Precisi¨®n de cirujano
En un a?o, el statu quo del Mundial de MotoGP ha dado un giro de 180 grados y nadie mejor que Valentino Rossi para ejemplificarlo. Todo ha cambiado en relaci¨®n al Rossi de entonces, que no hac¨ªa m¨¢s que escupir sapos por la boca contra Yamaha, su marca, para que la f¨¢brica japonesa reaccionara. Hay que fijarse en el gesto del italiano y en c¨®mo trabaja ahora: lo hace con una sonrisa, divirti¨¦ndose. Esa es una de sus armas m¨¢s mort¨ªferas, porque sus oponentes son conscientes de todo el potencial que tiene y que, adem¨¢s, parece fluirle de forma natural, sin sufrimiento. Lo que Rossi ha conseguido en un a?o tiene un m¨¦rito tremendo.
La temporada pasada, Stoner, Ducati y Bridgestone formaron un paquete que pill¨® a todo el mundo a trasmano. Honda y Yamaha, los dos gigantes del sector y las marcas con m¨¢s ¨¦xito en MotoGP, fueron vapuleados por una f¨¢brica mil veces m¨¢s peque?a -Honda vende 10 millones de motos al a?o, y Ducati unas 40.000-. Rossi se vali¨® de la precisi¨®n de cirujano que tiene, e identific¨® el elemento que marc¨® las diferencias: los neum¨¢ticos Bridgestone. Y no par¨® hasta que se los asegur¨® de cara a esta temporada.
El campeonato no tiene nada que ver con los cinco de Rossi porque no estaban Stoner, Pedrosa y Lorenzo
Pero no todo es cuesti¨®n de neum¨¢ticos, porque el campeonato que se disputa hoy en d¨ªa no tiene nada que ver con los cinco que Rossi ha ganado en MotoGP (de 2001 a 2005). Entonces no estaba Stoner, ni Pedrosa ni Lorenzo, y todos sus oponentes viv¨ªan aburguesados en la dictadura del mejor motociclista de la historia. "?C¨®mo voy a ganarle yo a Valentino?", se deb¨ªan preguntar sus rivales de entonces. "Eso es imposible", se autoconvenc¨ªan. Hasta 2005, Rossi se pase¨® por los circuitos porque era consciente de que era muy superior a los dem¨¢s. M¨¢s que nada, porque el papel del piloto ten¨ªa una importancia m¨¢s determinante que ahora. El componente electr¨®nico en las motos no se hab¨ªa desarrollado al extremo que lo ha hecho en los tres ¨²ltimos a?os, y las centralitas jugaban un papel mucho m¨¢s secundario. Los corredores ten¨ªan el control de la situaci¨®n en su mu?eca, y en esas circunstancias, eran muy pocos los que pod¨ªan medirse a Valentino.
Sin embargo, la cosa cambi¨® en 2006, cuando desembarcaron Pedrosa y Stoner, dos chavales hambrientos y libres de complejos que exigieron mucho a Rossi. Tanto, que acab¨® por perder el t¨ªtulo a manos de Hayden. Ese fue su primer shock. Stoner le remat¨® el a?o pasado, el peor que ha vivido desde que compite en MotoGP. ?l se vaciaba en su trabajo, pero la moto que conduc¨ªa flojeaba por todos lados. Por eso es tan loable que haya recuperado la hegemon¨ªa del campeonato. Ahora ya no hay nadie que se crea eso de que Rossi no se entrena. Este verano, por ejemplo, s¨®lo ha pasado cinco d¨ªas en Ibiza, mientras que a?os atr¨¢s llegaba a tirarse en la isla hasta tres semanas.
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