"Hago un papel de d¨ªa y otro de noche"

Llega a la entrevista sonriente, con un vestido negro corto, y le pide al fot¨®grafo que, si puede ser, no le saque las piernas. ?Y eso? Las tiene llenas de moratones. Lo m¨¢s normal del mundo, teniendo en cuenta que cada noche se tira sus buenos 20 minutos atada a unas cuerdas de las que tiran sin piedad cuatro mocetones vestidos de soldados. En escena, cae de rodillas, se levanta, vuelve a caer. Eso no hay piernas que lo soporten. "Es que soy la mala de la pel¨ªcula", explica Clara Sanchis (Madrid, 1968). Y tan mala. Es la m¨ªtica Helena, hija de Zeus y esposa de Menelao, hermano de Agamen¨®n, rey de Micenas. Pero si por algo se la recuerda es por infiel. Se fug¨® con Paris, pr¨ªncipe de Troya. Y la lio. Su mala cabeza provoc¨® una guerra de 10 a?os en la que Eur¨ªpides se inspir¨® para escribir Las Troyanas. Una tragedia en may¨²sculas que, tras pasar por M¨¦rida y Barcelona, se estren¨® ayer en el Matadero de Madrid. All¨ª es donde, el martes pasado, el fot¨®grafo intenta, con ¨¦xito, que no salgan las piernas de Clara. "Se me da fatal posar, como a todas las actrices t¨ªmidas", se excusa.

Pregunta. Usted no se conforma con trabajar en agosto, sino que adem¨¢s hace doblete.

Respuesta. Llevo tres semanas grabando Amar en tiempos revueltos y estoy muy contenta. Llevaba muchos a?os haciendo teatro. Volver a la tele no es ni mejor ni peor; es un medio distinto y mucho m¨¢s espont¨¢neo. Se trabaja con mucha velocidad. Lo que est¨¢ siendo duro es el doblete. Pero es inevitable, porque ya estaba con el teatro cuando sali¨® Amar. Es una serie de ¨¦xito y encima la hacen muy bien. No pod¨ªa dejarlo perder.

P. ?Y lo de interpretar dos personajes el mismo d¨ªa?

R. Uno por la ma?ana y otro por la noche. Es un poco esquizofr¨¦nico el asunto, la verdad.

P. O sea, que este a?o no sabe lo que son las vacaciones.

R. Este verano es trabajo y trabajo. S¨®lo consegu¨ª escaparme cinco d¨ªas a Fuerteventura. Pero cuando esto te gusta tanto, te pesa menos. Y en M¨¦rida, tras el estreno, hab¨ªa horas para relajarse y olvidarse del mundo.

P. Le iba a pedir que recomendara qu¨¦ hacer en Madrid, pero ni lo huele, ?no?

R. Bueno, me gusta mucho el telef¨¦rico de la Casa de Campo. Me gustan las alturas y est¨¢s ah¨ª como colgado en el cielo. Es un poco tierra de nadie. Tienes esa sensaci¨®n, como cuando se viaja, de que no est¨¢s en ning¨²n sitio y que todo es posible. Adem¨¢s del paisaje, es muy divertido tambi¨¦n el paisaje humano porque vas viendo a los que vienen.

A Clara, hija de Mag¨¹i Mira y Jos¨¦ Sanchis Sinisterra, tambi¨¦n le fascina el Matadero. "Es un sitio ins¨®lito, lleno de naves. Que en el centro exista un lugar en el que puedes perder la vista... No parece Madrid". Hora de maquillarse. H¨¦cuba (Gloria Mu?oz), la reina de Troya, est¨¢ a punto de aparecer en escena para culpar a Helena de todos sus males. Un hombre con atuendo sadomaso pasea arriba y abajo. Es el general troyano Taltibio (Ricardo Moya). Que se prepare Helena. Del camerino de al lado sale la hija de Antonio Valero (Amar en tiempos revueltos) -el marido cornudo de la funci¨®n-, que le regala a Clara una bolsa de jud¨ªas verdes. No hay nervios en las tripas del Matadero. O no se notan.

P. Vuelta a la esquizofrenia. ?C¨®mo es su personaje diurno?

R. Marta es muy fr¨¢gil, muy machista, de las de antes. La han casado con un rico que la trata bastante mal. Pero se rebela e intenta vengarse continuamente.

P. ?Y Helena, el nocturno?

R. Es la mala, pero no se puede culpar en serio a una infidelidad de una guerra. La insultan durante toda la funci¨®n y al final sale y tiene una ¨²nica oportunidad de convencer a su esposo. Yo creo que dice la verdad.

P. Ya.

R. Admite que se fue con Paris, pero cree que fue por un encantamiento de Afrodita. Nadie se cree ese argumento. Ni los personajes ni mis compa?eros. Pero yo sigo erre que erre.