La oposici¨®n duda del desconocimiento del Gobierno y el PNV

Hay una pregunta que sobrevuela el trabajo de la comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n, en lo que a las responsabilidades pol¨ªticas se refiere. ?Puede un Gobierno, socio mayoritario, con el 49%, de la sociedad p¨²blica Berroeta Aldamar a trav¨¦s de su Departamento de Cultura (PNV), desconocer lo que hace su gerente, Mariano Camio, que adem¨¢s es del mismo partido?

El Gobierno alega que se incorpor¨® al proyecto en 2005 y deriva la responsabilidad a la Fundaci¨®n, en la que nunca ha estado y s¨ª, en cambio, el Ministerio de Cultura, desde los tiempos en que gobernaba el PP. Cabr¨ªa preguntar incluso, si el Gobierno puede alegar desconocer lo que ocurr¨ªa en la Fundaci¨®n Balenciaga, aun desde fuera de ella, cuando el gerente de Berroeta Aldamar era a la vez vicepresidente y factotum de esa segunda entidad. Y cuando, tanto en la una como en la otra, existe un segundo nexo de uni¨®n, el Ayuntamiento de Getaria, que siempre ha estado en manos tambi¨¦n del PNV durante la pol¨¦mica andadura del proyecto.

Un peque?o partido, Aralar, descubri¨® lo que tres instituciones del PNV no vieron

Y, aunque la comisi¨®n de investigaci¨®n observa una exquisita cortes¨ªa parlamentaria, cabr¨ªa preguntar c¨®mo pudo el PNV ignorar cuanto suced¨ªa en una peque?a comarca de Guip¨²zcoa en la que tiene una gran penetraci¨®n y control social y, sin embargo, lo descubri¨® un peque?o partido, Aralar, reci¨¦n llegado al Ayuntamiento de Getaria.

Estas cuestiones no se plantean con esa crudeza en voz alta, pero la desconfianza de la oposici¨®n es manifiesta. "Resulta un poco dif¨ªcil de creer que no hayan sabido lo que pasaba", se?ala un miembro de la comisi¨®n de investigaci¨®n.

La preocupaci¨®n por la deriva del proyecto es, de hecho, muy antigua. Seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, las primeras interpelaciones en el seno de la Fundaci¨®n por parte de los representantes del Ministerio de Cultura datan de 2002. Y versaban precisamente sobre los contratos que luego asumi¨® la sociedad p¨²blica Berroeta Aldamar. Sin revisarlos, seg¨²n sostiene la consejera de Cultura, Miren Azkarate.