Ol¨ªmpicos. El rostro del esfuerzo
Aunque a alguno le parezca extra?o, en Espa?a, hist¨®rica tierra de perdedores natos, una nueva generaci¨®n de deportistas ense?a al resto del mundo c¨®mo convivir con la victoria y con la ansiedad que experimentan los campeones los d¨ªas previos a la competici¨®n. No s¨®lo de la selecci¨®n de f¨²tbol o de la de baloncesto, o de Nadal, Alonso, Pedrosa, Lorenzo o Contador se puede hacer apolog¨ªa triunfadora. En Pek¨ªn, dentro de nada, a partir del 8 del 8 a las 8 -?sab¨ªan?, aunque todos los hechos parezcan dar a entender que los Juegos de la capital china est¨¢n determinados por un gafe, el 8 es el n¨²mero de la fortuna en su cultura-, unos cuantos deportistas espa?oles, menos conocidos, practicantes de aquellas disciplinas que s¨®lo encuentran su minuto de atenci¨®n p¨²blica cada cuatro a?os, mostrar¨¢n su car¨¢cter triunfador.
Toda la informaci¨®n sobre los Juegos |
Estr¨¦s t¨¦rmico. As¨ª se llama el enemigo global. Meses y meses llevan deportistas, t¨¦cnicos y cient¨ªficos de medio mundo buscando armas para combatir la amenaza combinada del calor, la contaminaci¨®n y la humedad del agosto pequin¨¦s. Vencer¨¢ quien sepa mantenerse cool, dicen los ingleses. Hay que beber mucha agua; hay que correr con chalecos de hielo; hay que entrenarse en c¨¢maras t¨¦rmicas, en recintos estancos como saunas en los que se pueda decidir a voluntad la temperatura interior, el porcentaje de humedad, la composici¨®n del aire que se respira veinte veces por minuto. El cuerpo es un asunto casi f¨¢cil, calculable, pero el alma, la cabeza, es otra historia. Siguiendo a Mao, se podr¨ªa decir, pues, que el estr¨¦s t¨¦rmico es un tigre de papel, pero que el otro estr¨¦s, el que destroza interiormente, la ansiedad del deportista camino de unos Juegos Ol¨ªmpicos, es un tigre de verdad. De carne y hueso. Y con garras.
"El cuerpo es nuestra herramienta de trabajo, tenemos que cuidarlo. Yo s¨¦ que no puedo calzar tacones de aguja y que cuando me duelen los pies tengo que ponerme emplastos de ¨¢rnica o de arcilla. Lo que le das al cuerpo, te lo devuelve", dice Marta Dom¨ªnguez. "Para lograr algo grande no basta el cuerpo: hay que tener una cabeza distinta".
Marta Dom¨ªnguez se prepara en la meseta castellana, donde calor hace un rato, pero humedad, nada, y contaminaci¨®n, menos. "No me importa", dice. "Lo importante es que all¨ª estoy con los m¨ªos, con Mariano, mi entrenador de siempre, y con los dos chicos que me acompa?an corriendo. Irme de all¨ª, concentrarme en altura o irme a un clima parecido al que me espera en Pek¨ªn romper¨ªa mi rutina. Y eso ser¨ªa lo peor". Marta Dom¨ªnguez, de 33 a?os, dos veces subcampeona del mundo de 5.000 metros, dos veces campeona de Europa en la misma distancia, conoce muy bien el valor diferencial de los Juegos Ol¨ªmpicos. Lo conoce por defecto porque nunca ha triunfado en una cita cuatrienal presidida por la bandera de los cinco aros. "Si hago deporte, es porque me gusta ganar", dice. "Cuando corro no pienso ni en la fama, ni en el dinero, ni mucho menos en la popularidad. Simplemente pienso en quedar la primera. Mi ¨²nica motivaci¨®n es ganar. No hay nada m¨¢s grande que los Juegos Ol¨ªmpicos".
Por eso, porque Marta Dom¨ªnguez no piensa morir sin mostrar su verdadero valor ol¨ªmpico, la atleta de Tierra de Campos puso una cruz a los mundiales de Osaka el verano pasado. "S¨®lo me queda un cartucho, y lo tengo que gastar en los Juegos", dijo. Por eso, porque sabe que en los 5.000 metros, donde et¨ªopes y kenianos son imbatibles, no tiene nada que hacer, y porque preparar los 10.000 metros, la otra prueba de fondo, le aburre sobremanera, Dom¨ªnguez decidi¨® el invierno pasado pasarse a los 3.000 obst¨¢culos, una especialidad nueva en el calendario femenino, donde a¨²n no hay una jerarqu¨ªa establecida. Y aunque el triunfo le cueste la vida, aunque para ensayar el paso de la r¨ªa, el momento m¨¢s delicado y a la vez brutal de la carrera de obst¨¢culos, tenga que hacerlo sobre el foso de arena, donde sus machacados tendones sufren menos, Marta Dom¨ªnguez superar¨¢ la prueba. Ya lo ver¨¢n en Pek¨ªn. Su cinta rosa, su melena rubia. Su mueca de dolor, un rictus equ¨ªvoco, que se transforma en sonrisa cuando cruza la meta. Ganadora.
