Una reivindicaci¨®n del humanismo
El Pr¨ªncipe y los premiados piden valent¨ªa y conciencia moral frente a los males del mundo - Don Felipe habl¨® de la crisis, del terrorismo y del medio ambiente
Cuando el mundo est¨¢ cubierto por una enorme e inquietante nube negra con la palabra crisis tatuada en el centro, ceremonias como la entrega ayer de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias adquieren un sentido diferente. Un extra?o acuerdo, un pacto de aliento sali¨® de los discursos de los premiados y del pr¨ªncipe Felipe. Fue un acto en clave de manifiesto que reivindic¨® el precioso humanismo del pasado, tan necesario en el presente, tan urgente para el futuro.
Todos ellos eran exponentes de esa lucha ambiciosa de superaci¨®n para construir un mundo mejor. Desde los luminosos trabajos cient¨ªficos de Sumio Lijita, Shuji Nakamura, Robert Langer, George M. Whitesides y Tobin Mark, a la lucha a pie de campo en ?frica contra la malaria, personificada como pocos por Julio Alonso y Clara M¨¦ndez. Junto a ellos, la clarividencia de Tzvetan Todorov y Margaret Atwood; esa audacia visionaria que impuls¨® a los creadores de Google - con Larry Page, fundador de ese sue?o y Nikesh Arora, vicepresidente de la compa?¨ªa al frente- a ordenar de forma distinta el universo actual. Como ejemplo de ruptura de l¨ªmites, la encarnaci¨®n de la fuerza tit¨¢nica imparable que representa Rafa Nadal y para la conciencia y la utop¨ªa, la dignidad moral que personifican tanto Ingrid Betancourt como el maestro Jos¨¦ Antonio Abreu, creador del sistema de orquestas de Venezuela.
El acto fue largo. Casi dos horas dur¨®. Hab¨ªa muchas conciencias pendientes de reforzar. En todo el mundo. A las 18.39 entr¨® la Reina seguida de los pr¨ªncipes y los premiados. El paseo hacia el teatro Campoamor fue luminoso por el d¨ªa y por la gente que se congreg¨® en la calle a esperarles hasta dos horas antes de la cita para vitorearles.
Nadal recibi¨® el primer gran aplauso dentro del teatro. Le siguieron los dem¨¢s con otra gran ovaci¨®n sentida y emocionada para Abreu, que recogi¨® el premio acompa?ado de dos ni?os y dos j¨®venes de un sistema educativo musical milagroso donde se ense?a hoy a 265.000 ni?os y j¨®venes en Venezuela.
Hubo discursos hermosos aunque sobrios de Atwood y Todorov. La canadiense, premio de las Letras, empez¨® ya a caldear la cosa con palabras como estas: "Conviene recordar la humanidad que compartimos, una humanidad que muestra su mejor rostro a trav¨¦s de la inventiva y el valor, de la flexibilidad de pensamiento, de la generosidad". Sigui¨® Todorov, premiado con el de Ciencias Sociales, anim¨¢ndonos a analizar c¨®mo tratamos hoy en el mundo la diferencia, al otro, al extranjero permanente.
Pero fue Ingrid Betancourt la que encogi¨® las gargantas y los ¨¢nimos de los presentes. Salida de un infierno, acogida ahora por una especie de sue?o, la activa pol¨ªtica colombiana, secuestrada seis a?os por las FARC y liberada hace apenas cuatro meses, parec¨ªa ayer estar rodando la secuencia final de una pel¨ªcula. Una pel¨ªcula en la que ha vivido desesperaci¨®n, angustia, enfermedad, miedo, rebeld¨ªa, ansia de aferrarse a la vida y a la libertad, pero que todav¨ªa no ha terminado. Que todav¨ªa no tiene final feliz porque no hay d¨ªa que Betancourt no piense en sus compa?eros cautivos.
Esta mujer colombiana se present¨® estos d¨ªas en Oviedo con una radiante tristeza en el rostro y una robusta fragilidad que le da fuerza para agitar conciencias: "Hace algunas semanas est¨¢bamos mis compa?eros y yo en el mundo h¨²medo y asfixiante de la selva, donde nada era nuestro, ni siquiera nuestros propios sue?os...", empez¨® diciendo.
No olvida, tampoco parece perdonar ni deja de insistir contra los peligros y los recursos que le sirven al terrorismo para perpetrar sus cr¨ªmenes. Pero cree que para dar soluciones es necesario hablar: "Podemos ofrecer m¨¢s di¨¢logo y menos imposiciones por la fuerza".
El pr¨ªncipe Felipe, despu¨¦s de justificar y elogiar la necesidad de cada premio entregado ayer y poner a cada uno como ejemplo del coraje que necesitamos hoy, se dedic¨® a insuflar moral: "Trabajemos unidos para estabilizar y sanear, cuanto antes, el sistema financiero internacional. Busquemos entre todos encauzar correctamente la presi¨®n del desarrollo humano sobre el medio ambiente en nuestro planeta. Hagamos frente solidariamente a los desastres naturales y a las grandes emergencias. Unamos nuestros esfuerzos para luchar con eficacia y mediante los instrumentos del Estados de Derecho contra el terrorismo y todas las formas de crimen organizado", dijo, y a?adi¨®: "Estas realidades globales afectan a aspectos esenciales de nuestra existencia y condicionan nuestra libertad, progreso o bienestar". Ante ellas, necesitamos respuestas colectivas. Respuestas que, seg¨²n ¨¦l, "no se han abordado con la necesaria convicci¨®n, celeridad y contundencia".
Un plantel de lujo
- Artes. Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.
- Ciencias Sociales. Tzvetan Todorov.
- Comunicaci¨®n y Humanidades. Google.
- Concordia. Ingrid Betancourt.
- Cooperaci¨®n Internacional. Ifakara Health Institute. The Malaria Research and Training Centre. Kintampo Health Research Centre. Centro de Investiga??o em Sa¨²de de Manhi?a.
- Deportes. Rafael Nadal.
- Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica. Sumio Iijima. Shuji Nakamura. Robert Langer. George M. Whitesides. Tobin Marks.
- Letras. Margaret Atwood.
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