La nueva princesa de cuento llega a Alcal¨¢
Do?a Letizia entrega el Premio Cervantes Chico
Sin corona pero con melena casta?a, traje pantal¨®n marengo, blusa morada y tacones de 15 cent¨ªmetros. Los 246 ni?os y ni?as que abarrotaban ayer el teatro sal¨®n Cervantes de Alcal¨¢ de Henares, y que recibieron el Premio Cervantes Chico por su compa?erismo, tolerancia y solidaridad, pudieron ver delante de su nariz a una princesa del siglo XXI de carne y hueso: la de Asturias, Letizia Ortiz Rocasolano.
Do?a Letizia fue la estrella del acto de entrega del XII Premio Cervantes Chico de literatura infantil y juvenil que otorg¨® el Ayuntamiento de Alcal¨¢ al escritor Alfredo G¨®mez Cerd¨¢. Antes, todos los ni?os, uno por cada curso de cada uno de los 41 colegios de la localidad, desfilaron ante la mesa presidida por la princesa de Asturias, acompa?ada por el ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, y el alcalde, Bartolom¨¦ Gonz¨¢lez, para recoger un diploma que les acredita como alumnos ejemplares.
Los 246 ni?os fueron galardonados por su compa?erismo y tolerancia
Es la primera vez que el acto, que se celebra cada a?o en paralelo al Premio Cervantes de Literatura, cuenta con la presencia de un miembro de la familia real, y los mayores estaban mucho m¨¢s nerviosos que los peque?os. "?Qu¨¦ momento!", dijo el propio G¨®mez Cerd¨¢, al recibir su galard¨®n, "a los escritores nos encantan las princesas".
Los peque?os, de entre 6 y 12 a?os, estuvieron impecables. Hab¨ªan ensayado durante horas en sus colegios. Levantarse, recoger el premio, posar para la foto y volver a su butaca. De cada grupo de seis, s¨®lo uno recib¨ªa el diploma de manos de do?a Letizia. Por el colegio Juan de Austria, el afortunado fue Marco Javier. Marco, de nueve a?os, naci¨® en Ecuador, pero vive en Espa?a desde los dos. Lo trajeron de all¨ª sus padres cuando lograron establecerse en Espa?a, adonde hab¨ªan emigrado a?os antes. Ayer, Hern¨¢n y Marina aguardaban en la calle a su ¨²nico hijo con sus vestidos de domingo. No se quejaban. Otros padres, sin embargo, manifestaban su malestar por no haber podido ver a sus ni?os. Mientras, la Corporaci¨®n municipal y una variopinta muestra de autoridades ocupaban el gallinero. Fue despu¨¦s, durante los discursos, cuando alguno de los m¨¢s peque?os sucumbi¨® al sonsonete y el calorcillo de la butaca y se qued¨® traspuesto.
Do?a Letizia, que acudi¨® sola, tambi¨¦n pareci¨® disfrutar m¨¢s cuando se apagaron los focos y se reuni¨® con los ni?os en el patio. Y les pregunt¨®:
-?T¨² qu¨¦ quieres ser de mayor?
-Periodista.
-Anda, yo tambi¨¦n lo era.
-?Y ahora, en qu¨¦ trabajas?
-Pues conociendo a ni?os como vosotros, y a los mayores, y aprendiendo de todos.
Y despu¨¦s de besar a todos los que quisieron y prometerles que volver¨ªa a verles, la Princesa se fue. Dej¨® una noticia: necesita gafas. "Me las voy a hacer como las tuyas, que me encantan", le dej¨® dicho a una premiada miope. Ya se ver¨¢.
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