La monumental vida de Gabo
Gerald Martin ha empleado 20 a?os en una biograf¨ªa "tolerada" de Garc¨ªa M¨¢rquez
"A Gerald Martin, el loco que me persigue" fue la dedicatoria que en cierta ocasi¨®n le brind¨® Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez a su bi¨®grafo Gerald Martin. Y quiz¨¢ la m¨¢s cargada de verdad.
Si Gabo tard¨® 40 a?os en decantar los recuerdos de su ni?ez en el caluroso pueblo tropical de Aracataca (Colombia) y verter as¨ª el universo macondiano que puebla Cien a?os de soledad, ?por qu¨¦ no emplear 20 a?os en hacer recuento de la vida del autor de tan magna obra? En efecto, dos d¨¦cadas de su vida, sus pasiones y emociones es lo que ha invertido el brit¨¢nico Gerald Martin (Londres, 1944) en escribir las 688 p¨¢ginas que conforman Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez: a life (Bloomsbury). La biograf¨ªa del premio Nobel, para unos autorizada y para Martin nada m¨¢s que tolerada, dar¨¢ que hablar. Debate tiene previsto publicarla en espa?ol en octubre de 2009.
El autor mantuvo m¨¢s de 300 entrevistas para escribir el libro
La obra, reci¨¦n editada en Reino Unido, se publica en Espa?a en 2009
Tras a?os de convivir, los nietos del Nobel llaman a Martin "t¨ªo Gerald"
"S¨ª, ¨¦l est¨¢ fascinado con el poder, pero m¨¢s fascinado est¨¢ el poder con Gabo"
"Ignoro por qu¨¦ me ha tocado a m¨ª el privilegio de hacer este trabajo. Durante 20 a?os he estado casi viviendo la vida de Gabo. ?No!, corrijo. He estado viviendo doblemente. Disfrutando de mi existencia y reconstruyendo la de ¨¦l. Ha sido fascinante", dice Martin por tel¨¦fono desde su casa en Londres. Han sido dos d¨¦cadas de recopilar recuerdos, anotar vivencias y conocer a fondo el clan de los Garc¨ªa M¨¢rquez y sus aleda?os.
El resultado es una obra comprensiva, vasta, casi borgiana. En ella se recuerda su infancia y c¨®mo el peque?o Gabo fue abandonado por sus padres con los abuelos maternos en 1937, a los 10 a?os. La muerte del abuelo ("Desde entonces, nada importante me ha sucedido", dice el escritor). La enorme casa, con los tres esclavos. La avidez del ni?o que se convirti¨® en un insaciable lector. Hasta el exacto momento en que Garc¨ªa M¨¢rquez devino escritor, despu¨¦s de volver con su madre a Aracataca (Colombia). Y las amistades, claro. Con Vargas Llosa, Carlos Fuentes y tantos otros, incluido Fidel Castro. Un compendio que, en suma, ayuda a entender mucho mejor la vida real del gran fabulador de ficciones.
"No soy su bi¨®grafo oficial porque no me dio acceso a sus documentos, prefiero decir que soy el bi¨®grafo tolerado. ?l fue muy generoso, me abri¨® las puertas de su familia y digamos que me facilit¨® las cosas. Claro que me advirti¨® de que no lo pusiera a trabajar", recuerda Martin, que tras largos a?os de convivencia intermitente con los Garc¨ªa M¨¢rquez es conocido por los m¨¢s j¨®venes, sus nietos, como "el t¨ªo Gerald" y por los hermanos de Gabo como ese "ingl¨¦s del carajo".
Entre los segundos figura Jaime, hermano menor del Nobel, caribe?o hasta la m¨¦dula y cicerone de Martin en la Cartagena garciamarquiana. Pese a la colaboraci¨®n prestada a lo largo de los a?os, recuerda que al principio cost¨® lo suyo. S¨®lo al tercer intento Martin logr¨® conocer a Jaime Garc¨ªa M¨¢rquez en una cita tan surrealista como ideal para empujar el proyecto de novelar al novelador. "?Lo invit¨¦ al 86? cumplea?os de mi mam¨¢!", recuerda Jaime. "Y a m¨ª se me olvid¨® que hab¨ªamos quedado a las 14.00. As¨ª que cuando llegu¨¦, tarde, me dijeron: 'Ah¨ª hay un gringo
que te busca'. Martin hab¨ªa llegado a la cita puntual y no sali¨® de all¨ª hasta unas cuantas botellas de whisky despu¨¦s, algunas confesiones de la matrona cumplea?era Luisa Santiaga y una invitaci¨®n para almorzar a la ma?ana siguiente con Mercedes Barcha [compa?era de toda la vida de Gabo]".
Con encuentros como ¨¦ste ha ido construyendo Martin, profesor em¨¦rito de la Universidad de Pittsburgh e investigador en la London Metropolitan University de Londres, la vida del escritor. El volumen caus¨® cierta pol¨¦mica al publicarse recientemente en el Reino Unido. Del retrato que se hace en sus p¨¢ginas se desprende un Gabo "fascinado con el poder", como se apresur¨® a resaltar la prensa inglesa. Martin, quien se confiesa primerizo en la edici¨®n comercial y en el careo con los periodistas -a pesar de tener en su haber t¨ªtulos sobre Miguel ?ngel Asturias, el premio Nobel guatemalteco, y su ensayo Viajes por el laberinto sobre los entresijos de la literatura latinoamericana-, matiza: "Lo que me atribuyen haber dicho que Gabo est¨¢ fascinado por el poder es a ra¨ªz de una respuesta a una pregunta capciosa. Es cierto que ¨¦l est¨¢ fascinado con el poder, pero el poder est¨¢ m¨¢s fascinado a¨²n por ¨¦l. No es narcisista. Es un hombre con proyectos, con estrategias y sabe que tiene el deber hist¨®rico de usar su fama en proyectos positivos importantes. Lo que est¨¢ claro es que no es un cortesano del poder", dice convencido y feliz de que el libro llegue finalmente a las librer¨ªas.
Sobre la reacci¨®n de Gabo y su esposa ante esta "biograf¨ªa autorizada", admite que no sabe qu¨¦ van a pensar. Martin no s¨®lo se meti¨® de lleno en el mundo de Garc¨ªa M¨¢rquez -Aracataca, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Riohacha, Magangu¨¦, Barrancas, Maicao, en suma, Macondo-, sino que entrevist¨® a m¨¢s de 300 conocidos, amigos y no tan amigos del personaje de su novela entre Colombia, Par¨ªs, Nueva York, Londres, La Habana, Buenos Aires y M¨¦xico. "En un momento pens¨¦ en hacer una biograf¨ªa de la familia, pero es tan numerosa y desparramada que me desbordaba, as¨ª que me centr¨¦ en ¨¦l y creo que lo que m¨¢s va a sorprender a los lectores es que intent¨¦ realizar una cr¨ªtica de su obra relacion¨¢ndola con las experiencias de su vida, algo complicado porque a veces creemos leer reflejos de la vida material de un autor en los libros que al final resultan ser espejismos", confiesa. Martin tambi¨¦n mantuvo entrevistas con personajes como el presidente cubano Fidel Castro, el ex presidente del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez y escritores como Vargas Llosa y Carlos Fuentes.
Sea como fuere, los 20 a?os de trabajo no sonrojan al investigador ingl¨¦s. De hecho, no considera el trabajo terminado. ?Sigue tomando apuntes? "S¨ª, m¨¢s adelante publicar¨¦ un libro m¨¢s largo. Me gusta decir en broma que saldr¨¢ el d¨ªa antes de que me muera".
Babelia
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