Menos burocracia con el carnet digital

Hasta 2012 no tocaba renovar el carnet. Como no pod¨ªa probar la utilidad del DNI electr¨®nico para hacer gestiones burocr¨¢ticas desde casa, el primer paso fue pedir cita por Internet para renovar el documento de identidad.

El sistema es muy f¨¢cil. Das el n¨²mero del documento, el equipo que lo tramit¨® la ¨²ltima vez y la fecha de caducidad para acceder a un mapa de Espa?a en el que eliges ad¨®nde y cu¨¢ndo ir¨¢s. Un SMS al m¨®vil confirma el d¨ªa, hora y direcci¨®n de la oficina.

La cita es a las once. Llego con las dos fotos a color que ped¨ªan la ¨²ltima vez y con su versi¨®n digital en un l¨¢piz de memoria, por si la modernizaci¨®n de la polic¨ªa ha llegado a este nivel. Con puntualidad brit¨¢nica, la funcionaria me pide una fotograf¨ªa en papel (la del pen drive no sirve) y el viejo carnet. Al ver que no caduca hasta 2012, me pregunta si he cambiado de domicilio, porque en ese caso la renovaci¨®n ser¨¢ gratuita. Con la respuesta afirmativa basta. En 2003, con un volante del padr¨®n bajo el brazo, no pude actualizar mi residencia porque ese documento ten¨ªa m¨¢s de tres meses de antig¨¹edad. Total que segu¨ª viviendo oficialmente en casa de mis padres.

Carga de la prueba

Las cosas han cambiado. La funcionaria me da un formulario que relleno con mi direcci¨®n. "Ya se encargar¨¢ la Administraci¨®n de verificar si es correcto", asegura. Desde enero de 2007 el ciudadano ya no tiene que demostrar con papeleo qui¨¦n es. Con la Administraci¨®n electr¨®nica, la carga de la prueba se traslada al organismo tramitador, que es el encargado de comprobar en otras administraciones la exactitud de los datos presentados por el administrado, siempre que ¨¦ste lo pida.

Poco despu¨¦s me da el nuevo carnet. Primera decepci¨®n: la fotograf¨ªa. Tras ser escaneada, ha perdido el color. Por lo dem¨¢s, el DNI electr¨®nico lleva los mismos datos que su antecesor. La diferencia es un chip que integra esos datos (nombre, foto, huellas, firma...) en versi¨®n digital, adem¨¢s de los certificados que permiten hacer gestiones por Internet con id¨¦nticas garant¨ªas de seguridad y validez jur¨ªdica.

Con el carnet en mis manos, voy al punto de actualizaci¨®n (PAD) de la oficina para ver qu¨¦ contiene el DNI y cambiar la clave de acceso. "Si olvida la clave de acceso", puntualiza la funcionaria, "debe regresar a cualquier oficina para renovar la contrase?a en el PAD". Los puntos de actualizaci¨®n son ordenadores con un escaner digital de huella dactilar. El titular al que se le ha bloqueado la clave o caducado el certificado puede recuperarla, generar una nueva o renovar los certificados, mediante la biometr¨ªa y su carnet. La huella es la clave puk.

Ahora toca instalar el lector de tarjeta inteligente imprescindible para hacer gestiones desde casa (en este caso la oficina). Por suerte, el diario tiene teclados con lector incorporado, que instalo sin problemas en mi port¨¢til personal.

Despu¨¦s, en la p¨¢gina del DNI electr¨®nico descargo el software para Windows (tambi¨¦n hay para Linux y Mac). El sistema detecta que uso Firefox e instala un m¨®dulo de seguridad para este navegador, disponible tambi¨¦n para Netscape.

Ahora ya estoy preparada para tramitar por Internet. La red 060 centraliza los eservicios del Estado y algunos de las autonom¨ªas y ayuntamientos. No aparecen los 900 que, seg¨²n el MAP hay disponibles: las administraciones no est¨¢n obligadas a anunciar en el portal la disponibilidad del servicio, aunque ser¨ªa de utilidad para el ciudadano.

En 060 descubro que puedo pedir una partida de nacimiento al Registro Civil. El servicio est¨¢ disponible en red, pero sin certificaci¨®n digital, lo que implica que recoger¨¦ el documento en persona o me lo mandar¨¢n a casa por correo postal. Es decir, no lo puedo imprimir.

Otro problema: debo saber el tomo y folio, interpreto que del libro donde me inscribieron, para realizar la petici¨®n. ?No lo sabe el RC si le facilito mis datos? Conclusi¨®n: me quedo sin partida de nacimiento. El Registro Civil a¨²n no ha cambiado de siglo.

Viajo por el ciberespacio hacia la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico. ?Conservo mis puntos? El sistema detecta mi DNI electr¨®nico, pide la contrase?a y despu¨¦s autorizo la descarga de una miniaplicaci¨®n Java. Acto seguido se cierra el Firefox. Repito la operaci¨®n tres veces con id¨¦ntico resultado hasta que cambio al Internet Explorer. Entonces me dice que debo descargar un Active X con el que consigo que reconozca mi certificado, pero nada m¨¢s. Empiezo a desesperar cuando me vuelve a pedir la contrase?a del DNIe. Al teclearla me da la buena nueva: conservo los puntos.

Como voy a salir de viaje, pido el certificado provisional sustitutorio, que certifica mi derecho a recibir asistencia sanitaria en los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. El enlace me lleva a la Seguridad Social. Su oficina virtual detecta mi certificado y s¨®lo me pide las fechas en las que estar¨¦ fuera de Espa?a antes de emitir el documento en formato PDF, que guardo en el ordenador.

Ya puestos, accedo al informe de vida laboral, donde aparezco con un nombre distinto (vestigio de la dictadura, que prohib¨ªa los nombres en catal¨¢n, euskera y gallego) al que consta en el DNI y en el Registro Civil. ?Podr¨¦ modificar mis datos? La oficina virtual permite, entre otros 19 tr¨¢mites, rectificar el informe. ?Qu¨¦ bien! La alegr¨ªa dura poco: s¨®lo puedo cambiar la relaci¨®n de empresas y fechas incorrectas, pero no mis datos.

El Ayuntamiento de mi ciudad, Barcelona, dice oficialmente que no da eservicios con DNI electr¨®nico. A¨²n as¨ª pruebo y... ?accedo! ?En qu¨¦ quedamos? La pr¨®xima parada es el banco. En teor¨ªa ofrece el servicio. En la pr¨¢ctica no funciona. Otro chasco.

Certificado invalidado

S¨®lo queda por ver si en Hacienda estoy al d¨ªa, pero es imposible. Tecleo hasta tres veces la contrase?a del DNI sin resultado. Al final la Agencia Tributaria informa de que mi certificado no es v¨¢lido. Repito las pruebas anteriores y no consigo entrar en ning¨²n sitio. Llamo al tel¨¦fono de informaci¨®n gratuita del carnet, donde me dicen que no tengo instalado el certificado. Vamos, que por arte de magia ha desaparecido. Adem¨¢s me anuncian que si se teclea tres veces el pin de forma incorrecta, se bloquea.

La operadora me da dos soluciones: escribir un correo electr¨®nico a la oficina t¨¦cnica del DNI o llamar a Hacienda, origen del conflicto. ?Uf! Antes de mandarles el mail regreso a la web del DNI electr¨®nico para cambiar el pin. Me descargo el asistente virtual, abro la aplicaci¨®n, sigo las instrucciones y...: "La operaci¨®n no se ha producido correctamente. Para su seguridad, el PIN ha sido bloqueado. Acuda a la comisar¨ªa de su zona".