Como gemma mengual, a quien tan bien le cuadran todos los sobrenombres que incluyan las palabras sirena, ondina, reina de los mares, qu¨¦ s¨¦ yo, conceptos que transportan al lector / espectador a territorios de ensue?o, pero que nacen de la m¨¢s prosaica realidad. De una agenda de rutinas, por ejemplo.
De 9.00 a 10.00: preparaci¨®n f¨ªsica (pesas, pilates). De 10.15 a 14.00: piscina al aire libre, d¨²o t¨¦cnico. De 14.00 a 15.30: tiempo libre. De 15.30 a 17.00: piscina cubierta, sesi¨®n con el biomec¨¢nico. De 17.10 a 18.30: otra vez piscina al aire libre, equipo. Luego, psic¨®logo, si toca; fisio, si toca; revisiones m¨¦dicas, compromisos de todo tipo" ?Queda tiempo para algo" Gemma Mengual esboza una media sonrisa desde el agua y contesta: "Si te organizas bien, s¨ª".
La agenda fr¨ªa no refleja el calor intenso de Barcelona en verano. Ni las caras y hombros intensamente morenos de las nadadoras, el cansancio que arrastran. Los Juegos son la cita m¨¢s importante de los ¨²ltimos cuatro a?os para unos 280 deportistas espa?oles. No huele a euforia ol¨ªmpica. Ni a laureles. Ni a las medallas ya conseguidas (en el ¨²ltimo Europeo, Mengual se llev¨® cuatro oros, todos los posibles). Lo que se respira es mucho trabajo, disciplina casi militar, profesionalidad.
En realidad, de lo que estamos hablando no es de un a?o de trabajo, sino de cuatro. Para algunos "piense en las gimnastas, precoces y fugaces" se convierten en un mundo. Por eso el solo hecho de clasificarse para los Juegos es un motivo de ansiedad a?adida para unos j¨®venes, la mayor¨ªa rondando la veintena, acostumbrados a lidiar con la presi¨®n, a competir desde ni?os. Imaginen lo que significa para ellos saberse a un paso de una victoria ol¨ªmpica.
La vida de Gemma y sus compa?eras no ha cambiado demasiado en el a?o 2008. En todo caso se ha acelerado y se ha expuesto al ojo p¨²blico. Es parecido para la gran mayor¨ªa de los ol¨ªmpicos. Muchos son campeones de Europa o del mundo, pero s¨®lo reciben atenci¨®n generalizada en un a?o como ¨¦ste. Otro rasgo com¨²n: las vacaciones se reducen al m¨ªnimo "cuatro d¨ªas en navidades, cuatro en Semana Santa, un par m¨¢s tras una competici¨®n" y los estudios se dejan a un lado.
Lo que menos cambia es la preparaci¨®n deportiva. "A grandes rasgos, la planificaci¨®n es la misma, salvo por peque?os detalles", reconoce Ascensi¨®n Ib¨¢?ez, entrenadora de Jackson Qui?¨®nez. El velocista de origen ecuatoriano ha dividido la temporada en dos: hasta el mundial de pista cubierta en Valencia en marzo, y de ah¨ª a los Juegos. Al aire libre. Mucha t¨¦cnica al principio, automatizaci¨®n de lo aprendido despu¨¦s. "Si no, ser¨ªa una temporada muy larga, y eso a nivel mental no es bueno".
As¨ª que todo sigue m¨¢s o menos igual, pero hay m¨¢s recursos, m¨¢s dinero. Se compite m¨¢s y se hacen m¨¢s concentraciones. Algunos, como el triatleta Javier G¨®mez Noya, se convierten en peque?os trotamundos. Empez¨® la temporada entren¨¢ndose en Sur¨¢frica y ha competido en Australia, Nueva Zelanda, Canad¨¢, Europa" Quien m¨¢s, quien menos, lleva decenas de miles de kil¨®metros de avi¨®n en la maleta.
Por primera vez, los nadadores de aguas abiertas, que se estrenan en estos Juegos con dos espa?oles, han hecho dos minitemporadas en Sierra Nevada. Este centro permite entrenar en altura, lo que eleva el rendimiento en las pruebas de fondo. "Como es un deporte individual y muchos nadadores se entrenan solos, las concentraciones les permiten conocerse y sentirse un equipo", explica el seleccionador, Eugeni Ballar¨ªn. Los gimnastas, por su parte, se han concentrado todo el a?o en Madrid, incluido el bicampe¨®n ol¨ªmpico Gervasio Deferr, tan apegado a Barcelona, a su casa de Rub¨ª, a sus perros, su hermano, los amigos" Es un esfuerzo m¨ªnimo para intentar el asalto a su tercera medalla ol¨ªmpica, lo que ser¨ªa un hito para el deporte espa?ol.
