Los vuelos baratos salen m¨¢s caros
Las aerol¨ªneas 'low cost' logran sobrevivir a la crisis cobrando cada vez m¨¢s servicios: facturaci¨®n de equipaje, pago con tarjeta o seguro - Los cazadores de ofertas lo tienen cada vez m¨¢s dif¨ªcil
Dos profec¨ªas en torno al futuro de los vuelos de bajo coste han fallado. Una, la que formul¨® el fundador de la compa?¨ªa de vuelos baratos Ryanair, Michael O'Leary, augurando que alg¨²n d¨ªa volar ser¨ªa gratis y s¨®lo se sufragar¨ªa con los acuerdos comerciales de los destinos visitados. Y otra, la de aquellos voceros que sosten¨ªan que el modelo de negocio era insostenible, un fruto pasajero de un precio de petr¨®leo que hoy ya se ha multiplicado por cinco.
Volar, lejos de ser gratis, empieza a ser menos barato que hace un a?o, despu¨¦s de una ¨¦poca de v¨¦rtigo: la ebullici¨®n del sector y la aparici¨®n de nuevas compa?¨ªas llevaron a la sobreoferta de plazas y, ¨¦sta, a una guerra de precios que ha sido la fiesta de los consumidores y la angustia de los departamentos financieros de las aerol¨ªneas.
El 35% del tr¨¢fico a¨¦reo mundial se nutre de ofertas y rebajas
Los precios de los billetes nunca valdr¨¢n lo que antes
Los billetes de ¨²ltima hora hacen rentables los vuelos baratos
Iberia ha rebajado el kil¨®metro recorrido hasta los 7,4 c¨¦ntimos
Los consumidores no est¨¢n de acuerdo con los cargos a?adidos
La frontera entre compa?¨ªa 'low cost' y tradicional empieza a diluirse
Las cosas est¨¢n cambiando. Las compa?¨ªas intentan no subir los precios excesivamente de forma directa, pero hace tiempo que empezaron a cobrar por separado m¨²ltiples servicios. Unos son opcionales; otros, no. Desde la facturaci¨®n del equipaje hasta el pago del billete con tarjetas de cr¨¦dito o d¨¦bito. El seguro de viaje no es obligatorio, pero varias compa?¨ªas lo a?aden autom¨¢ticamente cuando se compra por Internet y cuesta unos quince euros. S¨®lo si el pasajero se da cuenta y lo elimina, no se carga el coste. Unas pr¨¢cticas que en algunos casas rayan la ilegalidad.
Ryanair anuncia a diestro y siniestro millones de plazas gratis, y otras aerol¨ªneas proponen ofertas de v¨¦rtigo, pero de facto el billete es m¨¢s caro. La crisis y el desmadrado precio del combustible que mueve los aviones lo explican. Un billete gratis de Alicante a Zaragoza con Ryanair, con las tasas, el seguro de viaje, la facturaci¨®n de equipaje, el pago con tarjeta y el billete de regreso asciende a 66,93 euros.
"Ir a Venecia en avi¨®n no cuesta 20 euros, pero el modelo de bajo coste seguir¨¢, los vuelos ya nunca ser¨¢n tan caros como antes. La ¨¦poca en la que s¨®lo pod¨ªa ir a Canarias el que pagaba 60.000 pesetas no volver¨¢", asegura ?lex Cruz, director general de Clickair. El salto del low cost (bajo coste) ha sido espectacular en Espa?a: si en 2004 los pasajeros de estas firmas supon¨ªan el 10,9% del total en los aeropuertos, en lo que va de 2008 suponen ya el 35,4%, seg¨²n AENA.
Un ejemplo: un vuelo Barcelona-Madrid-Londres para el viernes 21 de noviembre con regreso el domingo 29 de Easyjet. Ida y vuelta, con una maleta (9 euros por trayecto), m¨¢s el seguro, que es opcional pero lo a?aden autom¨¢ticamente y cuesta 15,99 euros, sube el precio total a 171,84 euros. Y el pago con tarjeta de cr¨¦dito supone una comisi¨®n m¨ªnima de 7,50 euros, o bien 2,50 euros si es de d¨¦bito, de modo que el desembolso total sube a 179,34 o 174,34 euros.
Lo mismo que ocurre con el resto. Clickair, Vueling y Ryanair tambi¨¦n cargan la facturaci¨®n de maletas (casi todas, 20 euros) y el pago con tarjeta (de 4,50 a 8,50 euros) al pasajero. Argumentan que sus clientes, mayoritariamente, s¨®lo llevan equipaje de mano. Pero Ryanair cobra incluso un extra por expedir la tarjeta de embarque.
