Apuesta por la prevenci¨®n
El Centro de Investigaciones Cardiovasculares que dirige Valent¨ªn Fuster, ejemplo de c¨®mo grandes empresas espa?olas mantienen su patrocinio a la investigaci¨®n pese a la crisis
El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), que aspira al liderazgo europeo en ese campo, ya tiene sus seis grandes l¨ªneas de trabajo funcionando a pleno rendimiento. Tres son b¨¢sicas y tres aplicadas, pero todas est¨¢n enfocadas a la medicina preventiva. "Hay que moverse del tratamiento a la promoci¨®n de la salud", dice el presidente cient¨ªfico del centro, Valent¨ªn Fuster.
El CNIC no va a frenarse por la crisis. Las 15 grandes empresas que forman su patronato, la Fundaci¨®n Pro-CNIC, van a mantener su apuesta por el centro de investigaci¨®n, cifrada en 180 millones de euros para 10 a?os. El resto de la financiaci¨®n, hasta 450 millones, proviene del sector p¨²blico.
La polip¨ªldora es una combinaci¨®n de f¨¢rmacos cardioprotectores para quienes hayan sufrido un infarto
Las l¨ªneas de investigaci¨®n incluyen ensayos cl¨ªnicos sobre la polip¨ªldora (una pastilla para prevenir el infarto), la gravedad del ataque cardiaco en las mujeres j¨®venes y el riesgo cardiovascular en los trabajadores de una factor¨ªa aragonesa. Tambi¨¦n t¨¦cnicas de imagen que permiten ver la gestaci¨®n de un bloqueo arterial mucho antes de que se produzca. Y ciencia b¨¢sica sobre la inflamaci¨®n de los vasos sangu¨ªneos, el desarrollo embrionario del sistema cardiovascular y la regeneraci¨®n del coraz¨®n por sus propias c¨¦lulas madre. "El modelo de la Fundaci¨®n Pro-CNIC es un experimento interesante", dice Fuster, "y yo creo que deber¨ªa adoptarse no s¨®lo en Espa?a, sino tambi¨¦n en los dem¨¢s pa¨ªses. La financiaci¨®n privada nos permite hacer cosas que ser¨ªan inviables de otro modo".
Fuster cita como ejemplo los 12 programas de educaci¨®n del centro, algunos para estudiantes de 16 a?os, dedicados a descubrir talentos y formarlos como investigadores cardiol¨®gicos. "Ser¨ªa imposible con dinero p¨²blico", afirma al cient¨ªfico. "El capital privado tambi¨¦n nos permite incentivar a los grupos de investigaci¨®n con los que colaboramos, e invertir en unas m¨¢quinas muy costosas".
Por ejemplo, el CNIC est¨¢ construyendo un ambicioso "centro de imagen" equipado con la ¨²ltima generaci¨®n de sistemas de exploraci¨®n (tomograf¨ªa computarizada, resonancia magn¨¦tica y PET). El objetivo es ponerlos a punto para la detecci¨®n temprana de la arteriosclerosis. Con estos equipos se podr¨¢n visualizar directamente los da?os en las arterias muchos a?os antes de que causen un infarto o un ataque cerebral.
Otra de las principales l¨ªneas de investigaci¨®n aplicada es el desarrollo de la polypill (polip¨ªldora, o FDC), una combinaci¨®n de f¨¢rmacos cardioprotectores que, de probarse eficaz, podr¨¢n consumir de manera preventiva todas las personas que hayan sufrido un primer infarto.
Los componentes de la polip¨ªldora son medicamentos muy consolidados: la aspirina, de conocidos efectos anticoagulantes; una estatina, o f¨¢rmaco que reduce el colesterol, y un inhibidor de la ACE (angiotensin converting enzyme) para moderar la hipertensi¨®n. La idea de combinarlos en una p¨ªldora de uso preventivo lleva tiempo circulando entre los especialistas, pero debe demostrarse que su uso es seguro, eficaz y viable econ¨®micamente, adem¨¢s de ajustar las dosis ¨®ptimas.
El CNIC, en consorcio con la farmac¨¦utica Ferrer International, ha organizado varios ensayos cl¨ªnicos con ese objetivo, incluido "un gran ensayo multic¨¦ntrico para evaluar los beneficios del 'concepto polip¨ªldora' en la prevenci¨®n del segundo infarto". Los pacientes para este estudio ser¨¢n reclutados en varios pa¨ªses europeos y latinoamericanos.