Para la mayor¨ªa basta con llegar a los Juegos. Los atletas y los nadadores tienen un a?o para conseguirlo y dependen de ellos mismos, pero otros se juegan su sue?o a una ruleta rusa. Juan Antonio Ramos, campe¨®n del mundo de taekwondo y otra esperanza de medalla ol¨ªmpica, lo logr¨® casi a la primera, pero su novia y compa?era de entrenamiento, Brigit Yag¨¹e, se cay¨® de forma tonta poco antes de la prueba decisiva, se lesion¨® la mano y ha quedado fuera.
Para algunos, el desconsuelo es tan grande que deciden dejarlo todo. Es el caso de la gimnasta Patricia Moreno, bronce en Atenas. Lesionada durante los ¨²ltimos mundiales, abandon¨® un par de meses antes de los Juegos al darse cuenta de que no se recuperaba del todo y de que dos de sus compa?eras ten¨ªan casi en la mano los ¨²nicos billetes ol¨ªmpicos.
"El estr¨¦s que les genera conseguir la plaza ol¨ªmpica les hace rendir de forma diferente. Europeos y mundiales hay todos los a?os, pero unos Juegos, no. Si no logras clasificarte, se te cierran las puertas de todo", resume Ricardo Leiva, responsable de deportes del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol. Esa presi¨®n se traduce, adem¨¢s de en el rendimiento deportivo, en ansiedades, insomnio"
Paris sabe bien de lo que habla. Hija de entrenadores y atleta retirada, ha visto en su consulta a una veintena de los 52 corredores que estar¨¢n en Pek¨ªn. Ha escuchado sus problemas, sus preocupaciones, y es consciente de que son diferentes: "Si t¨² tienes un mal d¨ªa en el trabajo, te tomas una ca?a y ya est¨¢. Ellos se lo meten para dentro. Por eso hay que contenerles mucho y ense?arles que es normal". ?C¨®mo? Con t¨¦cnicas de relajaci¨®n, pero tambi¨¦n con hipnosis, ejercicios de visualizaci¨®n"
Como los atletas, la mayor¨ªa de los deportistas espa?oles cuenta con ayuda psicol¨®gica. ?sta resulta fundamental para otro de los grandes riesgos que amenazan a los deportistas: las lesiones. El m¨ªnimo contratiempo multiplica este a?o sus efectos por dos. Que se lo digan a Rafa Mart¨ªnez. El gimnasta espa?ol se dej¨® un dedo en las paralelas en un entrenamiento y tuvo que pasar por el quir¨®fano. Se perdi¨® el europeo en mayo y, aunque ya est¨¢ recuperado, tanto ¨¦l como sus entrenadores saben que su apuesta decidida por una medalla en Pek¨ªn es hoy m¨¢s arriesgada que nunca. Las lesiones duran m¨¢s en la cabeza que en los brazos y piernas, hacen que el atleta pierda confianza.
Al deportista espa?ol, por lo general, no le sobra la confianza. Es el gran mito de la inferioridad deportiva de su cultura, tan calado en algunos cerebros que ni siquiera el aumento de personalidades ganadoras lo disipa. Gracias a los ¨¦xitos de Nadal, Gasol, Alonso, y ahora el f¨²tbol, cada vez m¨¢s espa?oles creen que pueden ser los mejores. Tambi¨¦n tienen m¨¢s medios para conseguirlo. El Consejo Superior de Deportes est¨¢ renovando la red de centros de alto rendimiento, con Madrid y Sant Cugat a la cabeza. Ya es casi imposible encontrar una sala, gimnasio o piscina donde no haya grandes pantallas de televisi¨®n en las que los atletas pueden revisar su entrenamiento al instante.
Los deportistas de ¨¦lite son gente cuadriculada, con la vida medida al mil¨ªmetro, cronometrada desde que se levantan hasta que se acuestan con el cuerpo reventado. El caramelo esta ah¨ª, en pleno verano, en forma de encuentro multitudinario, de m¨¢s de 10.000 atletas de todos los deportes, de millones de espectadores en todo el mundo.
Por eso es f¨¢cil entender que esos calendarios que cuelgan en casi todas las salas de entrenamiento con las fechas de la correspondiente final ol¨ªmpica se?alada con rotulador fosforescente se conviertan en una imagen obsesionante para todos. De Gervasio Deferr, doble campe¨®n ol¨ªmpico, a Jaime L¨®pez, el primer espa?ol en pentatl¨®n moderno desde 1992, pasando por Almudena Cid, que va por sus cuartos Juegos, todos han tenido un a?o intenso que si acaba bien, con una medalla al cuello, habr¨¢ merecido la pena.
