Los latinos, de Nuevo a por Hollywood
El pr¨®ximo 4 de noviembre, Barack Obama y John McCain se disputar¨¢n la presidencia de Estados Unidos. Hasta ese d¨ªa habr¨¢n luchado por el voto de las mujeres, de la clase media, de los trabajadores... y habr¨¢n lanzado mensajes en castellano macarr¨®nico para alegrar a sus bases hispanas. La tajada bien merece la pena. En 2006, el 14,8% de los habitantes de su pa¨ªs, 44,3 millones de personas, eran latinos. Para atrapar ese voto entrar¨¢ en juego la pericia de l¨ªderes hispanos como Bill Richardson, gobernador de Nuevo M¨¦xico y en su momento miembro del Gabinete de Clinton.
Sin embargo, esa importancia pol¨ªtica de los hispanohablantes no se refleja en absoluto en una de las industrias punteras de Estados Unidos: el cine de Hollywood. Curiosamente, la otra gran inmensa minor¨ªa, los afroamericanos, s¨ª apoya en masa las pel¨ªculas creadas especialmente para ellos. Quitando a Will Smith, l¨ªder en taquilla con independencia del color de la piel del p¨²blico, ?alguien entiende el ¨¦xito de las ¨²ltimas comedias de Eddie Murphy, Martin Lawrence o de La barber¨ªa y su continuaci¨®n? S¨®lo se explica desde el punto de vista racial. En cambio, el mercado latino permanece ah¨ª, como un tesoro por descubrir. "Antes de que Spike Lee dirigiera She's gotta have it no hab¨ªa cine orientado al mercado afroamericano. Desde entonces, la continuidad y calidad del producto dirigido a esta audiencia ha creado un mercado importante con sus propias estrellas. Desafortunadamente, nadie ha hecho este trabajo con los latinos, por lo que por ahora no existen aut¨¦nticas estrellas latinas ni pel¨ªculas pensadas para ellos". Lo asegura Ignacio Darnaude, uno de los vicepresidentes ejecutivos de Sony, uno de los grandes estudios de Hollywood. Darnaude sue?a con atrapar a ese p¨²blico: "Cuando estuve en Disney, logr¨¦ que produjeran su primera pel¨ªcula en M¨¦xico, Ladies' night, que fue un bombazo. Ahora en Sony hemos producido Ni?as mal, un taquillazo, y la reciente Casi divas. De ah¨ª deber¨ªamos saltar al mercado latino en Estados Unidos, algo que nadie hace actualmente porque no sabemos c¨®mo". ?Por qu¨¦, si las cifras que manejan los estudios aseguran que los hispanos son los principales consumidores de cine? "El p¨²blico latino y el afroamericano son muy distintos. Al afroamericano le encanta verse reflejado en la pantalla como un grupo aislado, sin que aparezcan integrados con personajes de piel blanca. Si encima se les muestra guapos y ricos, mejor que mejor. El latino, sin embargo, sobre todo el de segunda generaci¨®n en este pa¨ªs, quiere integrarse con la poblaci¨®n estadounidense blanca. Participan plenamente en la cultura americana. Y s¨ª, son el grupo etnogr¨¢fico m¨¢s importante para la industria cinematogr¨¢fica. Las estrellas de los latinos son las mismas que las del resto de los estadounidenses: Brad Pitt o Julia Roberts. Quieren ver Spider-Man, como el resto de la poblaci¨®n". Huyen de algo que se subraya muy bien al final de Zohan, licencia para peinar, cuando un palestino le dice a un jud¨ªo israel¨ª: "No te confundas, vosotros, nosotros o incluso Ahmed, que parece mexicano. Todos les parecemos lo mismo a los americanos blancos". Y los hispanos parecen querer diluirse en esa masa blanca.
A pesar de todo lo anterior, los hispanos estadounidenses tienen arranques de defensa de lo que ellos mismos llaman -en castellano- "la raza". En los pasados Oscar, los medios hispanos de Los ?ngeles ve¨ªan a Javier Bardem como un actor europeo. En aquella ocasi¨®n, la actriz Jessica Alba -hija de inmigrante mexicano, aunque no habla castellano- era la portadora del pabell¨®n latino. La situaci¨®n casi se ha repetido con Bardem en el estreno en EE UU el mes pasado de Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen... si no fuera porque la otra protagonista espa?ola, Pen¨¦lope Cruz, a¨²n arrastra el sambenito de "bomba latina".
