El pa¨ªs sombrilla
Cuenta la leyenda que un elefante baj¨® del Himalaya con 12 sombrillas y fund¨® el reino de Laos, pa¨ªs cuyo nombre quiere decir eso: sombrilla, parasol.
La sombrilla da hoy cobijo al pueblo de la sonrisa, expresi¨®n de un pa¨ªs escondido, neutral y desconocido. Seg¨²n el Gobierno, quedan ciento y pico etnias que, como todos los grupos humanos, mezcl¨¢ndose y combin¨¢ndose a lo largo de la historia han dado lugar al pueblo laosiano, disipando su pureza ¨¦tnica pero aparentemente haciendo ganar en sonrisa a esa colectividad.
Luang Prabang, su antigua capital, es patrimonio de la humanidad y una de las m¨¢s bellas ciudades de Asia. En ella los tejados del templo Wat Xien Tong se pliegan sobre s¨ª mismos como una gallina que protege con las alas a sus polluelos, dicen los laosianos. Al sur, en Paks¨¦, el r¨ªo Mekong -que como una columna vertebral recorre y hace vibrar todo el pa¨ªs- se ensancha m¨¢s de 12 kil¨®metros de lado a lado formando 4.000 islas (que son llamadas as¨ª: Las cuatro mil islas), un aut¨¦ntico capricho fluvial que da cobijo al casi extinto delf¨ªn blanco de1 Irawadi y a una de las mayores sensaciones de tranquilidad y sosiego que el viajero pueda descubrir en el mundo. Dice el mito local que ah¨ª en el Mekong habitan las nagas -serpientes protectoras, hoy utilizadas como recurso arquitect¨®nico en todos sus templos- , que los habitantes temen y veneran. La gran naga -el Mekong- nace en el Himalaya, como aquel elefante que fund¨® el pa¨ªs, recorre todo el sureste asi¨¢tico y se convierte en un drag¨®n de 12 brazos en su desembocadura en Vietnam. Pero para los desmitificadores bi¨®logos, estas leyendas fluviales representan a la boa y la anguila del Mekong.
Doce presas hidroel¨¦ctricas de capital chino amenazan hoy al Mekong, a sus nagas, anguilas y delfines. Doce fueron los parasoles que fundaron este pa¨ªs. Y doce horas, medio d¨ªa de estancia, es m¨¢s que suficiente para descubrir la sonrisa de los laosianos.
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