Quiz¨¢, en el fondo, se trate de ser un bicho raro, un freakie, casi un autista, un David Cal; quiz¨¢, un deportista de una personalidad obsesiva en su cuidado por los detalles y cerrado respecto al mundo exterior cuando se dedica a lo suyo, a dar paladas arrodillado sobre una canoa. Como Paquillo Fern¨¢ndez, el marchador de Guadix, capaz de aliarse con un entrenador polaco, Robert Korzeniowski, un mito en la marcha atl¨¦tica, y recorrer medio mundo simplemente pensando en el crujir de su cadera y en el fino juego de tobillos que convierten pies y piernas en una m¨¢quina perfecta. Qued¨® segundo en Atenas: a¨²n persigue al fantasma de Jefferson P¨¦rez, el ecuatoriano que se ha especializado en privarle del oro.
Iv¨¢n Ra?a, por ejemplo, conoce bien de qu¨¦ va el asunto. El triatleta gallego ha sido campe¨®n del mundo, pero como si nada: no ha atravesado la membrana invisible que le convierte a uno en algo m¨¢s. El pasaporte ser¨ªa, claro, una medalla ol¨ªmpica. Ra?a debut¨® en Sidney 2000, el mismo a?o en que su deporte, el triatl¨®n "1.500 metros de nataci¨®n, 40 kil¨®metros de bicicleta, 10.000 metros de carrera a pie", se inici¨® en la ruta ol¨ªmpica. Termin¨® cuarto. Una sorpresa. Un anuncio de lo que llegar¨ªa despu¨¦s. Pero en Atenas, donde sali¨® como uno de los grandes favoritos, todo su ser se hundi¨®. Y paralelamente, un paisano suyo, un gallego de Pontevedra, Javier G¨®mez Noya, empez¨® a volar. Antes de ello, y pese a su juventud, pues a¨²n anda por los 25 a?os, G¨®mez Noya super¨® su calvario particular. Marcado por una enfermedad cong¨¦nita del coraz¨®n, el triatleta de Pontevedra vio c¨®mo el Consejo Superior de Deportes (CSD) le retiraba la licencia para evitar un da?o irreparable. Pero G¨®mez Noya no se conform¨®. Pele¨® por su derecho a competir, a ser ¨¦l quien decidiera sobre su salud. Gan¨® la batalla. Se endureci¨® en pocos meses de una manera incre¨ªble. Marc¨® con una cruz a aquellos que piensa que quisieron arruinar su vida. Y nunca les perdonar¨¢. Madur¨®, pese a que los coloretes que sonrojan sus mejillas parezcan todav¨ªa indicar que hay m¨¢s de ni?o que de hombre bajo esa piel. Se convirti¨® en una m¨¢quina de ganar. En el n¨²mero uno.
"Quiero ser tiger woods", grita Ryan Lochte, un nadador americano que cuando habla del rey de los campos de golf se est¨¢ refiriendo en realidad al emperador de las piscinas, a Michael Phelps. "Quiero ser como ¨¦l, un deportista que, llegado el momento m¨¢s importante, el d¨ªa de la final, nunca falla". Tambi¨¦n pod¨ªa hablar de G¨®mez Noya. As¨ª, al menos, ha bautizado al gallego, reciente campe¨®n del mundo, el canadiense Simon Whitfield, un rival desazonado. Y ¨¦ste no es un cualquiera. Whitfield es el campe¨®n ol¨ªmpico de Sidney y ha ganado ya 11 pruebas de Copa del Mundo, una m¨¢s que G¨®mez Noya, quien, por otra parte, ha ganado las siete ¨²ltimas que ha disputado. As¨ª que no es extra?o que Whitfield est¨¦ obsesionado con el gallego. Lo est¨¢ desde que en el Mundial de 2007, en Hamburgo, G¨®mez Noya, que sali¨® por delante de ¨¦l del agua, se volvi¨® una vez terminada la transici¨®n hacia la bicicleta, le mir¨® y le lanz¨® una sonrisa de superioridad. Hundido. Noya termin¨® segundo. Whitfield, cuarto. Y hace unas semanas, el Mundial se disput¨® en el territorio de Whitfield, en Canad¨¢. Noya gan¨®. Y en la frustraci¨®n busca Whitfield la motivaci¨®n. "No puedo consentir que me gane en Pek¨ªn", dice. "Tengo que derrotarlo. Es el mejor competidor que este deporte haya conocido nunca. Es el Tiger Woods del triatl¨®n".
Como todo coloso, muchos sospechan que G¨®mez Noya debe de tener un punto d¨¦bil. Los pocos que le han derrotado hasta ahora han aprovechado que pese a que en la carrera a pie es capaz de poner un ritmo demoledor, G¨®mez Noya s¨®lo maneja una marcha. Si alguien consigue aguantarle el ritmo, al final puede superarlo. Otros apuntan a que el calor y la humedad pueden m¨¢s que su talento. Dicen que es de los que rinden m¨¢s en aquellos odiosos triatlones en los que los deportistas se sienten m¨¢s a gusto en el agua que fuera, en los que prefieren seguir nadando en un lago con agua a 18 grados cent¨ªgrados que salir al aire, quitarse el traje de neopreno y tiritar de fr¨ªo en la bicicleta.
