El 'exilio etarra' en M¨¦xico se rebela contra la direcci¨®n de la banda
El colectivo condena el asesinato del ex concejal socialista Isa¨ªas Carrasco y protesta por no haber sido consultado sobre la ruptura de la ¨²ltima tregua

A la direcci¨®n de ETA le est¨¢ saliendo cara la ruptura de la ¨²ltima tregua en junio de 2007. A la cadena de detenciones de sus integrantes, con la desarticulaci¨®n policial de los principales comandos operativos de que la banda dispon¨ªa al romper la tregua hace un a?o, tiene que sumar la discrepancia creciente de su entorno sobre la estrategia de regreso al terrorismo impuesta por la direcci¨®n.
Al malestar ya conocido en las filas de la izquierda abertzale y en las c¨¢rceles se suma ahora el del denominado Colectivo de Refugiados Vascos de M¨¦xico (Euskal Iheslari Politikoen Kolekti Boaren), que est¨¢ protagonizando una rebeli¨®n en toda regla.
Llama a "dejar la lucha armada" porque "la rechaza la sociedad vasca"
"Estamos oprimidos por la organizaci¨®n y no tenemos derecho a opinar"
En una declaraci¨®n escrita, miembros de este colectivo se pronuncian a favor de "una estrategia pol¨ªtica que respete totalmente los derechos humanos, situ¨¢ndonos en par¨¢metros puramente pol¨ªticos y dejando a un lado la lucha armada, que, adem¨¢s del sufrimiento que causa, cada d¨ªa que pasa es m¨¢s rechazada por la ciudadan¨ªa vasca".
Los colectivos de refugiados vascos est¨¢n integrados por antiguos miembros de ETA que huyeron al extranjero, en diversas etapas, ante la intervenci¨®n de las Fuerzas de Seguridad en Espa?a. El colectivo de M¨¦xico, junto con los de Venezuela y Uruguay, figura entre los de mayor influencia y tradici¨®n en el nacionalismo radical. El colectivo est¨¢ especialmente arraigado en M¨¦xico DF y en los estados de Quer¨¦taro, Estado de M¨¦xico, Guanajuato, Jalisco y San Luis Potos¨ª.
Muchos de estos refugiados fueron enviados por ETA a Iberoam¨¦rica en la d¨¦cada de los ochenta, con la esperanza de regresar alg¨²n d¨ªa al Pa¨ªs Vasco. La ruptura de las sucesivas treguas ha ido truncado estas esperanzas. El grupo m¨¢s cr¨ªtico del colectivo con la direcci¨®n de ETA procede de los ex activistas que llevan asentados unas dos d¨¦cadas en M¨¦xico y desarrollan una vida normalizada, con una actividad laboral estable.
Existe otro grupo, que reside en situaci¨®n ilegal, pero que busca la normalizaci¨®n, y un tercero, de n¨²mero indeterminado, que depende directamente de ETA y est¨¢ en la absoluta clandestinidad, a la espera de regresar a Francia. Este ¨²ltimo grupo sufre un fuerte acoso policial desde que a mediados de los noventa el Gobierno mexicano intensific¨® la cooperaci¨®n con el Ejecutivo espa?ol.
La declaraci¨®n del Colectivo de Refugiados Vascos de M¨¦xico se solidariza expresamente con la carta que los ex dirigentes de ETA presos en la c¨¢rcel de Logro?o, Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, alias Txelis, y Kepa Pikabea, ex jefes del aparato pol¨ªtico y militar respectivamente, dirigieron el pasado noviembre a la direcci¨®n de la banda, y que abri¨® el fuego de la disidencia p¨²blica frente a su deriva. En esa carta ambos ex dirigentes anunciaron su desvinculaci¨®n de la organizaci¨®n terrorista.
El colectivo de M¨¦xico expresa su apoyo a los planteamientos b¨¢sicos de la carta de los dos ex dirigentes: "Apoyamos su decisi¨®n de no estar de acuerdo con la nueva estrategia pol¨ªtico-armada ya que no consideramos que una estrategia armada vaya a ofrecer una soluci¨®n al conflicto pol¨ªtico que vive Euskal Herria. Estamos de acuerdo en que como consecuencia de la estrategia armada se han originado muchas v¨ªctimas de todas las partes, constituy¨¦ndose en un problema para conseguir una mayor unidad entre los abertzales para remar a favor de la autodeterminaci¨®n".
