Escalada en Sant Gervasi
Sant Gervasi es el nombre de una estaci¨®n de la l¨ªnea 6, la de Sarri¨¤, de Ferrocarrils de la Generalitat. Una estaci¨®n que se halla bajo la plaza de Molina de Barcelona, justo al lado de la estaci¨®n que recibe ese nombre de la l¨ªnea 7, es decir, la que va hasta la avenida del Tibidabo. No est¨¢n comunicadas, de ah¨ª que se est¨¦n realizando obras para, entre otras cosas, comunicar ambas l¨ªneas, de modo que quien quiera cambiar no tenga, como ocurre ahora, que salir y entrar (y volver a pagar).
Un objetivo muy loable y una responsabilidad no imputable al Gobierno actual. Ni siquiera a CiU, m¨¢s all¨¢ de que no hiciera la conexi¨®n en m¨¢s de 20 a?os. Se trata de un pecado original en la construcci¨®n de las l¨ªneas, hace d¨¦cadas. Adem¨¢s de conectar las dos l¨ªneas, las obras que se realizan servir¨¢n para que los usuarios no tengan que hacer escalada. Los andenes de Sant Gervasi se hallan a una profundidad notable en una ciudad en la que el metro se encuentra en no pocos casos (por ejemplo, La Rambla o el paseo de Gr¨¤cia) casi bajo el inmediato subsuelo.
Y ah¨ª se produce la queja de L. R., una lectora que, procedente de Sarri¨¤, se baj¨® en Sant Gervasi y descubri¨®, sin que nadie ni nada se lo advirtiera, que la ¨²nica forma de salir a la superficie desde ese punto es una empinad¨ªsima y larga escalera.
Un redactor de este diario se desplaz¨® al punto y pudo comprobar que de las tres bocas una est¨¢ en obras, otra dispone ya de ascensor y la tercera (la de marras) tiene un cartel en la entrada que se?ala que por all¨ª se va s¨®lo hacia la estaci¨®n de Catalunya. Nada sobre escaleras ni dificultades para personas con movilidad reducida. El cartel es visible, pero el redactor se top¨®, justo tras el torno, con una persona que no lo hab¨ªa visto y pretend¨ªa ir en direcci¨®n contraria. La falta de personal forzaba a una ¨²nica soluci¨®n: salir y volver a pagar para volver a entrar. En el and¨¦n, un matrimonio andaba buscando la conexi¨®n no ya con la l¨ªnea del Tibidabo, sino simplemente con el otro and¨¦n. El mismo resultado. Y salvo el cartel de la entrada, ni una sola indicaci¨®n en ning¨²n sentido.
GISA, responsable de las obras, se dio por enterada. Un portavoz de la empresa hizo acto de contrici¨®n y anunci¨® medidas correctoras. Ser¨¢ f¨¢cil comprobar si se adoptan.
Para quejas sobre las administraciones y empresas p¨²blicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es, a la atenci¨®n de Francesc Arroyo.
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