Hacer un m¨¢ster a los 40
Ejecutivos con larga experiencia explican su retorno a las aulas
Nunca es tarde para volver a las aulas. Aunque se suele decir que los j¨®venes gozan de m¨¢s energ¨ªa y est¨¢n m¨¢s ¨¢vidos de conocimiento que los adultos, aprender es un proceso inherente a la condici¨®n humana, que no tiene nada que ver con la edad. Cada fase de la vida, tanto personal como profesional, ofrece retos y adversidades espec¨ªficos, que normalmente requieren el desarrollo de nuevas competencias.
Sin embargo, a medida que se van cumpliendo a?os, la idea de cursar un m¨¢ster va desapareciendo. Estar casado, tener hijos y trabajar a tiempo completo suelen desbordar de responsabilidad a la mayor¨ªa de espa?oles de m¨¢s de 40 a?os. Y dado que estos cursos se realizan durante parte de la jornada laboral y duran una media de entre seis y diez meses, para concluir con ¨¦xito cualquiera de estos t¨ªtulos de posgrado es necesario disponer de tiempo.
Ir a clase supone un sacrificio, por lo que el tiempo se exprime al m¨¢ximo
Los cursos permiten aprender de la experiencia de otros directivos
"Si no fuera porque mi mujer me apoya incondicionalmente no podr¨ªa estudiar"
De ah¨ª que la decisi¨®n de inscribirse a un m¨¢ster tenga que ser consensuada y aceptada tanto por la familia del candidato como por la empresa en la que trabaja, que suele sufragar la totalidad o una parte significativa del importe total de estos cursos, que oscila entre los 2.500 y los 86.000 euros.
Eso s¨ª, adem¨¢s de contar con el tiempo y el dinero necesarios, existe otro requisito fundamental: la motivaci¨®n. Y, al menos en este punto, los profesionales con m¨¢s experiencia cuentan con cierta ventaja. "La mayor¨ªa de mis alumnos de m¨¢s de 40 a?os son altos directivos o directivas y, por tanto, son plenamente conscientes del esfuerzo y sacrificio que supone estar en clase, por lo que suelen aprovechar cada sesi¨®n al m¨¢ximo", afirma Pedro Parada, director del Global Executive MBA (GEMBA), organizado por Esade y la Universidad Georgetown.
En opini¨®n de este profesor, "sorprende la humildad con la que prestan atenci¨®n en clase y el entusiasmo con el que participan, debatiendo desde diferentes puntos de vista c¨®mo resolver escenarios empresariales reales, que extraemos de publicaciones internacionales como The Wall Street Journal o Financial Times". Y a?ade: "Los temas y las reflexiones que tratamos en clase suelen ponerse en pr¨¢ctica casi inmediatamente, pues para la mayor¨ªa de alumnos los problemas y retos planteados son ejemplos muy parecidos a los asuntos que deben hacer frente desde sus empresas". Lo cierto es que Parada no puede simular su contento: "Es muy gratificante dar clase en estas condiciones porque todos aprendemos mucho de todos".
Y aprender es precisamente lo que estos ejecutivos con m¨¢s de 15 a?os de experiencia profesional buscan al volver a las aulas. En este caso concreto cursar el GEMBA supone "adquirir conocimientos t¨¦cnicos y experiencias pr¨¢cticas para aprender a concebir una gesti¨®n de los negocios m¨¢s global, lo que es, sin duda, uno de los retos empresariales del siglo XXI", subraya uno de sus 37 alumnos, el directivo de una multinacional farmac¨¦utica, Fares Awwad, de 45 a?os, soltero y sin hijos.
Otro de los alumnos que est¨¢ cursando esta primera edici¨®n del GEMBA, que comenz¨® el pasado mes de junio y cuyas clases se celebrar¨¢n en siete pa¨ªses diferentes, es el director de medios de pago del Banco Santander, Ignacio Narvarte, de 37 a?os, casado y con tres hijos: "Desde el principio me atrajo la idea de profundizar a trav¨¦s de mi propia experiencia acerca de la gesti¨®n de la diversidad".
Para Narvarte, "cada vez va a ser m¨¢s importante saberse relacionar con profesionales procedentes de diversos rincones del mundo, con formas de ser, pensar, reaccionar y actuar diferentes". A la hora de dise?ar estrategias de futuro, "esta nueva visi¨®n puede generar valor a?adido para reforzar la presencia en los mercados en los que ya se est¨¢ presente y entrar con mayores garant¨ªas de ¨¦xito en aquellos donde se quiere instalar una filial".
En opini¨®n de Narvarte, al compartir aula con ejecutivos de diversas culturas y viajar por pa¨ªses como Estados Unidos, Brasil, China e India, esta "experiencia global" le ha confirmado que "la globalizaci¨®n no es ni buena ni mala, sino que es tan s¨®lo un hecho neutro que hay que aprender a aprovechar como una ventaja competitiva, tanto en el mercado local como en el internacional".