La carta de Txelis y Pikabea, pionera en la disidencia p¨²blica con la direcci¨®n de ETA tras la vuelta a las armas en junio del a?o pasado, denunciaba a la c¨²pula etarra por "no tener en cuenta la opini¨®n de la mayor¨ªa de presos al romper la ¨²ltima tregua". Consideraba que "la lucha armada es in¨²til y un obst¨¢culo para la unidad abertzale" y aseguraba que "la mayor¨ªa de los ciudadanos vascos, y tambi¨¦n dentro de la izquierda abertzale, rechaza la lucha armada".
En la misma l¨ªnea que el colectivo de M¨¦xico, la carta de Txelis y Pikabea avanzaba que "en la ¨²ltima d¨¦cada se han producido cambios e, independientemente, de las responsabilidades y los errores cometidos por unos y otros", en alusi¨®n a los procesos fallidos de Lizarra y Loiola, "lo que se est¨¢ cuestionando dentro de la pol¨ªtica abertzale es la idoneidad y legitimidad de la lucha armada".
La nueva carta actualiza la reflexi¨®n de Txelis y Pikabea incorporando una denuncia de la respuesta de la direcci¨®n de ETA a los ex dirigentes cr¨ªticos y una in¨¦dita condena del asesinato del edil socialista Isa¨ªas Carrasco el pasado siete de marzo en Mondrag¨®n: "Consideramos que estamos oprimidos por el Estado y la propia organizaci¨®n. Cualquier iniciativa que pueda ser beneficiosa para Euskal Herria y sus ciudadanos es rechazada, poniendo como excusa la persistencia de la lucha armada. En este sentido, la reciente ekintza (acci¨®n) contra un trabajador vasco en Arrasate (Mondrag¨®n) no se considera el camino apropiado para resolver el conflicto, lo que hace que los Estados rentabilicen pol¨ªtica y socialmente el conflicto armado".
El colectivo no se queda en la denuncia de la estrategia pol¨ªtico-militar de ETA. Tambi¨¦n ataca a la direcci¨®n de la banda por las limitaciones que impone a los movimientos del propio colectivo de refugiados y lo hace en t¨¦rminos muy duros.
La carta se refiere a su situaci¨®n en estos t¨¦rminos: "A la dureza de vivir en el exilio se suman las condiciones que tenemos que aceptar los militantes del colectivo al tener limitados nuestros movimientos y no tener permitida la vuelta a Euskal Herria si no es para reintegrarnos de nuevo en alguna estructura de la organizaci¨®n armada. Muchos de nosotros llevamos ya m¨¢s de 20 a?os viendo la crudeza del conflicto y no tenemos derecho a expresar nuestra humilde opini¨®n. Nos preguntamos si hay que ser monol¨ªtico a la hora de pensar o actuar. En los ¨²ltimos a?os ha quedado patente que nuestras reclamaciones no se han tenido en cuenta, entre otras cosas, debido a que no existen suficientes cauces para hacerlas llegar a nuestros compa?eros".
La causa de este patente malestar es la frustraci¨®n que produce a una parte importante de los exiliados llevar m¨¢s de dos d¨¦cadas alejados de sus familias a pesar de que las causas judiciales contra ellos han prescrito, lo que les permitir¨ªa regresar a Espa?a. Es la propia direcci¨®n de ETA la que les impide el retorno, seg¨²n los expertos.
Otra causa del malestar, tambi¨¦n reflejada en la carta, es que ETA les haya dejado al margen a la hora de tomar la decisi¨®n final de romper la tregua. La banda ya hizo lo mismo en las dos treguas anteriores, que proclam¨® con los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Los firmantes se solidarizan con Txelis y Pikabea porque denuncian expresamente esta pol¨ªtica de exclusi¨®n en la carta que publicaron a finales del a?o 2007 y que ha sido el ariete de la rebeli¨®n.

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