"El Supremo practica la injerencia en la actividad del Poder Judicial"
Desde las vetustas paredes de su despacho vigilan a Mariano Fern¨¢ndez Bermejo (Arenas de San Pedro, ?vila, 1948) dos autoridades inmortalizadas en cuadros: el impulsor de la primera Ley de Enjuiciamiento Criminal, Manuel Alonso Mart¨ªnez (titular de Justicia entre 1881 y 1889), y Fernando Ledesma (ministro socialista entre 1982 y 1988), del que fue asesor. Habituado a desencadenar con sus respuestas tormentosas reacciones en las filas de la oposici¨®n, Fern¨¢ndez Bermejo se confiesa "entristecido y deprimido" por la ¨²ltima protesta de jueces y secretarios contra el Gobierno, Y quiere tender puentes de encuentro para evitar nuevas "llamaradas", como denomina a la rebeli¨®n judicial del pasado martes.
"El problema que tenemos es mucho m¨¢s de racionalidad que de cantidad"
"En el 'caso Mari Luz' confluye una larga cadena de errores y negligencias"
"Los jueces usaron las juntas para una finalidad que no les corresponde"
"Que se act¨²e por intereses corporativos de autodefensa no es aceptable"
"Nadie en democracia es intocable. Las negligencias tienen consecuencias"
"La gravedad de los hechos exig¨ªa una sanci¨®n de este tipo a la secretaria judicial"
"No me parece justo ni coherente el comunicado de los magistrados del Supremo"
"Lo que hizo Franco fue un crimen contra la humanidad en sentido social"
"En la nueva ley, la iniciativa en la instrucci¨®n debe ser del fiscal y de las partes"
Parece como si la predisposici¨®n a pactar y dialogar, con la que el ministro de Justicia apuntala todas sus respuestas, fuera el ant¨ªdoto perfecto para ahuyentar malos pensamientos que le empujan por la senda de las acusaciones m¨¢s gruesas. A veces le funciona, pero no siempre...
Pregunta. El fallo que permiti¨® al pederasta Santiago del Valle, supuesto asesino de la ni?a Mari Luz, permanecer libre 27 meses pese a que ten¨ªa una condena firme de c¨¢rcel, ?es s¨®lo y exclusivamente imputable a la negligencia de la secretaria y del juez?
Respuesta. Es una larga cadena de errores. El primer error comienza con los casi tres a?os que tard¨® la Audiencia de Sevilla en confirmar la condena. Esa demora intolerable qued¨® sin sanci¨®n porque hab¨ªa prescrito. En este caso han confluido una sucesi¨®n de negligencias que convenientemente hilvanadas dan lugar al desastroso y lamentable resultado que se produjo.
P. Jueces y secretarios judiciales atribuyen lo ocurrido a la falta de medios...
R. Si fuera cierto, tendr¨ªamos casos como ¨¦ste todos los d¨ªas, seg¨²n la l¨®gica de quien lo afirma. Y esto es excepcional. No conviene confundir. No negamos que existan d¨¦ficits, pero no tanto de medios personales y materiales, como se dice, sino de orden y una renovaci¨®n profunda que es la que atacamos con una reforma de leyes procesales que estamos a punto a llevar al Parlamento en cuanto el Consejo General del Poder Judicial informe. Se trata de un cambio profundo en los m¨¦todos de trabajo, en la organizaci¨®n del trabajo y en el reparto competencial en el orden judicial.
P. ?La sanci¨®n a la secretaria judicial ha desencadenado la mayor protesta de la judicatura? ?S¨®lo es por corporativismo o por una sensaci¨®n real de que se ha cometido una injusticia con las sanciones?
