Variables decisivas
Hace cuatro a?os, Argentina e Italia se jugaron en Atenas el oro ol¨ªmpico en la final quiz¨¢s m¨¢s pobre en cuanto a talento atl¨¦tico y t¨¦cnico individual que se recuerde, pero con un nivel alt¨ªsimo de inteligencia baloncest¨ªstica, de car¨¢cter y de riqueza t¨¢ctica en la pista. El ejemplo en clave ol¨ªmpica nos puede servir para enfocar la competici¨®n que est¨¢ a punto de empezar desde una perspectiva algo diferente de la que propone a Estados Unidos y Espa?a como ¨²nicos candidatos a la medalla de oro, tal y como parece (y no sin raz¨®n) que todo el mundo est¨¢ opinando.
Indudablemente, estamos hablando de las plantillas m¨¢s ricas en cuanto a talento, m¨¢s completas y tambi¨¦n las que m¨¢s sensaci¨®n de fuerza han transmitido en los partidos de preparaci¨®n, quiz¨¢s con m¨¢s jugadores capaces de ganar un partido solos (Estados Unidos), y con una cohesi¨®n y sentido de equipo superior por parte de Espa?a.
Sin embargo, como demostraron los ¨²ltimos campeonatos de Europa y del mundo, tener la plantilla m¨¢s fuerte no garantiza autom¨¢ticamente el ¨¦xito: si es verdad que a todos nos sorprender¨ªa un triunfo de cualquier otra selecci¨®n, en una competici¨®n corta que en un momento dado se reduce a ganar ESE partido en ESE d¨ªa, parece poco generoso o poco prudente descartar a priori la solidez de Grecia, la calidad de Lituania, la competitividad de Argentina o la condici¨®n atl¨¦tica de Rusia. Las lesiones y el cansancio son una variable imprevisible e importante, saber mantener el correcto equilibrio entre ambici¨®n y humildad es clave, saberse preparar mental y t¨¢cticamente con poco m¨¢s de 24 horas, jugando d¨ªa s¨ª d¨ªa no, quiz¨¢s decisivo.
Estados Unidos tiene que demostrar que ha aprendido a respetar el baloncesto internacional, Espa?a siente que tiene la mejor oportunidad de siempre, y los dem¨¢s tienen la liviana tranquilidad que a veces permite alcanzar niveles de prestaciones alt¨ªsimos. El ¨²nico deseo es que el baloncesto siga manteni¨¦ndose al margen del c¨¢ncer del deporte de nuestra ¨¦poca, el dopaje, que seguramente y desgraciadamente se cobrar¨¢ v¨ªctimas tambi¨¦n en los Juegos que han empezado.
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