La fortuna de poder seguir siendo un ni?o
Adentrarse en "La Exposici¨®n" de Star Wars es un viaje en el tiempo y el espacio. Es atravesar una frontera con otro mundo, y cruzarla implica estar dispuesto a regresar a la infancia. A aquellas colecciones de cromos por las que hoy te pagar¨ªan fortunas, a todos los mu?ecos que acumulaste con los a?os y que hoy exhibes orgulloso. Es tambi¨¦n un viaje a aquel videoclub (en mi caso no tuve la oportunidad de ver las pel¨ªculas en cine hasta su 25 aniversario), ese lugar "sagrado" y ultrajado hoy por devotos de la mula y la manta, donde por primera vez descubriste las aventuras de unos caballeros Jedi luchando frente al Imperio, con sus sables l¨¢ser, el halc¨®n milenario, el maestro Obi-Wan, la atracci¨®n por el lado oscuro, la estrella de la muerte, a Yoda y su m¨ªtico "hazlo o no lo hagas pero no lo intentes", a Leia (como olvidarla con su bikini dorado en El retorno del Jedi) y Luke, al encantador Han Solo y su inseparable Chewaka, Jabba el Hutt y tantas cosas que podr¨¢s revivir en esta impagable muestra.
Nada m¨¢s cruzar el l¨ªmite que te aleja de tu vida cotidiana, las primeras notas del "himno" que John Williams compuso para Star Wars te ponen los pelos de punta y te sit¨²an de lleno en el universo gal¨¢ctico. Sala tras sala vas descubriendo Tatooine con sus vainas de carreras, Naboo con los majestuosos palacios y trajes dise?ados para la reina Amidala, Endor y sus motos jet (si, tambi¨¦n veras a los Ewoks, nada es perfecto), en resumen, una majestuosa muestra de la imaginaci¨®n puesta al servicio del puro entretenimiento. Todo ello hasta llegar a la "sala", all¨ª donde definitivamente algo te atrapa y te traslada muchos a?os atr¨¢s en el tiempo. Una sala silenciosa, donde s¨®lo se escucha una respiraci¨®n que forma parte ya de nuestras vidas. En ese momento tu pulso se acelera y buscas con la mirada hasta dar con "¨¦l". Darth Vader gobierna a tama?o real la estancia, nada m¨¢s que a?adir. Tras el shock que produce estar cara a cara con el mayor icono de la galaxia, y que no te decepcione, el resto ya te da igual, su imagen te acompa?a hasta que sales a la calle y descubres que para sorpresa de muchos ni llevas gafas de pasta, ni granos en la cara, ni millones de t¨®picos m¨¢s, s¨®lo tienes la fortuna de poder seguir siendo un ni?o gracias a cosas como Star Wars.
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