Los musicales dan la nota
Los ingresos de los espect¨¢culos crecen a un ritmo del 20% anual
Los musicales representan el sonido de la alegr¨ªa en estos d¨ªas tan complicados en el mundo econ¨®mico. Para sorpresa de muchos, sus ingresos crecen a un ritmo del 20% anual y en los ¨²ltimos cinco a?os sus taquillas han sumado m¨¢s de 250 millones de euros. ?C¨®mo se explica que con la severa crisis que vive el mundo este reducto de ocio est¨¦ mostrando esta fortaleza? "Porque son una manera de evasi¨®n de la realidad. Es la forma de felicidad m¨¢s barata que se puede comprar con dinero". Esta reflexi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢mara, responsable, entre otros, del musical Hoy no me puedo levantar (basado en las canciones del grupo Mecano), tiene una enorme l¨®gica, pues, al fin y al cabo, los espectadores durante dos horas y media se zambullen en un mundo de alegr¨ªa, risas y felicidad. Expresiones que pasan hoy por nuestras vidas tan lentas como el caminar de los bueyes sobre la nieve.
Es un negocio muy estacional. El ¨²ltimo trimestre del a?o es el m¨¢s fuerte
Este teatro del ritmo se ha convertido, pues, en un excelente negocio: no sufre el impacto de la pirater¨ªa y supone apostar por un segmento en fuerte expansi¨®n como es el microocio. Aunque tiene sus particulares reglas de juego. Exige unos ingresos de entrada altos. Un musical de primer nivel cuesta entre tres y cuatro millones de euros. O sea, b¨¢sicamente, lo mismo que rodar una pel¨ªcula espa?ola de presupuesto medio, y el periodo de retorno de la inversi¨®n se alarga a unos 18 ¨® 20 meses. Durante este tiempo, la sala debe tener al menos cubierto, de forma diaria, el 70% de su aforo. Y las entradas, para que los n¨²meros cuadren, deben superar de media los 30 euros.
Pero claro, hay producciones y producciones. No cuesta lo mismo comprar los derechos de un ¨¦xito internacional como High School Musical que optar por una obra m¨¢s cercana como Aloma, el musical que Dagoll Dagom lanza basado en la obra de Merc¨¦ Rodoreda. Una apuesta de 600.000 euros "en la que puedes ganar mucho dinero, pero tambi¨¦n perderlo", afirma Anna Rosa Cisquella, productora ejecutiva de Dagoll Dagom y responsable de productos de gran ¨¦xito como Mar i Ciel (500.000 espectadores). Una regla no escrita dice que cuanto m¨¢s cara es la producci¨®n menos riesgos se asumen, pues se supone que se trabaja con un producto ya contrastado.
Esta filosof¨ªa econ¨®mica es la que est¨¢ aplicando Stage Entertainment, principal productora de estos espect¨¢culos en Espa?a por facturaci¨®n (45 millones de euros). En su cartera de presentaci¨®n conviven ¨¦xitos como Cabaret, Mamma m¨ªa!, Jesucristo Superstar o La Bella y La Bestia. Y es el exponente de hombre rico dentro del sector. Por ejemplo, Mamma m¨ªa! ha estado tres temporadas en cartel en Madrid y dos en Barcelona con taquillas muy buenas, por lo que relativamente pronto se ha podido cubrir su coste: 5,5 millones. Eso s¨ª, tiene que hacer frente a una fuerte estacionalidad. "Los tres mejores meses del a?o son octubre, noviembre y diciembre", confirma Julia G¨®mez, directora general de Stage Entertainment Espa?a. "El resto son m¨¢s dif¨ªciles".
Pero tambi¨¦n es verdad que, para hacer frente a esta estacionalidad, su m¨²sculo financiero les permite traer producciones que tienen, en principio, grandes posibilidades de ser un taquillazo. No hay que olvidar que la compra de los derechos de un t¨ªtulo internacional de prestigio puede suponer entre el 20% o el 25% del presupuesto del musical y esto est¨¢ al alcance de s¨®lo unos pocos. Aunque, seg¨²n el sector, la parte del le¨®n se la llevan los gastos de producci¨®n de la escenograf¨ªa y partidas como los cach¨¦s de creativos y core¨®grafos.
Otro de esos privilegiados del espect¨¢culo es Joan Llu¨ªs Goas, responsable ejecutivo de la producci¨®n m¨¢s cara de este g¨¦nero en Catalu?a. Cerca de unos 2,6 millones de euros ha costado levantar Spamalot, un musical del m¨ªtico grupo c¨®mico brit¨¢nico Monty Python que dirige el Tricicle (Joan Gr¨¤cia, Paco Mir y Carles Sans). Goas tambi¨¦n ha estado al frente de Grease, quiz¨¢ el musical cuyos n¨²meros dan una idea m¨¢s n¨ªtida de la capacidad de generar ingresos que tiene esta industria. Con un coste de producci¨®n de 1,4 millones, ha conseguido recaudar 13 millones en s¨®lo dos a?os a partir de un ¨ªndice de ocupaci¨®n del 84%. Y en Madrid, donde se acaba de lanzar, "en venta anticipada ya hay adjudicadas unas 18.000 entradas", asegura Goas.
