Vigilantes del talento
La detecci¨®n y promoci¨®n de profesionales brillantes se vuelve tarea colectiva y reglada en las empresas
En comentarios de pasillo, en charlas informales, sin un criterio organizativo definido que amparase la toma de decisiones. Es decir, mal. Hasta hace poco tiempo, la detecci¨®n y promoci¨®n de los profesionales con alto potencial en empresas y organismos se ha venido haciendo de manera improvisada e individualizada. La tendencia reciente pasa, sin embargo, por hacer de la gesti¨®n del talento una tarea colectiva integrada plenamente en los esquemas operativos de una organizaci¨®n.
Esta circunstancia incluye, entre otras medidas, elaborar una cuantificaci¨®n en t¨¦rminos de costes/beneficios y la existencia de personas, una suerte de vigilantes del talento, directamente vinculadas a la direcci¨®n y al departamento de Recursos Humanos, cuya misi¨®n consiste en aplicar criterios objetivos a la localizaci¨®n y desarrollo de los profesionales m¨¢s brillantes. Tambi¨¦n exige fijar un calendario de reuniones espec¨ªficas y peri¨®dicas de los responsables sobre la materia, as¨ª como en la creaci¨®n de un clima laboral en el que el empleado se sienta motivado, escuchado (por ejemplo y cada vez m¨¢s a trav¨¦s de foros internos virtuales) y sabedor de que sus logros ser¨¢n convenientemente valorados.
S¨®lo el 6% de las firmas mundiales tiene un plan para promover el talento
Las compa?¨ªas se frenan en ¨¦poca de crisis, justo cuando hay que correr
Adem¨¢s, deben usarse al m¨¢ximo las herramientas inform¨¢ticas para disponer de informaci¨®n sobre los empleados de alto potencial. Informaci¨®n que est¨¦ actualizada (y a ser posible cuantificada, por ejemplo en t¨¦rminos de ventas) y disponible en todo momento para los altos directivos. As¨ª lo observan diversos expertos en la materia y algunos estudios recientes.
Jos¨¦ de Ram¨®n, director de Servicios de Capital Humano de IBM-Espa?a, establece seis objetivos inexcusables para todas aquellas organizaciones que quieran darle un car¨¢cter reglado y eficiente, a modo de hoja de ruta, a este tipo de procesos, convirti¨¦ndolos en un programa interno y una parte fundamental del n¨²cleo de decisiones estrat¨¦gicas de una firma u organismo: "En primer lugar, fijar mecanismos internos objetivos de identificaci¨®n del talento individual; a continuaci¨®n, formar a los seleccionados de acuerdo con la estrategia global del negocio; en tercer lugar, definir los puestos m¨¢s id¨®neos en los que pueden desarrollar al m¨¢ximo ese talento detectado; en cuarto, saber cu¨¢l es el momento m¨¢s adecuado para que empiecen a desplegar todas sus capacidades profesionales; en quinto, identificar la motivaci¨®n individual en aquellas plantillas en las que se juntan diferentes generaciones, ya que cada una re¨²ne valores aprovechables diferentes, en unos casos la experiencia y en otros, por ejemplo, la motivaci¨®n y la familiaridad con las nuevas tecnolog¨ªas; por ¨²ltimo, las firmas deben determinar el coste asociado a este despliegue de recursos para la gesti¨®n del talento".
De Ram¨®n lleva la lecci¨®n aprendida, puesto que IBM ha hecho p¨²blicos un sondeo y un informe internacional, titulado Estudio Global de Capital Humano 2008, que establecen que s¨®lo el 6% de las firmas mundiales gestiona el talento desde una perspectiva colectiva e integrada en la estrategia de negocio. A la encuesta contestaron 404 directores y ejecutivos de recursos humanos de compa?¨ªas de 40 pa¨ªses de Europa (entre ellos Espa?a), Am¨¦rica y Asia. Un 82% respondi¨® que gestionar de manera diestra las capacidades de los empleados m¨¢s brillantes se traduce en un impacto en la rentabilidad; un 92% ve en esa gesti¨®n consecuencias positivas sobre los clientes; y un 72% considera que se traduce en m¨¢s innovaci¨®n y desarrollo de nuevos productos.
Si bien es cierto que es en los momentos de bonanza econ¨®mica cuando las compa?¨ªas corren m¨¢s riesgos de perder a sus empleados m¨¢s sobresalientes -producto de la sobredemanda de trabajadores cualificados-, un contexto de desaceleraci¨®n como el actual obliga a que las empresas no desperdicien ni una micra de su potencial interno. As¨ª lo ve Jos¨¦ de Ram¨®n y lo ratifica Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent y uno de los mayores expertos sobre la materia en Espa?a. En unas jornadas organizadas en Madrid por la escuela de negocio ENAE, perteneciente a la Fundaci¨®n Universidad Empresa, Cubeiro aseguraba que "en las crisis es cuando no se hace nada y justo es ah¨ª cuando m¨¢s hay que correr. En los momentos de incertidumbre se tiene que definir m¨¢s que nunca una estrategia, sobre todo centr¨¢ndote en lo interno, es decir, en tus recursos, en tu talento, m¨¢s que en lo externo".
Este punto de vista lo ratifica un an¨¢lisis elaborado por la consultora de recursos humanos Hudson. En consonancia con las conclusiones del informe de IBM, entre las recomendaciones de Hudson se encuentra "la creaci¨®n de un banco de empleados de alto potencial", a los que se debe identificar en los estadios iniciales de su carrera profesional. El estudio de Hudson aboga por la creaci¨®n, en el seno de las organizaciones, de "comit¨¦s de gesti¨®n del talento", cuyos miembros se encargar¨¢n de "identificar y seguir la evoluci¨®n de los empleados de alto potencial a trav¨¦s de criterios objetivos, que se ir¨¢n modificando en funci¨®n de las etapas de la carrera profesional".
Seg¨²n los datos de la consultora, s¨®lo un 15% de las empresas espa?olas dispone de un programa espec¨ªfico para identificar y desarrollar a estos profesionales. Los analistas de Hudson establecen cuatro variables que deben regir la selecci¨®n de personal con alta capacidad de desarrollo: aptitud para el aprendizaje, inteligencia emocional, coeficiente intelectual y actitud ante el trabajo. Sin ellas no hay nada que hacer.
Entre sus recomendaciones, se encuentra la conveniencia de comunicar abiertamente a un empleado que ha sido designado como "de alto potencial", si bien reconocen que se trata de situaciones delicadas, que pueden generar conflictos internos, y por tanto deben ser abordadas con gran mano izquierda y previsi¨®n de la reacci¨®n del resto de la plantilla o ¨¢rea de trabajo. A partir de esta designaci¨®n, al elegido se le realizan mediciones peri¨®dicas sobre sus capacidades (innovaci¨®n, liderazgo, trabajo en equipo, logro de objetivos, interrelaci¨®n fluida y emp¨¢tica con su entorno, razonamiento conceptual, estrat¨¦gico e imaginativo, entre otras). El ¨¦xito no est¨¢ garantizado, pero si se abandona la improvisaci¨®n siempre ser¨¢ m¨¢s factible alcanzarlo.
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