R¨ªo de Janeiro se blinda ante la creciente violencia en sus calles
750 c¨¢maras de televisi¨®n vigilar¨¢n los puntos conflictivos
R¨ªo de Janeiro, una de las ciudades m¨¢s bellas del mundo, se est¨¢ degradando cada minuto que pasa. Nadie es capaz de parar la violencia que se extiende como un c¨¢ncer por sus calles y plazas. No ha servido ni la ayuda del Ej¨¦rcito brasile?o.
Las milicias ilegales, que act¨²an en cerca de 180 favelas y ya han comenzado a actuar en los barrios ricos de la ciudad, han incrementado a¨²n m¨¢s el ¨ªndice de violencia. Sus miembros combaten ahora todos contra todos.
J¨®venes armados toman una calle en pleno d¨ªa y asaltan a los automovilistas
Las autoridades y los candidatos a las elecciones municipales del pr¨®ximo mes de octubre hacen promesas que saben que no van a poder cumplir, mientras que en los sondeos de opini¨®n la violencia aparece como la preocupaci¨®n n¨²mero uno de los ciudadanos cariocas.
El Ayuntamiento de R¨ªo ha decidido combatir la aguda violencia urbana con la colocaci¨®n de 750 c¨¢maras en calles y plazas, sobre todo en los puntos m¨¢s conflictivos de la ciudad, y con la construcci¨®n de 23 comisar¨ªas policiales de seguridad en 17 de las zonas del norte de la ciudad y de Niteroi.
El secretario de Seguridad del Estado de R¨ªo, Jos¨¦ Mariano Beltr¨¢n, confes¨® ayer que la polic¨ªa no est¨¢ en condiciones de actuar en todas las ¨¢reas dominadas por los narcotraficantes y por los milicianos: 1.200 favelas y barrios conflictivos de la ciudad. Ante la falta de efectivos, Beltr¨¢n afirma que es necesario escoger los puntos de mayor violencia.
Las autoridades de R¨ªo tienen que actuar en un doble frente: la lucha contra la violencia de los narcos y la incompetencia y corrupci¨®n de una parte de la polic¨ªa. Ayer mismo, tres agentes fueron destituidos por haber torturado y chantajeado a un empresario, a quien exig¨ªan el pago de 50.000 reales [unos 20.600 euros]. Varios agentes, con las voces desfiguradas, confesaban ante las c¨¢maras de televisi¨®n que sal¨ªan a la calle "sin estar entrenados" e incluso "sin saber bien c¨®mo funcionan las armas que nos entregan".
La conocida columnista del diario O Globo Cora Ronai se vio envuelta en una acci¨®n violencia d¨ªas atr¨¢s. Fue sorprendida en el curso de una serie de asaltos a automovilistas tras haber sido cerrada una calle entera al tr¨¢nsito por parte de adolescentes armados con pistolas. La calle tomada por los delincuentes en pleno d¨ªa fue la de S?o Clemente, en el castizo barrio central de Botafogo. Ronai dedic¨® su columna semanal a evocar el incidente y a criticar la situaci¨®n de inseguridad que ha alcanzado la ciudad.
Tras dar gracias a Dios por haber salido con vida del asalto, Ronai coment¨® que, despu¨¦s de todo, se sent¨ªa feliz de pertenecer al grupo social de los que hab¨ªan tenido acceso a la educaci¨®n y a los medios para vivir dignamente, y no al de los asaltantes, v¨ªctimas tambi¨¦n ellos de otra violencia no menor: la de la exclusi¨®n social.
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