R. Para ver las cosas claras hay que alejarse del n¨²cleo de la cuesti¨®n. Dif¨ªcilmente los que est¨¦n dentro pueden ver con esa claridad. Que se act¨²e por intereses corporativos de autodefensa, siendo humano, no es aceptable. Se acude a un procedimiento que es el paro, que lo ¨²nico que hace es mucho da?o al sistema. Prefiero quedarme con algo que debe ser esencial. Este Gobierno est¨¢ empe?ado en hacer la gran reforma de la justicia; por vez primera despu¨¦s de muchos a?os se han realizado cosas jam¨¢s pensadas. Que el presupuesto de Justicia suba en cinco a?os m¨¢s del 50% es algo que jam¨¢s hab¨ªa sucedido. Que se hayan creado 1.100 plazas en ¨®rganos judiciales y de fiscales, y que tengamos previstas para 2009 otras 150 de jueces y 75 de fiscales, s¨®lo ha ocurrido en este tiempo. Que se hayan convocado 900 plazas de secretarios judiciales s¨®lo ha ocurrido ahora; que la ¨²nica oferta de empleo p¨²blico que no se va a ver afectada por la crisis sea la de Justicia me parece que significa lo que significa. Tenemos un presupuesto para tecnolog¨ªa de 135 millones. En 2009 se consolida la inversi¨®n en tecnolog¨ªa, que es superior a la de infraestructuras. Resulta ins¨®lito que con este cuadro se produzca un paro alegando la necesidad de reformar la justicia, que est¨¢ en el programa y entre las prioridades de esta casa. Nuestra voluntad es mirar hacia adelante, colaborar con el Consejo, atraer a las asociaciones y crear el clima favorable para que este esfuerzo presupuestario tenga cuando antes los frutos que queremos: una Administraci¨®n de Justicia renovada, con nuevos m¨¦todos de trabajo y al servicio directo e inmediato del ciudadano.
P. El Consejo ha sancionado a jueces con la expulsi¨®n de la carrera en otras ocasiones y nadie ha movido un dedo. Esta vez s¨ª. ?Por qu¨¦?
R. La escena me ha producido una sensaci¨®n muy agria, enormemente deprimente. He estado ya demasiados a?os de fiscal y lo ¨²ltimo que me hubiera gustado ver es esa actitud en los jueces. No la he comprendido. Han emitido una se?al que la ciudadan¨ªa no puede aceptar, que es la de unos jueces que no hacen lo que deben y eso no es nada bueno.
P. Lo que hicieron el martes los jueces, ?fue una huelga encubierta?
R. Prefiero no calificarla. Es una actitud de una utilizaci¨®n de las juntas de jueces con una finalidad que no parece ser la que corresponde. En todo caso, no entrar¨¦ a hacer calificaciones, porque el momento no est¨¢ para mirar atr¨¢s sino para mirar hacia delante.
P. ?No es excesiva y desproporcionada la sanci¨®n de dos a?os a la secretaria judicial?
R. He o¨ªdo hablar de la secretaria del juez y ese apelativo es impropio. Hay quien piensa que ha pagado los platos rotos una auxiliar administrativa que pasaba por all¨ª. No nos confundamos, estamos hablando de un cuerpo superior, que tiene a su cargo el impulso procesal y la fe p¨²blica. En la historia del cuerpo, no hay un excesivo n¨²mero, pero ha habido sanciones incluso mucho m¨¢s duras. Cuando se toman este tipo de decisiones se piensan mucho. La gravedad de los hechos exig¨ªa una sanci¨®n de este tipo. ?Sabe qu¨¦ pasa? Que de repente apareci¨® la sanci¨®n a la secretaria judicial despu¨¦s de que conociera la sanci¨®n exigua al juez, responsable m¨¢ximo del juzgado [multa de 1.500 euros]. Y ese contraste fue lo que llev¨® a pensar a algunos que se hab¨ªa roto la cuerda por el lado m¨¢s d¨¦bil.
P. La movilizaci¨®n de los jueces ha incluido a magistrados del Supremo, algunos amigos o conocidos suyos. ?No les concede a ellos suficiente autoridad como para pensar que la movilizaci¨®n no se ha debido s¨®lo a un simple corporativismo?
