"Quer¨ªamos echarla porque ol¨ªa mal"
Dos acusados de quemar viva a una indigente en un cajero culpan a un menor
Estuvieron all¨ª, agredieron e insultaron a una mujer y permitieron que se le prendiera fuego y muriese entre llamas. Dos j¨®venes reconocieron ayer ante un tribunal de Barcelona su participaci¨®n en el crimen de una indigente que dorm¨ªa en un cajero autom¨¢tico, pero culparon de los hechos a un menor, condenado en su d¨ªa a ocho a?os de internamiento en un centro.
"Ol¨ªa mal. Empec¨¦ a increparla y a faltarle al respeto. Lo ¨²nico que quer¨ªa era que saliera, porque se me hab¨ªa puesto en la cabeza", explic¨® impasible a los jueces Oriol Plana Sim¨®. "Empec¨¦ a buscar algo para molestarla. Encontr¨¦ una naranja y una botella y se las lanc¨¦. Luego un cono", prosigui¨® el acusado.
"No hab¨ªa intenci¨®n de provocar, s¨®lo de molestar, como una mosca que se te pone en la nariz", explic¨® Ricard Pinilla, el otro acusado, que, al igual que su amigo, ten¨ªa 18 a?os cuando ocurrieron los hechos, la madrugada del 16 de diciembre de 2005, en la calle de Guillem Tell, en la zona alta de Barcelona. Al final, los dos acusados se olvidaron de la "se?ora" o la "se?orita", como la definieron y se marcharon a cenar con unos amigos.
Regresaron al cabo de tres horas, con Juan Jos¨¦ M., que entonces ten¨ªa 16 a?os. Como la indigente no le conoc¨ªa, le abri¨® el pestillo del cajero y reaparecieron los otros dos acusados, "para seguir molest¨¢ndola". Seg¨²n Plana, le arrojaron cartones a la mujer y unos palos, y le acabaron gritando, pinchando y golpeando. "No ten¨ªamos intenci¨®n de hacerle da?o, s¨®lo de hacer el tonto", declar¨®.
Y as¨ª estuvieron entrando y saliendo del cajero e increpando a Mar¨ªa Rosario Endrinal Petite, de 50 a?os. Hasta que Juan Jos¨¦ M. cogi¨® un bid¨®n con capacidad para 25 litros de disolvente, verti¨® gran parte de su contenido y le prendi¨® fuego.
La garrafa conten¨ªa una etiqueta visible advirtiendo que era un l¨ªquido inflamable, que entr¨® en "deflagraci¨®n y produjo una fuerte llamarada que envolvi¨® a la mujer", asegura el fiscal. "La explosi¨®n me ech¨® para atr¨¢s", relat¨® Plana. El otro acusado sali¨® con los pantalones chamuscados y el menor cay¨® al suelo.
Los hechos quedaron registrados en una c¨¢mara de seguridad de la entidad bancaria, lo que facilit¨® la detenci¨®n de los acusados al cabo de tres d¨ªas. La mujer qued¨® tendida en el suelo y cuando llegaron los Mossos d'Esquadra todav¨ªa estaba consciente. Ingres¨® en el hospital con quemaduras en el 65% de la superficie del cuerpo y falleci¨® al d¨ªa siguiente.
"?Por qu¨¦ sonr¨ªe usted cuando se produce la explosi¨®n?", le pregunt¨® ayer el fiscal a Plana. "Es que fue una cosa inesperada, pero despu¨¦s me qued¨¦ at¨®nito", respondi¨®. "Yo nunca he sido racista ni clasista, ni de ninguna ideolog¨ªa denigrante", puntualiz¨®. "Yo nunca he agredido a nadie, ni a un sin techo ni a otra persona", dijo Pinilla.
El fiscal les acusa de un delito de asesinato y otro de incendio y solicita para cada uno penas que suman 28 a?os de c¨¢rcel. Es la misma pena que reclama el Ayuntamiento de Barcelona, que ejerce la acci¨®n popular representado por la abogada Lidia Lajara. Los da?os causados en la oficina bancaria se valoraron en 26.717 euros.
Una de las cuestiones determinantes del juicio se plantear¨¢ en la sesi¨®n de hoy, con la declaraci¨®n de Juan Jos¨¦ M., que ya fue juzgado y condenado en la jurisdicci¨®n de menores a la pena m¨¢xima de ocho a?os de internamiento por asesinato. Durante la investigaci¨®n declar¨® que fue Pinilla quien arroj¨® un cigarrillo para que prendiera el disolvente. Los dos acusados lo negaron ayer y culparon al menor. "Cada uno ¨ªbamos por libre. No pens¨¦ que pudiera pasarme eso. Quiz¨¢s si alguien me lo hubiera dicho, me habr¨ªa marchado", explico Oriol Plana al tribunal sin inmutarse.
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