Busco trabajo
Si eres joven y emprendedor, no esperes ni desesperes para que te den un empleo, cr¨¦atelo t¨². Incluso si no eres tan joven tambi¨¦n puedes hacerlo. Los jubilados j¨®venes ya se han cansado de pasarse la ma?ana en el parque y est¨¢n montando asesor¨ªas y negocios en donde sacar rentabilidad a su experiencia. El personal est¨¢ m¨¢s activo que nunca y de pronto quiere tomar las riendas de su vida, por eso cada vez se tiene menos tiempo de ser audiencia, de ir al cine, de leer, de aupar las series de televisi¨®n. Salvo los que ya no est¨¢n en condiciones de salir de casa y ven Saber vivir y Cifras y Letras, los dem¨¢s invierten el tiempo en pensar c¨®mo salir adelante, c¨®mo tener energ¨ªa para no dejarse derrumbar y c¨®mo ingeni¨¢rselas para no permitir que las empresas decidan la vida de uno y partir de cero si hace falta.
La gente ha llegado a la certeza de que su tiempo es oro, y quiere estar consigo misma
La gente est¨¢ a lo suyo, intentando abrirse hueco en el mercado. Por eso, todo el mundo va hablando por el m¨®vil, porque est¨¢ abri¨¦ndose hueco. Por eso en el tren, en el avi¨®n, en un caf¨¦, la gente est¨¢ ensimismada en la pantalla de su ordenador. Est¨¢ abri¨¦ndose hueco. Antes, o se ca¨ªa de pie en el hueco o se lo abr¨ªa uno a codazos; ahora hay otros m¨¦todos m¨¢s sutiles, el mundo ofrece otros matices. Y cuando no estamos haci¨¦ndonos hueco, estamos en el gimnasio, hay que estar en forma para adaptarnos a los nuevos tiempos. La crisis es econ¨®mica, ya hemos hablado de eso hasta la saciedad, pero la crisis tambi¨¦n podr¨ªa deberse (y digo podr¨ªa porque no soy soci¨®loga) a que la forma de vida ha cambiado y no hemos tenido m¨¢s remedio que volvernos muy activos. La piscina de mi barrio est¨¢ hasta los topes de ancianos que cuando terminan de nadar como fieras se van a sevillanas, clases de inform¨¢tica, a recoger a los nietos del colegio. Sobre todo, hay una se?ora que no s¨¦ c¨®mo se las arregla para llegar hasta all¨ª con las muletas.
La gente est¨¢ muy centrada en s¨ª misma, en su cuerpo, en su hueco, en sus preocupaciones, la gente se pone los auriculares para que nada la distraiga. La gente ha llegado a la certeza de que su tiempo es oro, y la gente quiere estar consigo misma y s¨®lo levanta la vista hacia los dem¨¢s para enamorarse o para todo lo contrario. Desde que podemos vernos en v¨ªdeo y somos conscientes de nuestros gestos, de la voz y de nuestro encanto personal, deseamos profundizar en ¨¦l para que nos ayude a hacernos hueco. Y quiz¨¢ por eso tambi¨¦n la forma de buscar trabajo ha cambiado. ?Ay!, recuerdo aquellos d¨ªas en que abr¨ªa las p¨¢ginas de empleo de los peri¨®dicos y subrayaba varios anuncios, luego me lanzaba al tel¨¦fono, me daban una cita, guardaba el recorte en el bolso y me aventuraba a aquellos edificios enmoquetados de la Castellana, o a unas envejecidas oficinas del barrio de Salamanca, o a alg¨²n barrio emergente a tomar por saco. Para llegar hasta all¨ª primero hab¨ªa que enviar el curr¨ªculo con una foto con nuestra mejor cara, con la mejor sonrisa, con listeza en los ojos, y luego llamaban o no. Pero el caso es que todo estaba encaminado a una entrevista personal bastante decisiva. Para m¨ª, Madrid era un lugar lleno de posibilidades, donde se pod¨ªa triunfar o fracasar. Era un mundo lleno de esos huecos donde alguien me entrevistaba en un despacho m¨¢s o menos moderno, m¨¢s o menos imponente. Y confieso que llegu¨¦ a cogerle el gustillo a tales entrevistas y que en alguna ocasi¨®n, a pesar de tener un empleo espl¨¦ndido, emprend¨ªa estas aventuras s¨®lo por el placer de superar la prueba y luego darle calabazas a la empresa. Era como decirle: me has elegido, pero yo a ti no, ah¨ª te quedas. A ver qui¨¦n es la guapa que hace eso ahora. Podr¨ªa escribir un libro con todas las pintorescas entrevistas de trabajo que he tenido en mi vida. Pero no ser¨¢ ahora; ahora lo que quiero decir es que si fui capaz de engancharme a enviar curr¨ªculos y a las entrevistas, qu¨¦ no me habr¨ªa ocurrido con los actuales videocurr¨ªculos, cuidados hasta el m¨ªnimo detalle. Est¨¢n hechos por expertos que aconsejan c¨®mo moverse, qu¨¦ ropa llevar, qu¨¦ gestos acentuar y cu¨¢les ocultar. Por lo visto, tambi¨¦n ayudan con la entonaci¨®n y la articulaci¨®n oral. Ya lo intu¨ªa, buscar trabajo no s¨®lo se ha convertido en todo un arte, sino que se ha hecho un gran hueco como empresa entre el que busca trabajo y el trabajo mismo.
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