Y es cierto que a las estrellas latinoestadounidenses les va mejor en otras artes que en la gran pantalla: Jennifer L¨®pez tiene m¨¢s tir¨®n en la canci¨®n y en la moda; los cantantes Ricky Martin o Cristina Aguilera no se han planteado saltar al cine. La televisi¨®n s¨ª se ha convertido en caldo de cultivo de celebridades hispanas. La revista People en Espa?ol ha escogido a Eduardo Y¨¢?ez, actor de telenovela, como "latino m¨¢s hot".
Tambi¨¦n se ha producido un cambio en la procedencia de las nuevas estrellas latinas: si la anterior generaci¨®n ven¨ªa del exterior de Estados Unidos (Antonio Banderas, Salma Hayek), el relevo ha nacido all¨ª. Tres ejemplos: la tejana Eva Longoria (Mujeres desesperadas), la californiana Jessica Alba (que estrena el 17 de octubre El gur¨² del buen rollo) y Eva Mendes (descendiente de cubanos, nacida en Miami y criada en Los ?ngeles, que estrena el 26 de diciembre The spirit). Por supuesto, siempre habr¨¢ sitio para los inmigrantes, como la brasile?a Alice Braga, que tiene a¨²n en cartel Cintur¨®n rojo, de David Mamet, y que pronto estrenar¨¢ Blindness; o el m¨¢gico tr¨ªo de directores mexicanos: Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu -a punto de comenzar un nuevo rodaje en Barcelona-, Guillermo del Toro -Hellboy II: el ej¨¦rcito dorado- y Alfonso Cuar¨®n.
El gran l¨ªder latino del cine, impulsor de diversas iniciativas para apoyar la cultura hispana (el Festival Internacional de Cine Latino de Los ?ngeles o el proyecto multimedia Americanos: Latino Life in the United States), es Edward James Olmos, aquel teniente Castillo de Corrupci¨®n en Miami, actor en filmes como Blade runner o Stand and deliver y director de pel¨ªculas como Sin remisi¨®n. Nacido en el este de Los ?ngeles -el barrio con mayor poblaci¨®n hispana de Estados Unidos-, financia sus iniciativas con su actual participaci¨®n en la serie de ciencia-ficci¨®n Battlestar: Galactica. "Todav¨ªa hay una falta de entendimiento de lo que es ser latino en Estados Unidos. Mucha de nuestra herencia es mexicana, a¨²n no hemos reflexionado sobre la cultura chicana, la de los hispanos nacidos en Estados Unidos, que tiene muy diversos or¨ªgenes. Debe de ser porque hacemos el amor con todos", remata entre risas Olmos. "Y por eso nuestros cineastas son tan variados". ?Pero de verdad cree que existe un cine latino? "El 98% de las salas est¨¢n dominadas por las majors. Nuestro cine no se puede ver ni siquiera en nuestros pa¨ªses. Nuestro festival de Los ?ngeles no es un gueto, sino una celebraci¨®n del trabajo de los latinos en cualquier parte del mundo. Por eso incluimos pel¨ªculas no estadounidenses o cuyo leit motiv no es latino". ?Y existe p¨²blico para este cine? "La industria ve el negocio, quiere llegar a ese mercado. Aunque probablemente no entiende qui¨¦nes somos. Hoy hay m¨¢s curiosidad por los artistas latinos. Pero a¨²n pervive el mismo miedo. Las cifras demogr¨¢ficas que dan de hispanos est¨¢n rebajadas. Hay m¨¢s de 50 millones de latinos en EE UU. La poblaci¨®n afroamericana supone el 12% del total y salen en el 17% de las im¨¢genes audiovisuales. Nosotros s¨®lo salimos en el 2%. Hace 15 a?os hab¨ªa en EE UU 740 salas que proyectaban diariamente pel¨ªculas en espa?ol. Hoy quedan 23. Tambi¨¦n es verdad que s¨®lo desde 1968, con las manifestaciones de 5.000 estudiantes de cinco escuelas angelinas, hemos aprendido a usar nuestra voz. Como muchas otras cosas, es cuesti¨®n de educaci¨®n". Y, por desgracia, del inter¨¦s del negocio.
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