Para adaptarse a las condiciones extremas que le esperan en Pek¨ªn, G¨®mez Noya, junto al resto del equipo ol¨ªmpico espa?ol, se concentrar¨¢ en Corea, con un ambiente similar al de la capital china. Quiz¨¢ all¨ª se encuentre con Whitfield, quien seguir¨¢ motiv¨¢ndose pensando en derrotarlo. "Cuando me siento desfallecer en los entrenamientos, pienso en Javier y me digo: "Seguro que ¨¦ste nunca desfallece", y me obligo a seguir", dice Whitfield, de 33 a?os, quien ha colocado encima del tapiz rodante donde corre a pie un cartel con el nombre del gallego.
Quiz¨¢ el canadiense tambi¨¦n deber¨ªa imitar la rutina de precompetici¨®n de su admirado rival, un par de gestos que muestran que la confianza no hay que buscarla lejos: un piquito con su novia, la triatleta alemana Ricarda Lisk, y una pizquita de vaselina acompa?ada de un masaje en sus tobillos.
Llave en mano
Isabel Fern¨¢ndez. Elche, 1 de febrero de 1972. 1,62 metros, 58 kilos. Yudoca .
Sus 58 kilos se convertir¨¢n en 57, el peso de la categor¨ªa en la que participa, en s¨®lo dos semanas. Mientras tanto mantiene su estricto r¨¦gimen de preparaci¨®n f¨ªsica en el Judo Club Alicante, que regenta desde hace 10 a?os junto a su marido y entrenador, Javier Alonso. A las nueve de la noche, este tatami del barrio alicantino de San Blas est¨¢ lleno de parejas de combate ejecutando llaves. Tres de las cuatro yudocas alicantinas que van a Pek¨ªn entrenan en este mismo gimnasio. El mo?o de Isabel va de un lado a otro de la estancia. Su inacabable palmar¨¦s (adem¨¢s de sus numerosas medallas en campeonatos de Europa y del mundo, oro en Sidney 2000 y bronce en Atlanta 96), gestado a base de luxaciones, estrangulaciones y grandes dosis de inteligencia para doblegar a sus rivales, tambi¨¦n le deja tiempo para ejercer como concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Alicante.
Campe¨®n por KO
Juan Antonio Ramos. Barcelona, 18 de agosto de 1976. 1,68, 60 kilos. Taekwondo
Tenga cuidado con este tipo menudo de cuerpo fibroso, con sus andares chulescos y su semblante serio. Como le ponga esa cara de la fotograf¨ªa, ya puede echarse a temblar. La imagen en cuesti¨®n corresponde al actual campe¨®n del mundo de taekwondo. Acaba de terminar el entrenamiento de la tarde en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Barcelona junto a su novia, Brigitte Yag¨¹e, taekwondista como ¨¦l, que se perder¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos por una lesi¨®n. Los dos comparten su vida en estas instalaciones. Desde las siete de la ma?ana, carreras, pesas; despu¨¦s, ejercicios t¨¦cnicos, combates. ?Mis padres me apuntaron en un gimnasio donde se ense?aba este deporte porque ya desde peque?o era muy nervioso?, cuenta Ramos. Desde que falleci¨®, lleva a su padre colgando del cuello en una medalla que s¨®lo se quita para luchar.
El gimnasta total
Rafa Mart¨ªnez. Madrid, 10 de diciembre de 1983. 1,65 metros, 60 kilos. Gimnasta
Un tipo encantador, Rafa Mart¨ªnez. Menudo, como la mayor¨ªa de los gimnastas, pero fuerte como un roble. Por no hablar de su agilidad, porque en cuanto te descuidas se marca una voltereta hacia atr¨¢s sin despeinarse. El campe¨®n absoluto de Europa en 2005 ha terminado esta ma?ana el entrenamiento antes de lo habitual. Lo normal en los d¨ªas previos a los JJ OO es verle machac¨¢ndose en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Madrid desde las once de la ma?ana hasta poco antes de las dos de la tarde, antes de ir a comer a su casa de M¨®stoles. Vuelve a las cinco y sigue trabajando hasta las 20.30. Potro, barra, suelo, salto, anillas? ?Tenemos mucha presi¨®n. Nuestros primeros rivales son Bielorrusia, Francia, Canad¨¢? Mira, as¨ª saludo cuando s¨¦ que he terminado bien el ejercicio?, dice, gesticulando para la fot¨®grafa con el brazo derecho levantado. ?A ver si te pongo esta misma cara en China?.
Abanderado
Gervasio Deferr. Barcelona, 7 de noviembre de 1980. 1,65 metros, 65 kilos. Gimnasta
Deferr tiene pinta de estar de vuelta de muchas cosas. Atiende al m¨®vil reci¨¦n terminado el entrenamiento de la ma?ana y se mueve como un polvorilla por esta enorme sala del Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CAR) de Madrid. Habla de su camale¨®n, que se ha debido de romper una pata, y parece desear salir pitando. De la sesi¨®n de fotos, de la charla posterior y casi del CAR. Pero en cuanto al doble medallista de oro ol¨ªmpico en Sidney 2000 y Atenas 2004 (ambos trofeos obtenidos en la modalidad de salto) se le pregunta por la posibilidad de pasar a la historia como el primer espa?ol en conseguir tres medallas de oro ol¨ªmpicas, su mirada parece al fin detenerse en un punto fijo: los ojos de su interlocutor. ?Los propios Juegos ya te crean bastante presi¨®n? Pero est¨¢ claro que estoy trabajando para conseguirlo, y quiero luchar por ello?.
