Libres de marcaje
El Espanyol y los Mossos d'Esquadra se acusan de no haber impedido que los 'Boixos Nois' metieran bengalas en Montju?c
El derby Espanyol-Bar?a hab¨ªa sido calificado de alto riesgo por el Comit¨¦ de Disciplina Deportiva. M¨¢s de 800 personas, entre Mossos d'Esquadra y agentes privados, participaron en el dispositivo de seguridad. Pero nadie impidi¨® que los Boixos Nois, los seguidores radicales del Bar?a, introdujeran bengalas en Montju?c, las encendieran y las arrojaran al p¨²blico blanquiazul. S¨®lo hubo 12 heridos leves. La polic¨ªa detuvo a los cinco boixos que arrojaron las bengalas. Hoy pasar¨¢n a disposici¨®n judicial.
M¨¢s all¨¢ de los hechos, nadie asume responsabilidades, antes al contrario. Las partes implicadas en la seguridad culpan a las dem¨¢s de lo ocurrido. El Espanyol asegura que registr¨® a los hinchas cul¨¦s y no detect¨® las bengalas. La polic¨ªa replica que, a¨²n siendo responsable del dise?o del operativo, el registro correspond¨ªa al club. El Bar?a se desmarca de los incidentes y recuerda que los Boixos Nois tienen el acceso vetado al Camp Nou.
Los cinco radicales detenidos por los incidentes pasar¨¢n a disposici¨®n judicial
La polic¨ªa alega que no intervino antes porque entiende que hubiera sido contraproducente
El Espanyol no detect¨® bengalas, y la polic¨ªa dice que el registro corresponde al club
La celebraci¨®n del gol por parte de Henry y Piqu¨¦ acab¨® de encender los ¨¢nimos
En medio, el Ayuntamiento de Barcelona, titular y gestor de la instalaci¨®n. El director del estadio, Josep S¨¢nchez, met¨ªa el dedo en la llaga al reconocer en la medianoche del domingo que de nada sirvieron las "40.000 reuniones sobre el dispositivo" ni los registros realizados en la entrada. La que sigue es la cr¨®nica de los hechos.
- ?Qu¨¦ dispositivo de seguridad se mont¨®? "El habitual en estas ocasiones", respond¨ªan la semana pasada los portavoces de la polic¨ªa auton¨®mica y los del Espanyol. Esto es, 810 personas: 160 Mossos d'Esquadra, 325 vigilantes privados y 200 personas contratadas por el Espanyol controlando los accesos. Objetivo: evitar enfrentamientos entre los hinchas radicales. De ah¨ª que la afici¨®n azulgrana, sea o no radical, ocupe la misma zona en las gradas. Una jaula en la grader¨ªa superior donde, en previsi¨®n de eventuales lanzamientos -el a?o pasado los Boixos Nois ya encendieron dos bengalas-, se instal¨® una red que evitara los lanzamientos. Result¨® in¨²til.
- ?C¨®mo se produjo la llegada y entrada de los Boixos Nois? La convocatoria de los Boixos Nois para ir a "despedir" al Espanyol "en su ¨²ltimo partido en casa como equipo de Barcelona" llevaba semanas colgada en su web. Cualquiera pod¨ªa ingresar 60 euros en un n¨²mero de cuenta corriente -o comprarla por Internet- y acudir a recoger la entrada en un bar de las inmediaciones del Camp Nou. De ah¨ª saldr¨ªan en manifestaci¨®n los hinchas cul¨¦s hacia Montju?c. Se congregaron unos 200 y recorrieron andando el trayecto hasta el estadio ol¨ªmpico. No pararon de gritar lindezas contra el Espanyol y el presidente del Bar?a, Joan Laporta -que cuando lleg¨® a la presidencia les cort¨® el paso al Camp Nou, una actitud que le cost¨® amenazas de muerte-, ni de encender bengalas. El cord¨®n de agentes antidisturbios se limit¨® a escoltarlos.
El despliegue policial se reforz¨® a las puertas del estadio. Los boixos fueron concentrados en la explanada del Palau Sant Jordi. M¨¢s bengalas. La relativa velocidad de la comitiva en su entrada al estadio no impidi¨® que los boixos intercambiaran una veintena de bengalas encendidas con la afici¨®n blanquiazul. El inspector jefe del dispositivo policial del partido, Josep Saumell, defendi¨® la no intervenci¨®n de bengalas durante el recorrido porque "todas las que se quemen fuera no se encienden dentro del estadio".
- ?C¨®mo fue el registro? Los responsables del Espanyol -por boca de su presidente, Daniel S¨¢nchez-Llibre, su director general, Pedro Tom¨¢s, y el director de seguridad, Pedro Tom¨¢s Boticario- han repetido una y mil veces que los registros realizados no detectaron la presencia de bengalas, un objeto cil¨ªndrico que mide aproximadamente un palmo. El inspector Saumell precis¨® ayer que los agentes de seguridad privada registraron someramente "a todos" los hinchas radicales, algunos de los cuales fueron "elegidos selectivamente" por la polic¨ªa para registrarles m¨¢s a fondo. El responsable del operativo afirm¨®: "Es imposible registrar a los 400 visitantes de forma exhaustiva. Se registra lo que se puede y no me gustar¨ªa ser soez para explicar qu¨¦ no se registr¨®", a?adi¨®, y zanj¨®: "Se realiz¨® de forma ¨¢gil porque si hubi¨¦ramos estado una hora y media registr¨¢ndoles hubi¨¦ramos creado un problema de orden p¨²blico". Pero las cr¨ªticas al registro llegaron incluso desde la afici¨®n blanquiazul. Un representante de la Curva Jove asegur¨® que "el cacheo se limit¨® a tocar los bolsillos y abrir las mochilas".
- ?C¨®mo llegaron las bengalas a las gradas y por qu¨¦ no fueron requisadas? El Espanyol, que niega su presencia en los registros, admite que, comenzado el partido, detect¨® una bolsa de bengalas en la zona de los boixos y lo comunic¨® a los mossos. La polic¨ªa argumenta que mantuvo un "control visual" sobre quienes las llevaban y defiende que no entr¨® a requisarlas para "evitar males mayores". Por la misma raz¨®n, se descart¨® desalojar la jaula, pensando en una eventual batalla campal entre aficionados en el exterior del estadio. Ocurr¨ª¨® que en el minuto 23 de la segunda parte, los hinchas las encendieron y las lanzaron sobre la grader¨ªa inferior. M¨¢s de uno evoc¨® los peores momentos de Sarri¨¤, donde en 1992 una bengala mat¨® a un ni?o.
- ?C¨®mo pudieron saltar los aficionados blanquiazules al campo? Las mayores muestras de indignaci¨®n llegaron desde la Curva Jove y uno de los laterales. Dos peque?os grupos saltaron al tart¨¢n del estadio y llegaron a invadir el campo. Medina Cantalejo detuvo el juego durante diez minutos. Es el mismo ¨¢rbitro que pit¨® el Bar?a-Madrid del a?o 2002 en el que desde el p¨²blico se tir¨® la cabeza de un chochinillo al c¨¦sped. Los aficionados saltaron por unas vallas que, pese a encerrar al p¨²blico, permanecen abiertas por razones de seguridad, precis¨® el jefe del operativo. Reanudado el juego, la celebraci¨®n del gol del empate por parte de jugadores azulgrana como Henry o Piqu¨¦, que se dirigieron a los boixos, acab¨® de encender los ¨¢nimos.
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