R. Hay una evidencia. ?Cu¨¢ntos a?os llevamos arrastrando una justicia lenta? De los ¨²ltimos 34 a?os puedo hablar de primera mano. Es hist¨®rico el lastre. Y, de repente, cuando hay un Gobierno que ha decidido apostar por la Justicia, cuando estamos poniendo en marcha la reforma procesal, de repente se produce esta llamarada. A m¨ª la que m¨¢s me ha dolido sin duda es la del Tribunal Supremo, porque es la que menos comprendo. Es un ¨®rgano que ha dado un salto espectacular en todo. Sobre todo en reducci¨®n en tiempos de respuesta. Es donde m¨¢s medios hemos puesto y se nota. Me da la impresi¨®n que ha habido una reacci¨®n de desahogo que tiene un contexto hist¨®rico. Se ha concentrado en este momento toda esa larga historia que se puede considerar de abandono de la justicia. Pero insisto, ni me parece justo ni me parece coherente cuando se est¨¢ produciendo la gran apuesta por la Justicia.
P. Los magistrados del Supremo se quejan de la injerencia del Gobierno en el Poder Judicial, que consideran intolerable...
R. Las resoluciones del ¨®rgano de Gobierno de los jueces son tan criticables como las m¨ªas y creo que estamos todos en el derecho y en la obligaci¨®n de hacer esa cr¨ªtica. Hay un matiz en la actitud del Supremo que me resulta dif¨ªcilmente entendible y es que practique lo que critica y es que, dado el contexto del escrito, es evidente que cualquiera puede interpretar que tambi¨¦n es una injerencia en la actividad del Poder Judicial. Es necesario el di¨¢logo para construir juntos. La ciudadan¨ªa no ha entendido esta huelga.
P. Si no se hubiera producido la muerte de la ni?a Mari Luz, ?la sanci¨®n que se ha puesto a la secretaria y las que se piden para el juez, hubieran sido las mismas? ?No ser¨¢ que la muerte de la ni?a es la que impregna todo el proceso sancionador y se est¨¢ sancionando una falta por el resultado?
R. El conjunto de las circunstancias que concurren en un hecho a veces son tan o m¨¢s importantes que el hecho mismo. Las valoraciones deben ser globales, no se puede aislar una cosa de otra a la hora de realizar valoraciones. Si lo que quiere es que haga futurolog¨ªa, que me transporte a un pasado que no existe, no puedo decir lo que hubiera hecho el Consejo en otras circunstancias.
P. Usted propone tender puentes, previamente avis¨® a los huelguistas de que no son "intocables". ?Habr¨¢ expedientes?
R. Nadie en democracia es intocable. Si alguien comete una negligencia en su trabajo pues hay consecuencias. Me refer¨ªa a lo desproporcionado que me parec¨ªa la convocatoria de una huelga con lo que hab¨ªa sucedido. Hay una parte humana que entiendo y respeto profundamente. La reacci¨®n positiva de un conjunto de funcionarios que arropa a una compa?era. Pero creo que se han equivocado en el m¨¦todo, pod¨ªan haber hecho muchas cosas que no fuera paralizar la justicia.
P. ?Necesita Espa?a m¨¢s jueces y fiscales?
R. Necesita mejor organizaci¨®n. Y seguramente tambi¨¦n algunos jueces y fiscales m¨¢s, pero sobre todo mejor distribuci¨®n. El gran problema que tenemos ahora, mucho m¨¢s que de cantidad es de racionalidad. No se puede decir que la inform¨¢tica no ha entrado en los juzgados. ?Vaya si ha entrado! Ustedes habr¨¢n visto c¨®mo los jueces, en esta protesta a la que se han dedicado, se cruzaban correos electr¨®nicos a trav¨¦s de la Intranet... Se ha gastado dinero pero ha habido asincron¨ªa con una asimetr¨ªa en el resultado. No todo el mundo ha informatizado a la vez. Ahora existen sistemas no compatibles entre s¨ª y el reto es hacerlos compatibles.
P. ?Los fiscales tendr¨¢n m¨¢s protagonismo en la instrucci¨®n de las causas penales?
R. Estamos trabajando ya en ello. En la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal habr¨¢ un proyecto de superaci¨®n de actual juez de instrucci¨®n. El actual juez no es el que define el art¨ªculo 117 de la Constituci¨®n. No juzga, no hace ejecutar lo juzgado, ni siquiera act¨²a en garant¨ªa de derechos. Es el que persigue a la gente, realiza una labor policial. Yo creo que cuadra m¨¢s un modelo de juez sin iniciativa procesal, un verdadero ¨¢rbitro de la instrucci¨®n. La instrucci¨®n debe realizarse en sede judicial, pero la iniciativa debe ser del fiscal y de las partes. La Constituci¨®n describe un "juez de la instrucci¨®n", un ¨¢rbitro cuya misi¨®n es decidir si practica o no las diligencias que le proponen y decide sobre las limitaciones de derechos, las medidas cautelares, pero un juez sin capacidad de impulso. Un juez que garantiza por un lado los derechos del imputado y por otro, decide qu¨¦ diligencias de las que le proponen deben ser realizadas.