Fan¨¢tico de la perfecci¨®n
Joan Llaneras. Porreras (Mallorca), 17 de mayo de 1969. 1,80 metros, 65 kilos. Ciclista
Su om¨®plato derecho canta La Traviata: ?Sidney 2000?. Como otros medallistas ol¨ªmpicos espa?oles, Llaneras lleva tatuado en su piel el recuerdo de la conquista del oro. Fue en la carrera por puntos. Cuatro a?os despu¨¦s se trajo la plata de Atenas. ?Despu¨¦s de estos Juegos me retiro. Si puede ser con otra medalla, mejor que mejor. ?Despu¨¦s? El abismo?. As¨ª es Llaneras. Discreto, minucioso, meditabundo y practicante de la sofrolog¨ªa antes de las competiciones. Llega a su casa, con id¨ªlicas vistas a las monta?as de Montagut (Girona), despu¨¦s de entrenar y de recoger en el cole a sus dos hijos. ?Pronto dejaremos esto y nos trasladaremos a Mallorca. He recibido una oferta para dirigir el vel¨®dromo de Palma. Me hace ilusi¨®n volver a mi tierra?. Por el momento se afana en pedalear alrededor de 70 kil¨®metros diarios. ?Aunque me retire, seguir¨¦ siendo un fan¨¢tico del ciclismo?.
Sirenas del podio
Andrea Fuentes. Tarragona, 7 de abril de 1983. 1,69 metros, 57 kilos
Gemma Mengual. Barcelona, 12 de abril de 1977. 1,73 metros, 55 kilos
Acrobacias repetidas hasta m¨¢s all¨¢ de lo humanamente soportable. Nunca quedan lo suficientemente perfectas. Un desliz pr¨¢cticamente imperceptible para el com¨²n de los mortales convierte una sesi¨®n de sus entrenamientos en una condena de repeticiones. Gemma Mengual y Andrea Fuentes practican sus ejercicios a d¨²o para Pek¨ªn 2008 muy cerca del resto de sus compa?eras del equipo de nataci¨®n sincronizada, en la piscina al aire libre del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Barcelona. Hay d¨ªas que pasan hasta 11 horas en el agua a las ¨®rdenes de la seleccionadora, Ana Tarr¨¦s. Por tanto, podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que en su caso se trata del medio natural. Y no todo es brincar como peces en el agua. Nataci¨®n de resistencia, pesas, pilates? Todo por asegurar, como m¨ªnimo, la plata en Pek¨ªn. ?Hay que ser consciente de que Rusia es Rusia. Amarrar la plata ya ser¨ªa todo un ¨¦xito. Tanto a d¨²o como en equipo, estamos muy bien posicionadas?, argumenta tras el entrenamiento de la ma?ana Gemma Mengual, l¨ªder de todo el equipo. Ya estuvieron a punto de saltar al podio en Atenas 2004. Abran paso a nuestras sirenas de agua dulce.
Contra todo pron¨®stico
Javier G¨®mez Noya. Basilea (Suiza), 25 de marzo de 1983. 1,78 metros, 69 kilos. Triatl¨®n.
Todo iba bien hasta que en 1999, tras un control m¨¦dico rutinario,
le detectaron una valvulopat¨ªa a¨®rtica cong¨¦nita. A partir de entonces, el actual campe¨®n mundial de triatl¨®n ?disciplina que a¨²na atletismo, nataci¨®n y ciclismo? tuvo que demostrar al mundo entero que pod¨ªa seguir compitiendo al m¨¢s alto nivel. ?B¨¢sicamente requiero controles cada seis meses. Pero hubo discrepancias entre mis m¨¦dicos y los del Consejo Superior de Deportes. Han sido muchos a?os de batalla por recuperar mi licencia deportiva y probar que puedo esforzarme sin poner en riesgo la salud. ?C¨®mo iba a perjudicarme a m¨ª mismo? En su momento perd¨ª muchas ilusiones?. Gallego, hijo de emigrantes en Suiza, Javier trata hoy de olvidar y concentrarse en sus cinco kil¨®metros ma?aneros de nataci¨®n, las dos horas de bicicleta, y la hora y media de carrera a pie por las tardes. ?stos son sus primeros Juegos Ol¨ªmpicos. ?Estar en Atenas 2004 me habr¨ªa ayudado mucho?.
Un delf¨ªn del barrio de Horta
Erika Villa¨¦cija. Barcelona, 2 de junio de 1984. 1,77 metros, 59 kilos. Nadadora.
