Estancados en Espa?a
Nad¨¦ en M¨¦xico 1968 y al a?o siguiente hice las maletas y me fui a Estados Unidos. A la Universidad de Indiana. Me viene a la cabeza ahora que Aschwin Wildeboer, el mejor nadador espa?ol en el Cubo del Agua de Pek¨ªn, anuncia que se va a Australia porque no encuentra buenas instalaciones en Espa?a, porque se ve obligado a entrenarse rodeado de "nadadores de cursillo". Yo empec¨¦ en el Club Nataci¨®n Sabadell y, aunque era un club puntero por aquellos a?os, los medios que ten¨ªamos nosotros eran irrisorios comparados con los que tienen los nadadores actuales. Pero, claro, han pasado casi cuarenta a?os y todo ha cambiado much¨ªsimo.
Yo me fui para estudiar, con una beca de la Delegaci¨®n nacional de Educaci¨®n F¨ªsica y Deporte (lo que hoy ser¨ªa el Consejo Superior de Deportes). Pero eleg¨ª Indiana porque ten¨ªa un gran programa de nataci¨®n. Enorme. Ten¨ªa 18 a?os, quer¨ªa seguir nadando y obtener un t¨ªtulo universitario y si pod¨ªa hacerlo al lado de gigantes como Mark Spitz o Gary Hall, de un mont¨®n de nadadores con r¨¦cords del mundo o capaces de romperlos, mucho mejor. Por lo que recuerdo no es que lo entrenamientos variaran demasiado. Ni la dedicaci¨®n de los t¨¦cnicos ni las piscinas ni los gimnasios y salas de musculaci¨®n. Eran mejores, pero la diferencia no era abismal.
Lo que era completamente diferente era el ambiente, el entorno competitivo, respirar la victoria como una obligaci¨®n. Si entrenas con la ¨¦lite de la nataci¨®n, si en la calle de al lado hay un tipo que ya es doble campe¨®n ol¨ªmpico y en los siguientes Juegos se colgar¨ªa siete oros m¨¢s, si vas a su rebufo, progresas de forma inevitable. Eso es lo que me ocurri¨® a m¨ª al lado de Mark Spitz. Mejor¨¦ mis marcas y volv¨ª a Espa?a como licenciado en Ciencias Qu¨ªmicas. Ahora los nadadores est¨¢n probablemente m¨¢s enfocados en su deporte. Tienen m¨¢s dinero, patrocinadores, muchos viven de la nataci¨®n, aunque son muy pocos los que son verdaderas estrellas y ¨¦ste sigue siendo un deporte minoritario del que s¨®lo se habla cada cuatro a?os, al calor de los Juegos.
En Espa?a hay instalaciones de nivel, se hacen concentraciones en altitud que eran impensables en mi ¨¦poca, y hay entrenadores de calidad. Lo que no hay es tanta competencia. Los nadadores se acostumbran a entrenarse casi solos o en grupos de tres o cuatro y llega un momento en el que sienten que se estancan, que no pueden competir de t¨² a t¨² con nadadores de otros pa¨ªses. Necesitan el est¨ªmulo de la competencia diaria, compa?eros de entrenamientos que les hagan de liebre, porque las mejoras son cada vez m¨¢s dif¨ªciles. M¨¢s cuando est¨¢s en un nivel como el de Aschwin, que no ha subido al podio ol¨ªmpico por s¨®lo unas cent¨¦simas.
Australia es un buen destino. Vive la nataci¨®n probablemente como ning¨²n pa¨ªs del mundo y tiene un sistema mod¨¦lico que ha producido innumerables campeones ol¨ªmpicos. Aschwin tiene 22 a?os y lo que quiere es una medalla en Londres 2012. Tal vez le ayuden al otro lado del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.