P. Lo que hizo Franco y su gobierno, ?fue un crimen contra la Humanidad?
R. ?se es un calificativo que si me lo pregunta usted en sentido social podr¨ªa tener una respuesta afirmativa, pero si lo que quiere es una respuesta jur¨ªdica no ser¨¦ yo quien entre, ahora que es tema de discusi¨®n en la Audiencia Nacional. Lo que ocurri¨® en aquellos terribles momentos, durante la Guerra Civil y luego, fue un trauma colectivo de primer orden. Un verdadero golpe de Estado, una rebeli¨®n militar con unas consecuencias que todos conocemos.
P. La Ley de Amnist¨ªa pas¨® p¨¢gina sobre la Dictadura y sobre cr¨ªmenes que comet¨ªan en esos momentos terroristas de ETA y de los GRAPO. ?Cree que ahora una decisi¨®n judicial puede revisar una ley que hizo un Gobierno democr¨¢tico y aprob¨® un Parlamento en el que estaban todos los partidos, incluido el comunista...?
R. La ley del 77 fue sobre todo un tremendo ejercicio de generosidad por parte de un grupo humano que supo estar a la altura de las circunstancias y que gener¨® las condiciones para que se produjera una etapa de estabilidad democr¨¢tica. Si lo que quiere que le diga es si t¨¦cnicamente esa ley es revisable, no se lo voy a decir, porque ahora es objeto de controversia judicial.
P. En mayo pasado anunci¨® que en el primer trimestre de 2009 se pondr¨ªa en marcha el registro de medidas cautelares, requisitorias y sentencias no firmes. ?En qu¨¦ consiste, de qu¨¦ servir¨¢?
R. El 14 de octubre entr¨® en funcionamiento en Murcia la experiencia Minerva, que es la nueva oficina judicial en materia de ejecuci¨®n de sentencias. Es una aplicaci¨®n inform¨¢tica que tiene unas alarmas dentro de la tramitaci¨®n que ponen en guardia al tramitador de los fallos, d¨¦ficits o cumplimiento de plazos que se est¨¢n produciendo. Se ir¨¢ aplicando en todas las capitales de todo el territorio ministerio. LexNet es otro sistema de correo electr¨®nico de m¨¢xima seguridad que est¨¢ sustituyendo las notificaciones en papel. Est¨¢ funcionando en Le¨®n, en Burgos. Y la tercera actuaci¨®n, en el primer trimestre de 2009, es que en el vetusto Registro Central de Penados y Rebeldes hemos hecho una modernizaci¨®n completa y hemos aprovechado para a?adirle el control de las medidas cautelares, las requisitorias y las sentencias no firmes. Esto significa que cuando el funcionario est¨¢ tramitando, lo primero que puede hacer es consultar mediante el ordenador si la persona investigada est¨¢ sometida a alguna medida cautelar, en busca y captura o ha sido condenada aunque la sentencia no sea firme. Esto no exist¨ªa cuando el caso Mari Luz, aunque se pod¨ªa saber a trav¨¦s de las diligencias que aparecen en todos los atestados de la Guardia Civil que dan raz¨®n de los atestados anteriores. Es evidente que meter tecnolog¨ªa en esto facilita mucho el tema. Pero no nos olvidemos: de nada servir¨¢ si la negligencia de un funcionario hace que no se introduzcan los datos en el registro o que se comience a tramitar y no se consulte. Entonces esto no lo arreglar¨¢ nadie. La inmensa mayor¨ªa de los funcionarios y de los jueces y de los secretarios trabajan bien y tienen su libreta y priorizan su trabajo.
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