Ana B. D¨ªaz habla muy segura por tel¨¦fono. "?Que si han subido los billetes en el ¨²ltimo a?o? Pues s¨ª, no tengo ninguna duda, aunque sigue habiendo ofertas bastante buenas", asegura. Compra con antelaci¨®n y toma aviones a horas intempestivas. Esta barcelonesa de 32 a?os est¨¢ suscrita a informaci¨®n de ofertas de agencias online y es una base de datos sobre cu¨¢les son los mejores precios del momento. Su ¨²ltima adquisici¨®n, para este s¨¢bado, ha salido barata a medias: Barcelona-M¨²nich, por 81 euros (Clickair), combinada con un Berl¨ªn-Palma de Mallorca a 20,49 (Easyjet). "El de M¨²nich sali¨® m¨¢s caro, porque hasta hace poco no lo pude comprar".
Llevar a Ana B. de Berl¨ªn a Palma no cuesta 20 euros. Ni 70, ni 80. En realidad, si el viaje resulta rentable para la compa?¨ªa, es gracias a esos vuelos de m¨¢s de 250 euros. En un mismo avi¨®n viajan personas que han pagado precios muy diferentes. Porque los billetes m¨¢s caros subvencionan el d¨¦ficit creado por el resto a las aerol¨ªneas. Cada una revisa sus tarifas constantemente, mirando de reojo a la competencia, y modifican los precios en funci¨®n de las fechas y de lo que hagan las compa?¨ªas rivales.
Vueling, por ejemplo, confiesa que el precio medio de su billete ha aumentado "significativamente" en menos de un a?o, argumentando que "la calidad del producto permit¨ªa un aumento de precios tolerado por el cliente". Un Barcelona-Par¨ªs del 13 al 15 de febrero tiene un coste inicial de 107 euros, pero con maleta y pago con tarjeta pasa a m¨¢s de 140 euros, con 16 m¨¢s si se incluye el seguro de viaje (preseleccionado en la web) y otros suplementos si escoge un asiento con m¨¢s espacio.
Easyjet dice que la gente se tiene que acostumbrar a esto. Su directora de marketing para Espa?a y Portugal, Beatriz Fern¨¢ndez, recalca que la mayor parte de sus clientes pasan una media de dos noches en los viajes que realizan, y no necesitan facturar.
A algunas asociaciones de consumidores no les gusta. Facua ha presentado denuncias ante el Ministerio de Fomento y autoridades de consumo de distintas comunidades porque "la facturaci¨®n de la maleta, por ejemplo, no se puede cobrar aparte", afirm¨® su portavoz, Rub¨¦n S¨¢nchez.
?lex Cruz, de Clickair, defiende la pr¨¢ctica: "No se puede pensar que por desglosar los gastos estamos aprovechando para subir los precios. ?ste es un sector muy sensible al precio, adem¨¢s, teniendo en cuenta que a¨²n no hemos tenido beneficios (la compa?¨ªa naci¨® en 2006), es dif¨ªcil pensar eso".
Este sistema, en principio, no incurre en ilegalidad. El Instituto Nacional de Consumo explica que el derecho del consumidor es conocer el precio total de su viaje desde el principio, desde el momento de la venta y no en el aeropuerto, y que los servicios opcionales no deben estar preseleccionados en la web, "porque mucha gente no se da cuenta", explica Ant¨®n Aller, asesor del centro.
La normativa obliga a que el precio del equipaje s¨ª est¨¦ incluido en el precio del billete. Y en Catalu?a, la Generalitat sancionar¨¢ a las compa?¨ªas que cobren "suplementos" por pagar con tarjeta o facturar equipaje porque considera que est¨¢s pr¨¢cticas son "abusivas".
Consumo hizo un barrido en 2007 por 11 portales de Internet de aerol¨ªneas y agencias online y s¨®lo cuatro de ellas (Atrapalo, Rumbo, Easyjet y Air Berlin) cumpl¨ªan a rajatable las normas de publicidad veraz. Ryanair y Vueling anunciaban billetes gratis, cuando en realidad hab¨ªa costes, y Spanair e Iberia lanzaban ofertas sin plazas asignadas.
Iv¨¢n San F¨¦lix, analista de Renta 4, asegura que "el modelo de negocio tiene su raz¨®n de ser". "Si el precio del petr¨®leo sube, las compa?¨ªas de bajo coste tendr¨¢n que subir los precios, pero el resto lo tendr¨¢ que hacer m¨¢s todav¨ªa, as¨ª que sus precios siempre estar¨¢n por debajo".
El petr¨®leo supone alrededor de un tercio de los costes de una compa?¨ªa de vuelos baratos. El d¨ªa que despeg¨® el primer avi¨®n de Vueling, el 1 de julio de 2004, el barril de Brent costaba 36 d¨®lares, y este verano alcanz¨® los 150 d¨®lares, un precio con el que el modelo de bajo coste se tambalea. Ahora ha dado un respiro, el jueves qued¨® en 66 d¨®lares.