Erika Villa¨¦cija est¨¢ a punto de terminar de recorrer sus m¨¢s de 15 kil¨®metros diarios de entrenamiento por la ¨²ltima calle de la piscina al aire libre del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Barcelona, en las inmediaciones de Sant Cugat del Vall¨¨s. Desarrolla su ritmo cadencioso de brazadas bajo la mirada imperturbable de su entrenador, el exigente Joan Fortuny. La nadadora, originaria del barrio de Horta, acaricia medalla por mera cuesti¨®n estad¨ªstica, al menos en la distancia de 800 metros: su palmar¨¦s evoluciona en los ¨²ltimos a?os de un quinto puesto en la final de Atenas 2004 de los 800 metros libre y un sexto en el relevo de 4¡Á200 a la cuarta posici¨®n en las finales de 800 y 1.500 en los mundiales de Melbourne 2007. ?Me gustar¨ªa seguir nadando los pr¨®ximos cuatro a?os, pero tambi¨¦n quiero acabar en alg¨²n momento la carrera de psicolog¨ªa?.
Contador a mil
Alberto Contador. Pinto (Madrid), 6 de diciembre de 1982. 1,76 metros, 62 kilos. Ciclista
Por ah¨ª viene Alberto, a lomos de su bicicleta de entrenamiento. Ha recorrido 110 kil¨®metros en tres horas y media. Le esperamos en una rotonda de entrada a Pinto, donde cualquiera puede contarle vida y milagros del ganador del Giro de Italia 2008 y el Tour de Francia 2007. Lo de milagro es literal, a tenor de la horrible ca¨ªda que tuvo en 2004, cuando sufri¨® unas convulsiones en plena carrera de la Vuelta a Asturias. Operado de un cavernoma cerebral cong¨¦nito, regres¨® a la competici¨®n en 2005 para mayor gloria del ciclismo espa?ol. ?Me hace mucha ilusi¨®n participar en los Juegos. Tengo puestas todas mis esperanzas en la contrarreloj?. Tambi¨¦n saca tiempo para tener a punto su casa. ?Antes de ir a Pek¨ªn me independizo?. Eso s¨ª, aunque vuele del hogar paterno, se queda en Pinto. El mismo sitio donde los taxistas que le ve¨ªan pedalear desde peque?o dec¨ªan: ?Chico, t¨² llegar¨¢s lejos?.
El palista obstinado
David Cal. H¨ªo (Cangas do Morrazo, Pontevedra), 10 de octubre de 1982. 1,83 metros, 85 kilos.
Son las 18.30 y a David se le ha quedado esta cara despu¨¦s de dar muchas paladas en el pontevedr¨¦s embalse de Berducido. Por la ma?ana tambi¨¦n ha remado por estas aguas nada turbulentas, seguido, como de costumbre, por Suso Morlan desde la motora de vigilancia del entrenamiento. Es su ¨²nica y distante compa?¨ªa durante el esfuerzo. Hoy tocan series de 300, 200 y 100 metros con variaciones de intensidad. Despu¨¦s de la foto sale zumbando para el gimnasio. Y pocos d¨ªas m¨¢s tarde se retira junto a un lago de la provincia de Zaragoza para olvidarse de los flashes y los periodistas hasta el 8 de agosto. Ya consigui¨® una medalla de oro en Atenas 2004. ?En pirag¨¹ismo no existen r¨¦cords propiamente dichos, pero mi mejor marca son los 3,46 minutos con los que gan¨¦ el oro en 2004?. De Pek¨ªn quiere traerse otras dos del mismo metal. ?Todo lo que no sea superar el oro y la plata de Atenas ser¨ªa empeorar, as¨ª que voy a por todas?.
Ganar con estilo
Mireia Belmonte. Badalona (Barcelona), 1 de noviembre de 1990. 1,70 metros, 60 kilos. Nadadora
Vive aqu¨ª, en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Barcelona, desde los 13 a?os. Atesora el t¨ªtulo de campeona europea de 200 metros estilos y ocho plusmarcas espa?olas, adem¨¢s de una europea. Afronta el ¨²ltimo tramo de preparaci¨®n de sus primeros Juegos braceando alrededor de 3.000 metros, de 7.30 a 9.30, bajo la atenta mirada de su entrenador, Carles Subirana. En los Juegos nadar¨¢ 200 metros braza, y 200 y 400 estilos. ?A mariposa no, porque la competici¨®n coincid¨ªa con la final de 200 estilos. Si hubiera sido por m¨ª, lo habr¨ªa hecho?, dice con desparpajo. ?Me conformar¨ªa con llegar a una de las finales?. Carism¨¢tica en el agua y autoexigente, quiere estudiar empresariales tras la selectividad. Pero esta perla del cloro jugar¨¢ primero a ense?ar su elegante estela a las rivales de Pek¨ªn.
