Cl¨¦rigos de Yemen vetan que las mujeres sean elegidas diputadas
Organizaciones femeninas piden al Parlamento de Sanaa que rechace la fetua
El presidente de Yemen, Al¨ª Abdul¨¢ Saleh, pretende sacar a su pa¨ªs del deshonroso puesto que ocupa por la representaci¨®n femenina en sus instituciones. En su Parlamento s¨®lo hay una diputada, lo que le sit¨²a en la cola de cuantos pa¨ªses ¨¢rabes poseen esa instituci¨®n. Saleh ha propuesto aprobar una ley que reserve el 15% de los esca?os a las mujeres en las elecciones legislativas de 2009, un porcentaje inferior al de pa¨ªses como Marruecos o Jordania, pero el clero musulm¨¢n maldice la iniciativa. Con la mezquita hemos topado.
"Todo esto nos aterra y nos lleva a un Estado teocr¨¢tico", denuncia Mashoor
Reunidos a mediados de mes en Sanaa, la capital, unos 2.000 cl¨¦rigos, pol¨ªticos conservadores y jefes tribales declararon que la participaci¨®n de las mujeres en pol¨ªtica es haram (pecado). Los religiosos eruditos redactaron incluso una fetua (edicto isl¨¢mico) que proh¨ªbe la concurrencia de candidatas a las elecciones.
"Advertimos de que abrir la puerta a las mujeres significa que saldr¨¢n de sus casas y se mezclaran con hombres", reza un op¨²sculo distribuido durante la conferencia. "Si salen de sus hogares y coinciden con hombres en los lugares de trabajo, surgir¨¢n relaciones al margen del matrimonio, situaciones indecentes, adulterio e hijos ilegales".
"Para que el barco [de Yemen] no se hunda" era el eslogan de la conferencia que organiz¨® el pol¨ªtico islamista Abdelmajeed al Zindani, considerado por EE UU como proveedor de fondos de organizaciones terroristas.
Para evitar el "naufragio", los asistentes decidieron la creaci¨®n de un comit¨¦ para la promoci¨®n de la virtud y la prevenci¨®n del vicio dirigido por 42 cl¨¦rigos y cuyos agentes recorrer¨¢n las calles y locales p¨²blicos en busca de "comportamientos indecentes". Se encargar¨¢n de se?alarlos a la polic¨ªa, porque no podr¨¢n practicar detenciones, seg¨²n precis¨® el viceministro de Orientaci¨®n Religiosa, Hasan Abdul¨¢ al Cheik. En Arabia Saud¨ª existe una fuerza p¨²blica con el mismo cometido, pero con mayores poderes.
El vicio consiste, seg¨²n un primer cat¨¢logo aprobado en la conferencia, en consumir alcohol, asistir a desfiles de moda, bailar con personas de sexo opuesto, cantar en p¨²blico para las mujeres, enviar a las chicas a estudiar al extranjero sin que las acompa?e un var¨®n de su familia que las vigile, etc¨¦tera.
"Todo esto nos asusta y nos conduce hacia un Estado teocr¨¢tico", declaraba al diario The Yemen Observer Hooriah Mashoor, vicepresidenta del Comit¨¦ Nacional de Mujeres, un organismo oficial. Junto con la Uni¨®n de Mujeres Yemen¨ªes, una ONG privada, est¨¢n llevando a cabo una campa?a para frenar el ¨ªmpetu islamista.
"Queremos que el Parlamento condene expl¨ªcitamente esta fetua, porque constituye un ataque contra las libertades p¨²blicas y privadas", afirma Ramziah al Eryani, presidenta de la Uni¨®n de Mujeres. Pidi¨® cita al presidente del Parlamento, Yahya al Raie, para solicitarle ese pronunciamiento. La fij¨® para el domingo, pero despu¨¦s la aplaz¨® sine die. No es seguro que el Parlamento recoja sus aspiraciones. La instituci¨®n tiene un cariz cada vez m¨¢s conservador. La comisi¨®n parlamentaria de la shar¨ªa isl¨¢mica, que comprueba la conformidad de las leyes con la religi¨®n musulmana, ha rechazado una enmienda del Gobierno que hubiese equiparado las indemnizaciones por muerte accidental de una mujer con las que perciben los familiares si el fallecido es un hombre. Actualmente, la compensaci¨®n por el var¨®n duplica a la de la mujer.
El Parlamento se dispone adem¨¢s a aprobar una ley que prev¨¦ un a?o de c¨¢rcel para los hombres y mujeres que se re¨²nan a solas sin que existan entre ellos lazos familiares. Cuando entre en vigor, ning¨²n hombre podr¨¢ dar, por ejemplo, clases particulares a una mujer sin que ¨¦sta est¨¦ acompa?ada. Las mujeres tampoco podr¨¢n tomar taxis.
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