Volar con piezas hechas a medida
DCAsl ofrece soluciones a los problemas aeron¨¢uticos
Danos un problema, que aqu¨ª lo resolvemos. Esta frase, aplicada a los aviones, es la m¨¢xima sobre la que Antonio L¨®pez Peinado levant¨® su empresa: Desarrollo de Componentes Aeroespaciales (
DCAsl), dedicada al dise?o, fabricaci¨®n y ensayo de elementos propios de la ingenier¨ªa mec¨¢nica aeroespacial que trata de ofrecer una soluci¨®n mec¨¢nica a casi cualquier situaci¨®n que pueda producirse a bordo de una nave.
Caminando por la que su empresa tiene en un pol¨ªgono industrial a las afueras de Albacete, este ingeniero aeron¨¢utico (que tambi¨¦n tiene las carreras de ingenier¨ªa t¨¦cnica e industrial) observa las m¨¢quinas instaladas all¨ª, con las que se fabrican piezas destinadas a todo tipo de aviones. Sabe que aquel lugar es, en parte, la consecuci¨®n de un sue?o que brot¨® mucho antes de que, ayudando a su abuelo a construir colmenas, se sintiese h¨¢bil para los trabajos manuales. En realidad, su vocaci¨®n por las m¨¢quinas voladoras naci¨® a los 13 a?os, cuando, en un descampado, hizo volar su primer planeador: "Lo constru¨ª yo, como todos los que he tenido", dice.
La firma factura 300.000 euros fabricando ¨²tiles para aviones
Aquel primer avi¨®n marc¨® el inicio de un camino en el que tuvo que optar entre dos ramales: pilotar aviones o construirlos. Y le llev¨® a la Escuela de Ingenieros Aeron¨¢uticos. Entonces, adem¨¢s de hacer codos, y aprovechando la ingenier¨ªa t¨¦cnica que ya ten¨ªa, Antonio se ganaba la vida en Madrid instalando aparatos de aire acondicionado en el aeropuerto de Barajas, donde "ver volar todos aquellos aviones, y no poder tocarlos, era como pasar delante de una pasteler¨ªa y no poder entrar". Un est¨ªmulo a?adido para acabar la carrera en los cinco a?os preceptivos, tras los cuales entr¨® a trabajar en el Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), donde estuvo "12 a?os en el departamento de c¨¢lculo de dise?o de estructuras. Pero, al ser un grupo peque?o, acabas haciendo un poco de todo: desarrollo de sat¨¦lites, dise?o de antenas, aeronaves, aviones no tripulados...".
Tras aprender todo lo posible, decidi¨® iniciar un proceso largamente madurado: tener su propia empresa. "Sab¨ªa que, tarde o temprano, dar¨ªa el paso... pero, si hubiera montado DCAsl nada m¨¢s acabar la Universidad, lo hubiera hecho con un planteamiento muy te¨®rico que, quiz¨¢, me hubiera llevado al fracaso". Y, despu¨¦s de a?os fuera de casa, pensando que la menor competencia existente en Albacete podr¨ªa ser una oportunidad, Peinado regres¨® a su tierra: "Ante la necesidad de empezar a facturar a corto plazo y carecer de un producto propio, decid¨ª que DCAsl iba a ofrecer servicios de resoluci¨®n de problemas concretos". Dicho y hecho. En un garaje, con m¨¢quinas de segunda mano que compr¨® a un matricero "y la ayuda de la Asociaci¨®n de J¨®venes Empresarios de Albacete, que me facilit¨® una peque?a oficina", la compa?¨ªa comenz¨® su actividad fabricando piezas a la medida para soluciones a la medida.
Y entre 2004 y 2008 la facturaci¨®n de la compa?¨ªa pas¨® de cero a 300.000 euros. Pero Antonio L¨®pez sabe que a¨²n "queda mucho", si bien desde que Eurocopter anunci¨® que se instalaba en Albacete se han creado muchas expectativas para el sector aeron¨¢utico local. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha quiere aprovechar la oportunidad para crear, al estilo de Toulouse, un polo industrial con empresas del ramo para que las firmas locales salgan beneficiadas de la subcontrataci¨®n de tareas, y dado que DCAsl lleg¨® primero, qu¨¦ menos que esperar dar dos veces. -
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