, pero muy enraizados con las costumbres de la comarca. Las estancias han adquirido formas irregulares y caprichosas ligadas a la dureza de la roca y mantienen, bajo capas de cal, las huellas de las piquetas.

4. Complejo La Tala

(Guadix, Granada)

Hundido en las profundidades frescas y sombreadas de una rambla, en las cercan¨ªas de Guadix, este complejo de 11 casas-cueva no se ve hasta que uno est¨¢ pr¨¢cticamente en el interior del barranco. Fue en tiempos una finca agr¨ªcola que utilizaba las cuevas como almacenes de grano y aperos del campo o como alojamiento para sus jornaleros. Las 11 viviendas trogloditas son austeras, como suelen ser siempre estos alojamientos, pero correctas, y cuentan con una peque?a cocina, uno o dos dormitorios, sal¨®n con televisi¨®n y chimenea y un cuarto de ba?o en colores alegres y divertidos que rompen un tanto el ascetismo de este tipo de construcciones.

5. Cuevas Rub¨¦n y Anabel

(Valtierra, Navarra)

Estas dos casas-cueva particulares, anexas a otras que tambi¨¦n ha rehabilitado el Ayuntamiento, reflejan muy bien c¨®mo era la vida de los navarros de la ribera en aquellos tiempos de penurias. Una de ellas, con capacidad para 4/6 personas, consta de dos espacios excavados a pico en la roca arcillosa: uno lo ocupa el comedor-cocina; en el otro se han instalado dos dormitorios, separados tan s¨®lo por una cortina. A un costado del sal¨®n se abri¨® otro vano para el cuarto de ba?o, lujo ¨¦ste a?adido en tiempos modernos. Muy cerca queda el parque natural de las Bardenas, uno de los territorios m¨¢s singulares de Navarra, apto para buenas rutas a pie o en bicicleta.

6. La Burbuja de La Jurada

(Moya, Gran Canaria)

Rodeada de una vegetaci¨®n exuberante de pl¨¢tanos, palmeras, ficus, higueras y todo tipo de flores, La Burbuja es una peque?a vivienda, mitad construcci¨®n tradicional, mitad cueva excavada en la ladera volc¨¢nica. El dormitorio principal se ubica en la cueva, fresquita para el verano. La otra habitaci¨®n ocupa la zona de obra nueva y cuenta con dos camas. Entre ambas, el recibidor da paso a un sal¨®n con chimenea, que hace las veces de cocina, con muros encalados y unos bancos y una mesa de madera. Fotos antiguas, cer¨¢micas, baldas de piedra volc¨¢nica y muebles antiguos nos dan una idea de c¨®mo fue la vida en estas casas de la Canarias m¨¢s profunda. Lo mejor, el jacuzzi de la terraza.

Residencias dentro de la colina