Las otras quiebras del desarrollo estatutario

El PNV ha recuperado con ¨¦xito en la negociaci¨®n presupuestaria de este a?o la reclamaci¨®n del traspaso de competencias estatutarias pendientes, pero en los ¨²ltimos diez a?os las transferencias no han sido la prioridad de los sucesivos gobiernos de Ibarretxe. Tampoco han estado presentes, como habr¨ªa cabido esperar, en los otros acuerdos sobre los presupuestos del Estado, que el PNV lleva apoyando desde 2005. Pero el partido que dirige I?igo Urkullu ha recuperado esa senda una vez agotado, con resultados m¨¢s que cuestionables en t¨¦rminos electorales, todo el recorrido alternativo al Estatuto emprendido por el lehendakari y el ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en 1999.

El principio de acuerdo sellado el jueves parece dar la raz¨®n al PNV cuando afirma que el desarrollo estatutario pendiente s¨®lo se activa ante la necesidad perentoria de sus votos en el Congreso para el Gobierno central, sea ¨¦ste del PSOE o del PP.

Un entramado interno a medio construir, con los municipios sin ley

As¨ª ocurri¨® tambi¨¦n con el ¨²ltimo paquete de traspasos -con los impuestos especiales como principal logro- acordado en 1996 con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a cambio del voto del PNV a su investidura, la ¨²nica que este partido ha dado a un presidente de gobierno espa?ol. As¨ª ha sido ahora con la competencia sobre la I+D+i.

Una vez puesta sobre la mesa su apuesta decidida por la superaci¨®n del Estatuto de Gernika, la apelaci¨®n a las competencias pendientes hab¨ªa quedado muy esquinada en el discurso reivindicativo nacionalista.

Cuando se ha mencionado en estos a?os, la referencia ha sido siempre la misma: los dos acuerdos del Parlamento, en 1993 y 1995, que enumeraban, en un acuerdo un¨¢nime, las competencias sin transferir, basados en el llamado Informe Zubia. De las que se censaron entonces tras exprimir el texto estatutario (54), el Gobierno vasco reclama a¨²n 37. El Ejecutivo central, en tiempos de Aznar, redujo a siete las traspasables. El PP no se considera en la actualidad vinculado por aquella relaci¨®n exhaustiva y el PSE acus¨® tambi¨¦n al PNV de haber "ido m¨¢s all¨¢ de lo que estaba en el acuerdo parlamentario" y de haber "utilizado con criterios partidistas un acuerdo que era de todos".

Las transferencias que el Ejecutivo auton¨®mico ten¨ªa se?aladas como prioritarias eran las de investigaci¨®n, las pol¨ªticas activas de empleo (Inem) y la de prisiones. El PNV present¨® ante la negociaci¨®n presupuestaria las dos primeras, a sabiendas ambas partes de que s¨®lo la primera pod¨ªa prosperar, pese a la oposici¨®n mostrada p¨²blicamente en dos ocasiones por la ministra Cristina Garmendia.

La transferencia de las prisiones, que s¨ª tiene Catalu?a, choca contra la pared de su implicaci¨®n en la lucha antiterrorista. La de las pol¨ªticas activas de empleo encalla en la exigencia del Gobierno vasco que se materialice por la v¨ªa del Concierto, que el Ejecutivo central rechaza alegando que las cuotas de los trabajadores no son impuestos. Navarra, que tambi¨¦n tiene Concierto Econ¨®mico, acept¨® el traspaso del Inem fuera de esa metodolog¨ªa.

La apuesta por la superaci¨®n del marco de Gernika de las dos ¨²ltimas legislaturas ha cortocircuitado tambi¨¦n la oportunidad de reformar el Estatuto, como han hecho otras comunidades, entre ellas Catalu?a.

Pero el bloqueo es tambi¨¦n dom¨¦stico. El tripartito tiene explicitado en su programa de gobierno el compromiso de abordar en este mandato la revisi¨®n del marco institucional interno y de las relaciones basadas en la Ley de Territorios Hist¨®ricos, a la luz de las disfunciones detectadas en la experiencia de casi tres d¨¦cadas de autogobierno. Tambi¨¦n incluye el de aprobar la ley Municipal, que quedar¨¢ de nuevo en la estacada tras recurrirla las diputaciones de ?lava y Vizcaya, ambas en manos del PNV, y mantendr¨¢ a Euskadi como la ¨²nica comunidad aut¨®noma que carece de ella.

En realidad, esa carencia supone que el entramado institucional est¨¢ a medio construir en algo que s¨®lo depende del Gobierno auton¨®mico, con los ayuntamientos sumidos en una especie de limbo legal, adem¨¢s de en la impotencia y el desaliento.