En esta misma l¨ªnea reflexiona Ignacio Ferrer, de 39 a?os, casado y con tres hijos, director general de The Eat Out Group, que incluye cadenas como Pans & Company, Pastafiore o FresCo. "El contexto de crisis econ¨®mica que se vive actualmente es un marco inmejorable para cursar este m¨¢ster", opina Ferrer. "Este curso me est¨¢ sirviendo para abrir m¨¢s la mente y poder comprender que no existen problemas, sino oportunidades de cambio, evoluci¨®n y adaptaci¨®n para mejorar la gesti¨®n empresarial".
Dado que estos ejecutivos viven al ritmo que marcan sus agendas, normalmente muy apretadas y sin tiempo casi para pensar, el m¨¢ster se convierte tambi¨¦n en un lugar donde relajarse, desconectar y profundizar. "Aprovecho este inmejorable marco para reflexionar con la intensidad que se merece acerca de c¨®mo abordar las circunstancias presentes", apunta Ferrer.
Y no s¨®lo eso. Adem¨¢s de reflexionar e incorporar nuevos elementos t¨¦cnicos, este tipo de m¨¢steres tambi¨¦n incluye sesiones espec¨ªficas de coaching, orientadas a potenciar la inteligencia emocional, "tan necesaria para aprender a liderarse a uno mismo y, en consecuencia, ejercer un liderazgo m¨¢s consciente y humano sobre los dem¨¢s", se?ala el director de recursos humanos de Uni¨®n Fenosa, Jaime Santamar¨ªa, de 42 a?os, casado y con un hijo.
As¨ª, regresar al aula tambi¨¦n implica relacionarse con personas desconocidas, con personalidades diferentes, pero que, dado su perfil laboral, comparten un objetivo com¨²n: afianzarse como l¨ªderes. "Me gusta poder preguntar y escuchar a mis compa?eros, para que entre todos reflexionemos m¨¢s con detenimiento sobre qu¨¦ se est¨¢ haciendo como empresa y qu¨¦ se puede llegar a hacer", apunta Santamar¨ªa. "Es muy did¨¢ctico y divertido compartir an¨¦cdotas e historias que reflejan c¨®mo est¨¢ organizada cada empresa", a?ade. "Es muy enriquecedor conocer nuevas soluciones para gestionar a los trabajadores, cada vez m¨¢s lejos geogr¨¢ficamente, pero tecnol¨®gicamente m¨¢s cerca".
Eso s¨ª, todo este enriquecimiento, que suele comportar notables ascensos a corto y medio plazo, se puede disfrutar gracias a la complicidad de la familia. "Si no fuera por el apoyo incondicional de mi mujer, me ser¨ªa casi imposible asistir al m¨¢ster", reconoce el director general adjunto del Banco Sabadell, Miquel Montes, de 47 a?os. "Ahora bien, volver a clase me est¨¢ ayudando a refrescar mis conocimientos y a dar ejemplo como estudiante responsable a mis tres hijos", bromea.
Otro t¨ªtulo que cuenta con alumnos con bastante experiencia profesional es el posgrado en liderazgo femenino, de la ESCI-UPF, cuya ¨²ltima edici¨®n concluy¨® el pasado mes de mayo. Entre las 18 alumnas destaca la directora de Endesa Educa, Eva Hern¨¢ndez, de 40 a?os, madre de un hijo. "Ha sido un verdadero punto de inflexi¨®n", reconoce. "Me ha servido para darme cuenta de que no soy la ¨²nica que tiene determinados problemas laborales y que albergo dentro de m¨ª toda la confianza y seguridad que necesito para vivir el trabajo con m¨¢s calma y tranquilidad", explica.
Una de sus compa?eras es Irene Compte, de 35 a?os, madre de dos hijos y directora del Sitge, de la Universidad de Girona. En su caso, apuntarse al m¨¢ster le ayud¨® a replantearse su estilo de liderazgo, tanto consigo misma como con sus colaboradores. "Me ha cambiado la vida", sonr¨ªe. "He aprendido que m¨¢s all¨¢ de intentar modificar condiciones laborales que escapan a mi control, el reto es aprender a cambiar mi actitud, es decir, la manera en la que interpreto y lidio las cosas que me suceden cada d¨ªa".
Compte se ve a s¨ª misma como una mujer y una profesional "mucho m¨¢s consciente y positiva" que antes, y que ha dejado atr¨¢s "los lamentos, enfados y quejas que tanto desgastan f¨ªsica y mentalmente y que de nada sirven para conseguir lo que te propones".
Paralelamente a todas estas opiniones existe un denominador com¨²n en el que coinciden todos: "Hacer un m¨¢ster a los 40 es, ante todo, una oportunidad para divertirse conociendo a gente nueva y para reciclarse, adaptando los conocimientos y creencias a los tiempos que corren". -
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