Perspectivas econ¨®micas en 'L'
Los precios de las viviendas est¨¢n en ca¨ªda libre. El desempleo aumenta. La confianza de los consumidores est¨¢ alcanzando profundidades no vistas desde 1980. ?Cu¨¢ndo acabar¨¢ todo? La respuesta es que probablemente no antes de 2010 o despu¨¦s. Barack Obama deber¨ªa tomar nota.
Es cierto que algunos expertos en pron¨®sticos siguen esperando una recuperaci¨®n en "V", en la que la econom¨ªa se recupere r¨¢pidamente de su contracci¨®n. Seg¨²n este punto de vista, uno de estos d¨ªas volver¨¢ a amanecer en Estados Unidos.
Pero si la experiencia de los ¨²ltimos 20 a?os sirve de gu¨ªa, la perspectiva para la econom¨ªa no tiene forma de "V", sino de "L": en lugar de una recuperaci¨®n, tendremos un periodo prolongado de resultados planos o, en el mejor de los casos, una lenta mejora.
"Poner fin a las antiguas recesiones era f¨¢cil, acabar con las contracciones modernas es m¨¢s dif¨ªcil"
"Teniendo en cuenta la situaci¨®n, es dif¨ªcil entender c¨®mo puede Barak Obama perder las elecciones"
Empecemos por la vivienda. De acuerdo con el ¨ªndice Case-Shiller, ampliamente utilizado, el precio medio de la vivienda en Estados Unidos ca¨ªa un 17% el a?o pasado. Pero estamos deshinchando una enorme burbuja inmobiliaria, y es probable que el precio de las viviendas siga bajando mucho m¨¢s. En concreto, los precios reales de las viviendas, es decir, los precios ajustados a la inflaci¨®n experimentada por el resto de la econom¨ªa, subieron m¨¢s del 70% entre 2000 y 2006. Desde entonces han bajado bastante, pero siguen estando un 30% por encima del nivel de 2000.
?Deber¨ªamos esperar que bajen hasta alcanzar ese nivel? Bien, a finales de la d¨¦cada de 1980, Los ?ngeles experiment¨® una gran burbuja inmobiliaria localizada: los precios reales de las viviendas aumentaron aproximadamente un 50% antes de que la burbuja estallase. Los precios empezaron a caer un 25%, lo cual, combinado con la inflaci¨®n constante, hizo que los precios reales de la vivienda cayesen otra vez hasta el nivel anterior a la burbuja.
Y he aqu¨ª el tema: este proceso tard¨® m¨¢s de cinco a?os. Los precios de la vivienda en Los ?ngeles no alcanzaron su punto m¨ªnimo hasta mediados de los a?os noventa. Si la actual contracci¨®n inmobiliaria sigue el mismo calendario, no veremos una recuperaci¨®n hasta 2011 o m¨¢s tarde.
?Y qu¨¦ hay de la econom¨ªa en general? Podr¨ªamos sentir la tentaci¨®n de consolarnos con el hecho de que las dos ¨²ltimas recesiones, la de 1990-1991 y la de 2001, fueron bastante cortas. Pero en ambos casos, el fin oficial de la recesi¨®n fue seguido por un largo periodo de lento crecimiento econ¨®mico y un aumento del desempleo que a la mayor¨ªa de los estadounidenses les parec¨ªa una recesi¨®n continuada.
As¨ª, la recesi¨®n de 1990 acab¨® oficialmente en marzo de 1991, pero el paro sigui¨® creciendo durante buena parte de 1992, y eso permiti¨® a Bill Clinton ganar las elecciones bas¨¢ndose en la frase "es la econom¨ªa, est¨²pido". La siguiente recesi¨®n empez¨® oficialmente en marzo de 2001 y acab¨® en noviembre, pero el desempleo sigui¨® aumentando hasta junio de 2003.
Estos prolongados episodios parecidos a una recesi¨®n probablemente reflejan la naturaleza cambiante del ciclo empresarial. Las recesiones anteriores fueron m¨¢s o menos dise?adas deliberadamente por la Reserva Federal, que subi¨® los tipos de inter¨¦s para controlar la inflaci¨®n. Las contracciones modernas, en cambio, han sido como resacas despu¨¦s de los brotes de exuberancia irracional: el ahorro y el cr¨¦dito inmobiliario gratis para todos en la d¨¦cada de 1980, la burbuja tecnol¨®gica en los a?os noventa y ahora la burbuja inmobiliaria.
Poner fin a las antiguas recesiones era f¨¢cil, porque todo lo que la Reserva Federal ten¨ªa que hacer era aminorar el ritmo. Acabar con las contracciones modernas es mucho m¨¢s dif¨ªcil, porque la econom¨ªa necesita encontrar algo que sustituya a la burbuja pinchada.
A la Reserva Federal, en concreto, le est¨¢ resultando dif¨ªcil encontrar tracci¨®n en las recesiones modernas. En 2002, se ten¨ªa la fuerte sensaci¨®n de que estaba "tirando de un hilo": segu¨ªa rebajando los tipos de inter¨¦s, pero nadie quer¨ªa endeudarse hasta que empez¨® la burbuja de la vivienda. Y ahora est¨¢ volviendo a ocurrir. The Onion, como es habitual, daba directamente en el clavo con su reciente titular: "Naci¨®n plagada de recesiones busca nueva burbuja en la que invertir".
Pero probablemente no encontraremos otra burbuja, o al menos una lo suficientemente grande como para alimentar una recuperaci¨®n r¨¢pida. Y esto tiene, entre otras cosas, importantes implicaciones pol¨ªticas.
Teniendo en cuenta la situaci¨®n de la econom¨ªa, es dif¨ªcil ver c¨®mo puede Barack Obama perder las elecciones de 2008. Una an¨¦cdota: esta semana, al pasar por delante de una multitud que esperaba ante una sucursal de IndyMac, el banco que ha quebrado, un conductor grit¨® al pasar: "?La econom¨ªa de Bush no ha funcionado! ?Ladrones republicanos de derechas!" La multitud lo vitore¨®.
Pero lo que la econom¨ªa da, tambi¨¦n lo quita. Si la actual recesi¨®n sigue el t¨ªpico patr¨®n moderno, la econom¨ªa seguir¨¢ deprimida hasta bien entrado 2010, o incluso m¨¢s; suficiente tiempo para que la ciudadan¨ªa empiece a culpar al nuevo titular, y lo castigue en las elecciones de mitad de mandato.
Para evitar ese destino, Obama -si se convierte en el pr¨®ximo presidente- tendr¨¢ que moverse con rapidez y energ¨ªa para dar soluci¨®n al descontento estadounidense con la econom¨ªa. Eso supone otro plan de incentivos, mayor, mejor y m¨¢s sostenido que el que ha aprobado el Congreso a principios de a?o. Tambi¨¦n significa aprobar medidas a m¨¢s largo plazo para reducir la ansiedad econ¨®mica: sobre todo, atenci¨®n sanitaria para todos.
Si me preguntan a m¨ª, no hay mucho suspense en las elecciones de este a?o: si no comete errores extraordinarios, Obama ganar¨¢. Suponiendo que gane, la verdadera cuesti¨®n es qu¨¦ har¨¢ con su victoria.
Paul Krugman es profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Princeton. ? The New York Times News Service.
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