Luces en el ba?ador
Anna Tarr¨¦s, seleccionadora de sincronizada, dise?a un traje revolucionario y espera que la FINA lo apruebe para el ejercicio libre
Michael Phelps abandon¨® la piscina y el Cubo de Agua se fue quedando desierto. Se marcharon los nadadores de carreras y hubo un peque?o intervalo de calma. Hasta que Anna Tarr¨¦s y su equipo de nataci¨®n sincronizada entr¨® en la plaza para preparar la competici¨®n que empieza hoy. Tra¨ªan ideas nuevas. Ideas luminosas, de colores vivos, el¨¦ctricas, listas para ser propuestas ante el comit¨¦ t¨¦cnico de la FINA (Federaci¨®n Internacional de Nataci¨®n). Este organismo, que ocupa un despacho en los subterr¨¢neos del edificio, es una especie de consejo de los ¨¦foros, compuesto por funcionarios cuya misi¨®n consiste en guardar las esencias de la nataci¨®n sincronizada y defender lo que consideran una idea pulcra del olimpismo. Ayer, se quedaron aturdidos cuando Anna Tarr¨¦s les propuso el nuevo ba?ador para la coreograf¨ªa ?frica, que nadar¨¢ su equipo en el ejercicio libre (ma?ana, a las 9.00, hora peninsular espa?ola). Nunca nadie les hab¨ªa presentado un ba?ador semejante. La prenda, blanca, negra, roja, amarilla y verde, brillaba con un sistema de m¨¢s de 70 lamparillas diminutas, alimentadas a pila y alineadas bajo la lycra, siguiendo el dise?o estampado de una m¨¢scara africana elemental.
La prenda, de colores, brilla con un sistema de m¨¢s de 70 lamparillas a pila
El reglamento proh¨ªbe que se lleven "objetos adicionales"
El presidente del comit¨¦ de la FINA, Guenadi Aleshi, es uno de esos rusos monol¨ªticos. Cuadrado como un bloque de granito. Ayer se paseaba entre las piscinas danzo zancadas peligrosamente pesadas. Inexpresivo. Tal vez mascullaba sus reflexiones sobre el ba?ador el¨¦ctrico. Hoy deber¨¢ emitir su veredicto y no lo tiene nada claro.
Al parecer, el impreciso reglamento de la FINA, en su articulado sobre el ba?ador, impide que el traje lleve "objetos adicionales". La cuesti¨®n es saber qu¨¦ entienden Aleshi y sus tribunos por "objetos adicionales". Los ba?adores de las nadadoras rusas, por ejemplo, suelen estar recubiertos de lentejuelas.
El reglamento de la FINA es suficientemente vago como para librar cualquier decisi¨®n a la discrecionalidad de sus jueces. "El vestido de ba?o estar¨¢ de acuerdo con la buena moral", recoge el Art¨ªculo 5.1. "No llevar¨¢ ning¨²n s¨ªmbolo que pueda ser considerado ofensivo", agrega. El art¨ªculo 5.2 hace un apunte imprescindible para comprender que, en la FINA, buena moral y exhibicionismo son cosas distintas: "Los ba?adores no ser¨¢n transparentes".
El legislador se ocup¨® de incluir en el Art¨ªculo 5.2 una frase enigm¨¢tica: "Ning¨²n objeto adicional se considerar¨¢ como parte del ba?ador". No aclar¨® qu¨¦ hab¨ªa que hacer con este tipo de objetos, en caso de detectarlos. Que el juez decida: "El ¨¢rbitro de la competici¨®n tiene autoridad para excluir a cualquier competidor cuyo ba?ador no obedezca a esta regla".
Anna Tarr¨¦s se mostr¨® entusiasmada ante su ¨²ltima innovaci¨®n: "Queremos establecer un antes y un despu¨¦s en la nataci¨®n sincronizada". Para garantizar que el factor art¨ªstico no est¨¢ re?ido con la salud de los deportistas, aport¨® un certificado de seguridad ante el comit¨¦, inquieto ante la posibilidad de una descarga el¨¦ctrica. El documento explica que el voltaje de la pila es inferior a cuatro voltios. La protecci¨®n aislante del circuito asegura su car¨¢cter inocuo. "Al principio algunas luces se apagaban", record¨® Gemma Mengual, la nadadora m¨¢s veterana del conjunto (debuta hoy, a las 9.00); "pero despu¨¦s de probarlos varias veces han funcionado mejor".
La japonesa Hioguchi es una de las juezas. Al ver el ba?ador luminoso sobre una mesa en la cafeter¨ªa de la piscina, se exalt¨®. Lo empez¨® a tocar con curiosidad: "?Flash? ?Bum! ?Cuidado!".
El ba?ador, dise?ado en la empresa Leitat, un centro tecnol¨®gico de Terrasa, simboliza los afanes vanguardistas de Anna Tarr¨¦s. Sin su esp¨ªritu emprendedor, un poco subversivo, la nataci¨®n sincronizada espa?ola estar¨ªa a la altura de su exiguo n¨²mero de licencias (480). Sin embargo, es una potencia. Una potencia femenina, diez nadadoras que bailan, tres t¨¦cnicas (Beth Fern¨¢ndez, Laura Amor¨®s y Mayuko Fuyuki) y una misma sensibilidad para entender el deporte.
"Tenemos una creatividad m¨¢s alta que el resto de los pa¨ªses", dice la seleccionadora, orgullosa de su ba?ador.
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