Indicaciones aprovechables
Entre las dos opciones que ayer planteaba en esta columna -intentar ganar preparando t¨¢cticamente el partido y jugarlo a cara descubierta guardando soluciones para el probable enfrentamiento con medalla en juego-, el cuerpo t¨¦cnico de Espa?a eligi¨® evidentemente la segunda. Estoy seguro de que las muchas indicaciones de ayer podr¨¢n utilizarse provechosamente ese d¨ªa para competir con mejor resultado.
La primera nota positiva es seguramente conseguir que todos los que opinan que la NBA es poco m¨¢s que un circo (y ven un partido cada dos a?os...) se callaran durante un buen rato: al margen de la evidente diferencia atl¨¦tica, el equipo norteamericano nos brind¨® una exhibici¨®n de concentraci¨®n, intensidad, circulaci¨®n de bal¨®n y toma de buenas decisiones en la cancha para el recuerdo. La segunda, que Felipe Reyes siempre es el ¨²ltimo en rendirse: no le importa la altura del rival ni su calidad; su orgullo y competitividad siempre salen triunfando.
En el plano colectivo, Estados Unidos supo achicar el campo en la defensa, colapsando muy bien la pintura desde el lado d¨¦bil y anulando as¨ª casi todas las jugadas de bloqueos y continuaci¨®n que demasiado repetidamente Espa?a iba intentando; en el ataque, sin embargo, ha sabido agrandar los espacios a cubrir por la defensa espa?ola m¨¢s all¨¢ de su alcance f¨ªsico gracias sobre todo a la labor de Carmelo Anthony fuera del arco de los tres puntos y a la capacidad de sus compa?eros de hacerle llegar con precisi¨®n la pelota.
Cuando Espa?a ha tenido ideas claras sobre c¨®mo atacar (penetrar con convicci¨®n para anotar y no para pasar y buscar al poste bajo como primera opci¨®n y no como recurso desesperado) y se ha defendido como equipo (queda por ver c¨®mo el team USA reaccionar¨ªa contra una defensa zonal bien ajustada a su ataque, que ya han tenido que ense?ar), ha dejado entrever m¨¢rgenes de mejora para un eventual nuevo enfrentamiento.
Dando por descontado que los norteamericanos estar¨¢n en la final, ahora toca recuperarse pronto y ganarse en los cruces el derecho a desafiarlos nuevamente.
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