Palabra de Hillary
El llamamiento de la senadora en favor de Obama no cierra la divisi¨®n de los dem¨®cratas
Pareci¨® sincera Hillary Clinton cuando pidi¨® el martes por la noche a sus seguidores que apoyen la candidatura de Barack Obama, que esta pasada madrugada iba a ser proclamado aspirante de su partido a la Casa Blanca en la Convenci¨®n Dem¨®crata que hoy termina en Denver (Colorado). Sin embargo, pese al llamamiento a la unidad de la senadora por Nueva York, muchas son las heridas en el bando dem¨®crata, donde empieza a reinar la confusi¨®n y el temor a una derrota en noviembre. En este clima intranquilo, Obama pronunciar¨¢ esta noche su discurso de aceptaci¨®n. Un discurso que, ante las enormes expectativas que despierta, ser¨¢ dif¨ªcil que contente a todos, pero que debe marcar un inicio potente de un camino plagado de dificultades.
La realidad de los hechos perjudica hasta ahora al senador por Illinois, por mucho que intente esconderla elogiando el discurso de la senadora por Nueva York y minimizando el serio problema que supone que un 30% de los seguidores de Clinton confiese que no votar¨¢ por Obama o que lo har¨¢ por John McCain, el veterano senador por Arizona que la semana pr¨®xima ser¨¢ proclamado candidato republicano. McCain sigue frot¨¢ndose las manos al ver c¨®mo las divisiones dem¨®cratas le est¨¢n beneficiando. Una encuesta de Gallup, efectuada despu¨¦s de que Obama escogiera el pasado s¨¢bado para su ticket al avezado senador Joe Biden, le otorga dos puntos de ventaja. Biden es un valor seguro por su experiencia en asuntos internacionales, pero no pocos simpatizantes de Hillary, molestos de que ¨¦sta no haya sido elegida para la vicepresidencia, hacen sangre al recordar que Biden apenas obtuvo 9.000 votos en las primarias frente a los 18 millones y 2.000 delegados recogidos por Clinton.
Hillary ha logrado satisfacer su orgullo al presentarse como candidata en la convenci¨®n con sus delegados y solicitar luego a ¨¦stos que se sumen a la candidatura del rival. Con todo, los recelos entre ambos son muy grandes por mucho que la senadora felicitara a la esposa del pol¨ªtico negro por su discurso humano pronunciado el lunes. Michelle Obama odia al matrimonio Clinton. En Denver ha quedado patente que el Partido Dem¨®crata contin¨²a teniendo un problema Clinton. El ex presidente se empe?¨® en intervenir y logr¨® hacerlo anoche robando m¨¢s atenci¨®n al candidato. Bill Clinton se siente muy molesto por las cr¨ªticas que el joven senador afroamericano lanz¨® contra su mujer durante la campa?a y el ninguneo a sus ocho a?os al frente del pa¨ªs.
Quedan a¨²n dos meses largos para el d¨ªa del voto. Mucho tiempo para que Obama se recupere y transmita de nuevo ilusi¨®n. Tendr¨¢ que corregir su estrategia, centr¨¢ndose bastante en la econom¨ªa y explotando los errores de la Administraci¨®n de Bush y los v¨ªnculos de McCain con ¨¦sta. Pero, adem¨¢s, tiene que ganarse la confianza de las mujeres, los trabajadores blancos y los latinos, que es el granero de Hillary.
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