Demostrar la eficacia de la polip¨ªldora en la prevenci¨®n del segundo infarto tendr¨ªa consecuencias relevantes en la gesti¨®n de la salud p¨²blica: en Espa?a hay 70.000 infartados al a?o, de los que 40.000 llegan con vida a un hospital. Pero el 80% de los infartos ocurren en los pa¨ªses en desarrollo. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que cada cinco segundos se produce un infarto en el mundo.
"El gran desaf¨ªo para la investigaci¨®n cardiovascular en el siglo XXI es asegurar que los avances cient¨ªficos se traduzcan con rapidez en la mejora de la atenci¨®n m¨¦dica y la calidad de vida de los pacientes", dice Fuster. Ello requiere un "espacio com¨²n" para la interacci¨®n entre las comunidades cient¨ªfica y m¨¦dica, y ¨¦sa es una de las funciones centrales del CNIC.
De ah¨ª que el CNIC se concentre en tres estrategias muy concretas: la ciencia b¨¢sica (pero s¨®lo en ¨¢reas que aspiren a una aplicaci¨®n cardiol¨®gica en pocos a?os), la investigaci¨®n aplicada (en colaboraci¨®n con los hospitales y las cl¨ªnicas) y la formaci¨®n de nuevos investigadores y m¨¦dicos de esta especialidad.
El CNIC tambi¨¦n canaliza la contribuci¨®n espa?ola al Proyecto VIRGO (Variation In Recovery: Gender Outcomes), un macroestudio de 10 millones de d¨®lares lanzado el a?o pasado por la Facultad de Medicina de Yale. Su objetivo final es mejorar el tratamiento del infarto en las mujeres j¨®venes (menos de 55 a?os), que ahora padecen secuelas m¨¢s graves que los hombres de la misma edad, por razones que se ignoran. Hay m¨¢s de 2.000 mujeres reclutadas.
La investigaci¨®n b¨¢sica en el laboratorio se centra en las tres l¨ªneas que, seg¨²n Fuster y sus asesores cient¨ªficos, prometen unas aplicaciones cl¨ªnicas m¨¢s directas a medio plazo. La primera es el estudio de la inflamaci¨®n de la pared interna de las arterias (endotelio), un proceso que est¨¢ en la ra¨ªz de la mayor parte de las enfermedades cardiovasculares, seg¨²n ha revelado la investigaci¨®n reciente.
La segunda l¨ªnea persigue la regeneraci¨®n del coraz¨®n despu¨¦s de un infarto. Pese a las dudas iniciales, ha quedado claro en los ¨²ltimos a?os que el coraz¨®n, como otros ¨®rganos, contiene su propia reserva de c¨¦lulas madre. Los laboratorios de "cardiolog¨ªa regenerativa" del CNIC investigan la biolog¨ªa de esas c¨¦lulas y su capacidad para producir nuevo tejido cardiaco. El objetivo final es buscar un f¨¢rmaco que estimule ese proceso, de modo que un coraz¨®n infartado pueda regenerarse con sus propias c¨¦lulas madre.
El tercer departamento de investigaci¨®n b¨¢sica se dedica a la biolog¨ªa del desarrollo: c¨®mo las c¨¦lulas del embri¨®n proliferan y se organizan para formar el coraz¨®n y los vasos. Comprender este proceso no s¨®lo es necesario para buscar tratamientos contra las malformaciones cong¨¦nitas, sino tambi¨¦n contra los infartos.
Tras un da?o vascular, los procesos naturales que intentan reparar el tejido da?ado vienen a consistir en una recapitulaci¨®n de los mismos mecanismos embrionarios que lo crearon. Desentra?ar estos procesos es necesario para dise?ar terapias con c¨¦lulas madre, provengan ¨¦stas del propio coraz¨®n o de otros ¨®rganos.
Las actividades cient¨ªficas del CNIC son analizadas por un comit¨¦ de evaluaci¨®n y asesoramiento cient¨ªfico externo, compuesto por los principales investigadores de varias instituciones cient¨ªficas de peso mundial.
La Fundaci¨®n Pro-CNIC, que adem¨¢s de financiar al centro supervisa muy de cerca sus actividades, est¨¢ constituida por los presidentes de Acciona, La Caixa, el BBVA, Endesa, las fundaciones de Investigaci¨®n M¨¦dica Mutua Madrile?a, Abertis, Marcelino Bot¨ªn y Ram¨®n Areces, Gas Natural, Grupo Prisa, Inditex, Repsol YPF, Telef¨®nica y Ur¨ªa Men¨¦ndez. -
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