El musical es un negocio de tiempo y de espacio. Necesita mucho para ser viable y necesita mucho, tambi¨¦n, para representarse. Y aqu¨ª es donde reside su principal flaqueza. En Espa?a no hay muchos teatros que tengan aforos entre 1.800 y 2.000 butacas que ayuden a que estos espect¨¢culos sean rentables. "Adem¨¢s, los precios de los teatros de Madrid son desorbitados", critica Julia G¨®mez. Y, por si fuera poco, las tan publicitadas nuevas infraestructuras culturales madrile?as no parecen ser la respuesta. "El teatro del Canal no es la soluci¨®n. Es un espacio cojo; s¨®lo tiene 800 butacas", reflexiona G¨®mez. A esta situaci¨®n se suma, en el caso madrile?o, la desaparici¨®n de los grandes teatros de la Gran V¨ªa, con lo cual encontrar un espacio adecuado se transforma en un verdadero inconveniente.
Sea como fuere, es cierto que nadie tiene una piedra Rosetta con la que descifrar los jerogl¨ªficos del ¨¦xito. "Pues al lado de sonoros triunfos hay rotundos fracasos como La Jaula de las locas [Andr¨¦s Pajares] o Los Productores [Santiago Segura y Jos¨¦ Mota]", advierte el especialista en este g¨¦nero Roberto Garc¨ªa.
Resulta evidente que como todo negocio se camina sobre el alambre del riesgo. Sin embargo, hay quien sigue apostando por ellos y lo hace desde producciones que, a veces, desde la butaca del espectador, cuesta trabajo ver musicalizadas. Jos¨¦ Velasco y la empresa
Muchoruido han dado forma de musical a Mortadelo y Filem¨®n, y lo hacen con un proyecto muy ambicioso (unos cuatro millones de euros). Velasco es un profesional con experiencia en este mundo, pues fue socio de Stage durante cuatro a?os y particip¨® en producciones como Cabaret o La Bella y La Bestia. Ahora le pone letra y m¨²sica a los archiconocidos personajes de Francisco Ib¨¢?ez. Al tiempo, la empresa trabaja en la producci¨®n de una nueva versi¨®n de Carmen, que previsiblemente se estrenar¨¢ en el mercado estadounidense.
Existen pocas dudas de que el sector est¨¢ inmerso en un periodo de gran actividad y que cada vez hay m¨¢s p¨²blico para un g¨¦nero que no ten¨ªa mucha tradici¨®n en Espa?a. ?O s¨ª la ten¨ªa? "Los musicales de hoy en d¨ªa son los sustitutos de las antiguas revistas o zarzuelas", comenta Anna Rosa Cisquella. Tanto es as¨ª que algunos han visto r¨¢pidamente las posibilidades que tiene unir tradici¨®n y modernidad. Enamorados an¨®nimos es un musical basado en la copla que prepara para este a?o el productor Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢mara. Parte de una inversi¨®n superior a los tres millones de euros y espera tener ¨¦xito ya que, como se?ala C¨¢mara, "hay mercado para todo lo que es bueno y conmueve".
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Llenazo en las plateas
El teatro se est¨¢ convirtiendo en un verdadero artista a la hora de salvar crisis. Al menos esta que vivimos y al menos en una ciudad con tanta tradici¨®n de plateas como Barcelona. Los n¨²meros de Adetca (Associaci¨® d'Empreses de Teatre de Catalunya) evidencian que la pasada temporada la asistencia a las salas de teatro en la capital catalana aument¨® un 20% (403.076 espectadores m¨¢s). En total, los espectadores alcanzaron los 2.654.862. L¨®gicamente, esta mayor afluencia se ha convertido en m¨¢s recaudaci¨®n en taquilla, que creci¨® un 37% hasta alcanzar los 69,8 millones de euros. Estos excelentes n¨²meros se explican, sobre todo, por el tir¨®n de los musicales (Mama mia!, C¨®meme el coco negro, Cabaret, Grease...). Pero esto no significa que el ¨¦xito est¨¦ garantizado a corto y medio plazo. "El teatro es c¨ªclico. Son modas. No hay una f¨®rmula que te asegure el lleno", advierte Anna Rosa Cisquella, productora ejecutiva de Dagoll Dagom.
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