La 'tele' para beb¨¦s est¨¢ bajo sospecha
Francia pone coto a los programas dirigidos a menores de tres a?os - Los creativos defienden su obra como algo educativo, si no se abusa
-Diego.
-Dieeeego.
-??Diego!!
Diego, tres a?os, no oye a su madre. Est¨¢ absorto viendo una pel¨ªcula del fantasma Casper en la tele del sal¨®n y no hay forma de que quite los ojos de la pantalla. "Nada, se abstrae por completo", dice Blanca. Como la mayor¨ªa de los ni?os, Diego empez¨® a ver la tele hace ya tiempo. Se la ponen por las ma?anas, mientras sus padres terminan de vestirse, y por la noche, antes de dormir. "Y desde que naci¨® su hermana, si estoy sola y necesito dedicarme a ella tambi¨¦n se la pongo un rato". Los padres de Diego no son ni mucho menos unos despreocupados. Juegan con ¨¦l, le leen cuentos y cuando hace falta recurren tambi¨¦n a la tele, aunque prefieren tirar de DVD para evitar que vea tantos anuncios.
Insomnio y adicci¨®n son algunos de los riesgos, seg¨²n las autoridades francesas
El productor de 'Pocoy¨®': "Es parte de su formaci¨®n, igual que ir a un parque"
Mart¨ªnez-Otero: "S¨®lo veo un problema si se abusa de la televisi¨®n"
"Es un mal sustituto para los padres ocupados", dice un psiquiatra
La televisi¨®n es un conocido sedante de ni?os y a menudo se convierte en una gran aliada de unos padres ocupados y cansados. Ante la tele, los ni?os se quedan inm¨®viles y boquiabiertos. Es ¨²til y a ellos les gusta. La mayor¨ªa empieza a ver la televisi¨®n en torno al a?o. Hasta finales de los noventa apenas hab¨ªa programas dirigidos a beb¨¦s. Pero entonces llegaron los Teletubbies y su ¨¦xito fue mundial. Un total de 120 pa¨ªses retransmitieron el programa, dirigido a menores de cuatro a?os y con los ingredientes necesarios para llamar su atenci¨®n: colores chillones, canciones, "abrazos fuertes" y una voz en off que hace de narrador, como cuando un adulto les cuenta un cuento. Visto el ¨¦xito, los Teletubbies tuvieron muchos sucesores, la mayor¨ªa basados en programas educativos desarrollados por pedagogos y educadores: Pocoy¨®, Los Lunnis, Little Einstein, El jard¨ªn de los sue?os y un largu¨ªsimo etc¨¦tera.
En 2003, tras haber descubierto este nicho de peque?os telespectadores, una empresa israel¨ª ide¨® Baby TV, un canal tem¨¢tico con 24 horas de programaci¨®n para menores de tres a?os. En 2006, otra estadounidense lanz¨® un canal similar, Baby First, "una forma divertida y did¨¢ctica de acercar a tus hijos el arte, las matem¨¢ticas, la lengua y la m¨²sica. Y recomendada por los expertos en desarrollo infantil", seg¨²n reza su eslogan en Espa?a. M¨¢s de 40 pa¨ªses est¨¢n emitiendo en estos momentos la se?al de al menos uno de estos dos canales.
Ante una parrilla plagada de contenidos no aptos para los m¨¢s peque?os, la inofensiva programaci¨®n de estos canales fue tan bien recibida como los Teletubbies. Mu?ecos de plastilina, m¨²sica cl¨¢sica y frases como "Amarillo es el sol, como un girasol". Los ni?os ven la tele, s¨ª, pero aprenden. Todo el mundo parec¨ªa contento con la idea. Hasta que el Ministerio de Sanidad franc¨¦s se ha erigido en su adversario.
El pasado 16 de abril, dictamin¨®: "Los fundamentos cient¨ªficos sobre el desarrollo cognitivo y f¨ªsico del ni?o tienden a demostrar que los programas de televisi¨®n creados espec¨ªficamente para los m¨¢s peque?os no tienen un efecto positivo sobre su desarrollo psicomotor y afectivo. Al contrario, estudios disponibles subrayan el riesgo ligado al consumo de im¨¢genes televisivas sobre el desarrollo del pensamiento y la imaginaci¨®n, la integraci¨®n de emociones y sobre su desarrollo psicomotor. Para desarrollar sus capacidades f¨ªsicas, psicomotrices, cognitivas y afectivas, el ni?o debe utilizar activamente sus cinco sentidos y apoyarse sobre la relaci¨®n con un adulto". El ministerio (...) recomienda a las empresas que comercialicen estas emisiones no alegar beneficios para el desarrollo del ni?o que no est¨¢n demostrados cient¨ªficamente.