La directora de marketing de Easyjet va m¨¢s all¨¢ de las oscilaciones del crudo. En su opini¨®n, el bajo coste seguir¨¢ porque "ya no se puede volver atr¨¢s". "Hemos cambiado la forma de vivir, las peque?as empresas pueden viajar, la gente mantiene relaciones a distancia, tiene menos miedo de viajar o estudiar fuera y el turismo se ha democratizado".
Y en los ¨²ltimos a?os, este auge de la oferta de vuelos de bajo coste ha desatado una guerra de precios da?ina para el sector. Vueling y Clickair, por ejemplo, han optado por casarse despu¨¦s de dos a?os de hacerse la vida imposible la una a la otra a base de reventar precios en las rutas en las que compiten (17). Los consumidores se frotaban las manos con la guerra de precios generalizada en el sector, pero ahora, despu¨¦s de un ciclo de v¨¦rtigo, la mayor¨ªa de aerol¨ªneas est¨¢n recortando la flota.
Seg¨²n la Asociaci¨®n Internacional del Transporte A¨¦reo (IATA, en sus siglas en ingl¨¦s), la oferta de vuelos y de asientos se reducir¨¢ en el tercer trimestre del a?o en el mundo en un 7%, aunque hay recortes superiores. Vueling y Clickair, por ejemplo, pasar¨¢n de 26 y 25 aviones, respectivamente, a 16. Iberia tambi¨¦n contrae su oferta para el mercado dom¨¦stico un 20%.
Con la moderaci¨®n de la oferta, el mercado espera una tendencia al alza de los precios. "Todo depende de que la demanda aguante. Si se mantiene, se podr¨¢n subir un poco los precios", opina Easyjet. De momento, afloja. El n¨²mero de viajeros ha bajado en el conjunto de los aeropuertos espa?oles un 0,4% hasta septiembre, con relaci¨®n a las mismas fechas de 2007.
El asunto, al final, no deja de cumplir la vieja ley de oferta y demanda. Pero el exceso de producto, seg¨²n apuntan algunos expertos como Salman Ali, de la consultora estadounidense Arthur D. Little, es consustancial al sector. "Las aerol¨ªneas, en global, tienen beneficios cada cinco o siete a?os, siempre tienen exceso de capacidad, as¨ª que sistem¨¢ticamente la tendencia es bajar los precios", explica.
"Con las low cost se ha generado todo un nuevo mercado que se benefici¨® de la bajada del petr¨®leo y que ha arrastrado a las tradicionales a ofrecer precios m¨¢s baratos", subraya Ali. El a?o pasado el sector puso a volar 1.000 nuevos aviones, y este, con la crisis, lanzar¨¢ 1.200 nuevos.
Las llamadas compa?¨ªas tradicionales tambi¨¦n han ajustado precios. Iberia, la antigua aerol¨ªnea de bandera, es un ejemplo: su precio medio por pasajero y kil¨®metro transportado (par¨¢metro que se utiliza en el sector para poder compara precios de compa?¨ªas con rutas muy distintas) se situ¨® en 7,4 c¨¦ntimos de euro el a?o pasado, por debajo de los 7,6 del a?o anterior; de los 8,4 que, por ejemplo, ingresaba en 1999; o los 8,6 de 2002.
Tambi¨¦n las tradicionales han optado por dejar de ofrecer algunos servicios que antes inclu¨ªa el billete, como aquel famoso zumo de los aviones. Y es que las diferencias se diluyen y las fuentes de las propias aerol¨ªneas tradicionales opinan que "hay que empezar a dejar de hablar de alto y bajo coste y hablar de compa?¨ªa que tiene enlaces y otras que vuelan punto a punto. ?sa es la mayor distinci¨®n entre ambos tipos".
A las compa?¨ªas como Vueling y Clickair les empieza a pesar el cartel de bajo coste y ofrecen servicios parecidos a una clase business (como la elecci¨®n de asiento junto al pasillo o de mayor espacio) con un suplemento.
No entra en esta guerra Ryanair. El n¨²mero dos de la aerol¨ªnea irlandesa, Michael Cawley, asegura que no se acaban los billetes baratos, aunque s¨ª vaticina que muchas compa?¨ªas peque?as de bajo coste desaparecer¨¢n. Una de las primeras v¨ªctimas ha sido la de vuelos ch¨¢rter Futura, que ha presentado el concurso de acreedores (antigua suspensi¨®n de pagos), con 1.200 trabajadores.
Con el precio del petr¨®leo ahora a la baja, Ryanair insiste en que es posible viajar por un euro cada trayecto durante la semana, aunque admite que es m¨¢s frecuente pagar un m¨ªnimo de 20. Menos de lo que cuesta un taxi al aeropuerto. Ana B. tambi¨¦n dice que hay ofertas. Acaba de recibir una: un Barcelona-Madrid por 35 euros. A esto, claro, habr¨¢ que a?adir los extras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.