Aterrizaje en pista aparte
Los alumnos inmigrantes que van al centro separado de Vic s¨®lo est¨¢n unos d¨ªas
"Mi hija lleva aqu¨ª una semana. Ir¨¢ enseguida a una escuela", dice un padre marroqu¨ª junto a su hija a la puerta del centro para alumnos inmigrantes reci¨¦n llegados abierto en Vic (Barcelona). El centro lleva abierto seis semanas. Los alumnos est¨¢n en ¨¦l poco tiempo. El m¨ªnimo necesario para aprender nociones de catal¨¢n (la lengua vehicular luego en la escuela), conocer la ciudad y poder comunicarse m¨ªnimamente antes de pasar a una escuela ordinaria.
La creaci¨®n de centros separados como el de Vic, bautizados por la Generalitat como Espacios de Bienvenida Educativa, levant¨® polvareda en verano cuando fue anunciada por la Generalitat. Varias entidades de inmigrantes y SOS Racismo la criticaron con dureza. Al anunciarse, no se especific¨® el tiempo m¨¢ximo de permanencia. S¨ª que habr¨ªa uno en Vic y tres en Reus (Tarragona), que ser¨ªan experimentales, que no ser¨ªan centros educativos, que los alumnos estar¨ªan cuatro horas al d¨ªa el tiempo m¨ªnimo posible y que ir¨ªan a ¨¦l los que lleguen con el curso empezado.
La resoluci¨®n que regula estos centros se public¨® el 23 de octubre. Dice que el tiempo de permanencia "tendr¨¢ una duraci¨®n flexible". Pero en la pr¨¢ctica, en Vic el tiempo medio est¨¢ siendo de 30 horas. M¨¢ximo un mes mientras al alumno se le asigna escuela, dicen en el centro y en el Ayuntamiento de Vic.
En pocas semanas han pasado por el centro de Vic alumnos de China, Marruecos, Ecuador, Colombia, Per¨², Uruguay, India, Nigeria y Armenia. Y europeos de Polonia y de Rumania. Todos los alumnos extranjeros, los europeos incluidos, que lleguen a Vic ir¨¢n a este centro. Los tres de Reus funcionar¨¢n escalonadamente desde hoy.
La mayor¨ªa de alumnos del centro no saben catal¨¢n ni castellano. Lo que aprenden son nociones de catal¨¢n. Cuando pasan a la escuela o instituto necesitan ir a un aula de acogida donde est¨¢n parte de la jornada para seguir aprendiendo la lengua. El resto del tiempo est¨¢n en las clases ordinarias. "Aqu¨ª les ense?amos a decir su nombre, su edad, de d¨®nde son y a conocer la ciudad. Aprenden r¨¢pido", dice la directora, Nuria Call¨ªs.
"Cada mes nos llegan entre 25 y 30 ni?os extranjeros. Tratamos de facilitar su adaptaci¨®n", dice el primer teniente de alcalde de Vic, Xavier Sol¨¤. "No tenemos conflictos por la inmigraci¨®n. Lo que s¨ª pasa es que tenemos colas en los servicios sanitarios de urgencias", afirma Sol¨¤. Cuando llegue alg¨²n alumno del resto de Espa?a tambi¨¦n ir¨¢ al centro hasta que se le asigne escuela, si tiene necesidades educativas especiales o desconoce la lengua catalana, dice el Ayuntamiento.
Varias asociaciones de inmigrantes denuncian que la medida produce segregaci¨®n escolar. Defienden que los extranjeros se escolaricen desde el primer d¨ªa con el resto de alumnos en las escuelas. SOS Racismo ha denunciado el plan al Sindic de Greuges [en Catalu?a, equivalente al Defensor del Pueblo]. Dice "que fomenta la desigualdad y la estigmatizaci¨®n del inmigrante".
"Aprender¨¢ r¨¢pido"
Pese a estas cr¨ªticas, varias familias se declaran satisfechas. "Mi hija tiene 12 a?os. Lleva s¨®lo una semana aqu¨ª. Estamos contentos. Me han dicho que en pocos d¨ªas tendr¨¢ escuela", aseguraba hace unos d¨ªas Ali Lahmami, un marroqu¨ª de la ciudad de Nador, que lleva dos a?os en Vic y trabaja de soldador. Lahmami acompa?a a su hija Dounia. "Les est¨¢n ense?ando frases y palabras en catal¨¢n y a decir c¨®mo se llama. Aprender¨¢ r¨¢pido".
No piensa igual su compatriota Jamal El-meziani, presidente del Centro Isl¨¢mico de Vic. "Aunque la medida se ha quedado en menos de lo que pens¨¢bamos, centros como ¨¦ste no son necesarios. Lo que se tendr¨ªa que hacer es reforzar el apoyo a los alumnos en las aulas de acogida de las escuelas. No separarlos, aunque sea por pocos d¨ªas", reprocha.
Ronal Buena?o es ecuatoriano. "Mi hija tiene nueve a?os. Lleva dos semanas en el centro. Saldr¨¢ en pocos d¨ªas. Ya tiene plaza en la escuela, cerca de nuestra casa", dice. "Le ense?an palabras en catal¨¢n para cuando pase a la escuela", a?ade Buena?o, que vive en Vic desde hace casi dos a?os y ha logrado traer a su mujer e hija a la ciudad.
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