El Consejo Superior de lo Audiovisual franc¨¦s (CSA) tambi¨¦n tom¨® cartas en el asunto. El 22 de julio concluy¨®: "El consumo de televisi¨®n por parte de los menores de tres a?os afecta a su desarrollo, fomenta la pasividad, problemas de sue?o, agitaci¨®n, falta de concentraci¨®n y adicci¨®n a la televisi¨®n". Por tanto, desde ma?ana ninguna cadena francesa puede "editar, difundir o promover programas anunciados como espec¨ªficamente para ni?os menores de tres a?os". Adem¨¢s, los canales de cable o de televisi¨®n digital deben informar a sus abonados de forma "legible y accesible" que "ver la televisi¨®n puede frenar el desarrollo de ni?os menores de tres a?os, aun cuando se trate de cadenas dirigidas espec¨ªficamente a ellos".
La decisi¨®n ha ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa en el sector y ha preocupado a muchos padres. ?No eran estos programas buenos para sus hijos? ?Es posible que ver una emisi¨®n en la que un pincel ense?a los colores sea negativo para un ni?o peque?o?
Andrew Davenport, el pap¨¢ de los Teletubbies, estuvo en Madrid el pasado septiembre presentando su nueva emisi¨®n dirigida a beb¨¦s: El jard¨ªn de los sue?os (La 2). Sus protagonistas son mu?ecos que no hablan sino que hacen ruidillos. Todo sucede despacio y en cada cap¨ªtulo una misma historia se repite varias veces. El programa aburre a los adultos, pero gusta mucho a los peque?os. Consultado respecto a la decisi¨®n del CSA franc¨¦s, Davenport se encogi¨® de hombros: "Hoy en d¨ªa es dif¨ªcil mantener a los ni?os alejados de las pantallas. Una serie as¨ª les ayuda a definir su cultura y, en mi opini¨®n, favorece su desarrollo. Evidentemente, todos los ni?os no son iguales y son los padres quienes tienen que valorar si le viene bien a su hijo. La realidad es que hay muy pocos estudios serios sobre este tema, pero yo personalmente no le negar¨ªa el placer que siente viendo el jard¨ªn de los sue?os a mi nieto de 18 meses".
Fernando de Miguel, consejero delegado de Zinkia, la empresa creadora de Pocoy¨®, reconoce que vivi¨® la resoluci¨®n de Francia con sorpresa. "Nosotros desarrollamos Pocoy¨® con asesores educativos que trabajan en su d¨ªa a d¨ªa con ni?os de las edades en cuesti¨®n. Tenemos en cuenta los conceptos b¨¢sicos universales de c¨®mo educar a un ni?o e intentamos transmitir los mismos valores de la escuela: los h¨¢bitos de higiene, aprender a compartir y a ganar autonom¨ªa. En mi opini¨®n, reservar un peque?o espacio del d¨ªa para que el ni?o est¨¦ viendo un programa de este tipo, que dura entre 7 y 11 minutos, no s¨®lo no es perjudicial sino positivo. Es parte de su formaci¨®n igual que lo es ir a un parque a ver un gui?ol. Todos estamos convencidos de que ver la tele de forma abusiva es malo. No se les puede dejar una hora ante la pantalla, ni pretender que eso supla jugar con los adultos, intercambiando sonrisas".
Xavier Viza, director de Los Lunnis, resume: "No soy un experto en educaci¨®n, pero si creyera que estos programas afectan al crecimiento educativo no los har¨ªa. Cada cap¨ªtulo se basa en un curr¨ªculo educativo muy estricto. Hoy mismo hemos eliminado de un gui¨®n una escena en la que un mu?eco se desespera y da golpes contra la mesa. Vamos con mucho cuidado".
