Una peligrosa ventana

La medida que han adoptado las autoridades francesas tiene que verse como un s¨ªntoma de la preocupaci¨®n social ante la posibilidad de que empresarios sin escr¨²pulos sucumban, por intereses espurios, a explotar el mercado infantil. La decisi¨®n del Consejo Superior Audiovisual del pa¨ªs vecino es una buena medida preventiva para evitar injerencias en la forja de la personalidad del ni?o, mezclando realidad y ficci¨®n. Son varios ya los informes de especialistas en diversos campos que plantean a las claras las consecuencias negativas de una programaci¨®n televisiva para menores de tres a?os.

Y ese debe ser el dato b¨¢sico para no experimentar con la audiencia infantil hasta que se despejen los riesgos. Entre ¨¦stos figuran la pasividad, la hiperactividad y una menor capacidad de concentraci¨®n, denunciados todos ellos por el informe del Consejo Audiovisual franc¨¦s, e imitado por la OFCOM, el organismo brit¨¢nico encargado de exigir a la industria de las comunicaciones que respete la legislaci¨®n al efecto. Los brit¨¢nicos han encargado otro estudio, precisamente alarmados por el correspondiente franc¨¦s. Dejar que la televisi¨®n sea la primera ventana por la que un ni?o se asoma al mundo exige una reflexi¨®n, no s¨®lo de los creativos y programadores. De lo contrario, la sociedad civil se juega el futuro.

Mariano Gonz¨¢lez es miembro de la Agrupaci¨®n de Telespectadores y Radioyentes.