La marcha de Paco
Paquillo Fern¨¢ndez. Guadix (Granada), 6 de marzo de 1977. 1,75 metros, 65 kilos. Especialista en 20 kil¨®metros marcha
La pista de atletismo que lleva su nombre en Guadix est¨¢ a punto de convertirse en una sart¨¦n a las once de la ma?ana. El marchador baja de su monovolumen con prisa por empezar a sudar. Media hora y 14 vueltas al recinto m¨¢s tarde se convierte en una fuente. Mucha plata: en Atenas 2004 y en los Campeonatos del Mundo de Atletismo (Par¨ªs 2003, Helsinki 2005 y Osaka 2007). Pero tambi¨¦n un par
de oros en los Campeonatos de Europa de Atletismo (M¨²nich 2002 y Gotemburgo 2006). ??Por qu¨¦ no aspirar al oro en Pek¨ªn??. Sesiones de hasta 25 kil¨®metros repartidas entre ma?ana y tarde. Todo por alcanzar la gloria en 20 kil¨®metros. ?En Londres 2012 me pasar¨¦ probablemente a los 50 kil¨®metros marcha. ?Razones? Edad, resistencia? ?Pero seguro que tenemos Paquillo Fern¨¢ndez para rato!?.
Fiel a la monta?a
Jos¨¦ Antonio Hermida. Puigcerd¨¤ (Girona), 24 de agosto de 1978. 1,72 metros, 63 kilos. Especialista de mountain bike.
Aprobar la EGB sirvi¨® de salvo-conducto para un veloc¨ªpedo con el que salir de excursi¨®n. Un par de a?os m¨¢s tarde agujere¨® un casco de hockey para participar en una competici¨®n de mountain bike. ?La gan¨¦ de calle. Despu¨¦s vinieron m¨¢s trofeos y lo de 1996, cuando me convert¨ª en el primer espa?ol campe¨®n del mundo de este deporte en la categor¨ªa j¨²nior. Tengo la sensaci¨®n de haber ido con el machete, abri¨¦ndome camino?. Hermida siempre ha sido fiel a este deporte, considerado ol¨ªmpico desde Atlanta 96. Incluso ha llegado a rechazar ofertas que le tentaron a pasarse al ciclismo de carretera. ?La bicicleta de monta?a se invent¨® a Hermida y nunca renunciar¨¦ a ella. Adem¨¢s, quer¨ªa estar en Atenas 2004. Y mira, al final me llev¨¦ la plata??.
La nueva estrella
Rudy Fern¨¢ndez. Palma de Mallorca, 4 de abril de 1985. 1,95 metros, 84 kilos. Jugador de baloncesto
El retrato se toma antes de marchar a la concentraci¨®n en San Fernando (C¨¢diz) con sus compa?eros de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto. Todo el equipo es medallable. Y para Rudy, el reciente cambio de entrenador (Aito Garc¨ªa Reneses por Pepu Hern¨¢ndez) no modifica las expectativas.
?El ambiente es muy bueno, y aunque hay gente nueva, llegan como un familiar m¨¢s?. Ha sido escolta del DKV Joventut hasta el final de la pasada temporada.
Para la que viene le espera la NBA. Es el octavo espa?ol que consigue volar por las canchas de la liga de las estrellas estadounidense, donde jugar¨¢ en los Blazers de Portland. ?Creo que me ir¨¢ bien por all¨¢. Mi forma de jugar, agre-siva y en busca del uno contra uno, puede encajar. Adem¨¢s, me encanta la comida basura?.
Sed de victoria
Rafael Nadal. Manacor (Mallorca), 3 de juniode 1986. 1,85 metros, 85 kilos. Tenista
Este a?o no se le resiste ni la hierba. Al flamante campe¨®n de Wimbledon 2008y cuatro veces ganador de Roland Garros, el jugador m¨¢s laureado del tenis espa?ol, sus m¨²ltiples compromisos le han impedido participar en este reportaje. Pero si hay un rostro que mejor resume el camino hacia la victoria es el del tenista mallorqu¨ªn que jam¨¢s da una bola por perdida. Con la vista puesta sobre todo en los pr¨®ximos torneos estadounidenses, Nadal tambi¨¦n tendr¨¢ tiempo de viajar a Pek¨ªn a despeinarse la melena en la cancha. Tras derrotara Roger Federer en el All England Lawn Tennis and Croquet Club de Wimbledon y convertirse en leyenda por derecho propio, reconoci¨® a este peri¨®dico sentir algo especial ante su debut individual en los JJ OO.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Erika Villa¨¦cija
- Joan Llaneras
- Gemma Mengual
- Juegos Ol¨ªmpicos 2008
- Francisco Fern¨¢ndez "Paquillo"
- Isabel Fern¨¢ndez
- Javier Gomez Noya
- Gervasio Deferr
- Rudy Fern¨¢ndez
- Alberto Contador
- Rafa Nadal
- Rafael Mart¨ªnez
- Mireia Belmonte
- Jos¨¦ Antonio Hermida
- David Cal
- Deportistas
- Juegos Ol¨ªmpicos
- Gente
- Competiciones
- Deportes
- Sociedad