?Qu¨¦ opinan de todo esto los expertos? "En principio, que los muy peque?os vean un tiempo breve de televisi¨®n no tiene importancia, el problema es si se abusa. Y la realidad es que muchos padres est¨¢n abusando", opina Valent¨ªn Mart¨ªnez-Otero, psic¨®logo y pedagogo. "El juego es un asunto muy serio y es un error grave que los ni?os dejen de hacerlo por ver la tele. A esa edad el juego es puro ejercicio: manipulaci¨®n de objetos y movimientos que le reportan placer y le abren las puertas de numerosos aprendizajes. Ver mucho tiempo la televisi¨®n puede generar pasividad, sobrepeso y obesidad infantil, adem¨¢s de empobrecimiento cognitivo y social".
Un estudio llevado a cabo en 2004 por la Universidad de Seattle, en Estados Unidos, con 1.200 ni?os menores de un a?o y 1.300 menores de tres, daba a entender que existe relaci¨®n entre ver la tele a esas edades y presentar problemas de atenci¨®n a los siete a?os. Sin embargo, el informe a?ad¨ªa infinidad de par¨¢metros que rebajaban tal afirmaci¨®n.
"La tele es un mal sustituto para unos padres que est¨¢n muy ocupados y no pueden o no quieren dedicarles m¨¢s tiempo", explica Mariano Trillo, psiquiatra infantil. "A esa edad los ni?os necesitan interactuar con adultos y aprender a moverse y a coordinar. Una tele no puede hacer eso. No es que la televisi¨®n sea necesariamente mala, sino que est¨¢ ocupando un espacio de tiempo que deber¨ªan compartir con sus padres. Puedes mirar c¨®mo alguien mete los tri¨¢ngulos en la cajita en un programa de la tele, pero mientras no lo hagas t¨² no vas a desarrollar tu propia coordinaci¨®n. La tele es m¨¢s bien un anest¨¦sico para los pap¨¢s".
Gary Pope, fundador de la consultora Kids Industries, especializada en asuntos relacionados con la familia, opina: "Los menores de dos a?os no deber¨ªan ver la televisi¨®n. No entiendo por qu¨¦ los franceses han ampliado la edad a los tres a?os. El problema es que la mayor¨ªa de los padres no sabe muy bien qu¨¦ es bueno para sus hijos. Si les dicen que un programa fomenta su desarrollo, se lo ponen. Deber¨ªan hacer m¨¢s esfuerzo y no acudir siempre a la tele".
En Espa?a el debate no se ha planteado. "Habiendo tantos temas relacionados con el audiovisual infantil desatendidos, ser¨ªa desproporcionado", dice De Miguel (Pocoy¨®). "Empezando por la falta de programaci¨®n dirigida a ni?os". La misma opini¨®n que Manuel Crist¨®bal, secretario general de Cartoon, la Asociaci¨®n de Productores de Animaci¨®n Europea, y director de Perro Verde Films (que en breve estrena la pel¨ªcula El lince perdido): "En Espa?a lo lamentable es que el horario protegido est¨¦ tan desprotegido. Es el ¨²nico pa¨ªs europeo que no tiene un sistema que controle eficazmente lo que se emite en horario infantil y que penalice como se debe a quien no lo cumple. El c¨®digo de autorregulaci¨®n sobre contenidos televisivos e infancia es una tomadura de pelo".
Los consultados parecen estar de acuerdo en que el quid es el tiempo de visi¨®n. El problema es que ese dato no existe. Sofres, la empresa que mide la audiencia, lo hace a partir de cuatro a?os. As¨ª que nadie sabe a ciencia cierta cu¨¢nta tele o qu¨¦ programas est¨¢n viendo los m¨¢s peque?os. "El consumo televisivo por parte de los menores de tres es importante y existe", dice Pablo Romero, director de programaci¨®n de Digital +, plataforma que emite Baby First en Espa?a.
Al margen del debate surgido en Francia, la mayor¨ªa de los ni?os van a seguir viendo la tele y es preferible que lo hagan siguiendo unas pautas que Mart¨ªnez-Otero resume: "La televisi¨®n puede brindar aspectos positivos, siempre que se limite el tiempo, se adopte una posici¨®n adecuada y se seleccionen los contenidos, aunque no es lo m¨¢s aconsejable, sobre todo si se tiene en cuenta que hay otras opciones y hay que cultivarlas desde la temprana infancia".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.