Se acab¨® la fiesta
El Ayuntamiento cierra cuatro salas en 24 horas, entre ellas Macumba y La Riviera - El homicidio de Uss¨ªa desencadena una campa?a contra los locales irregulares
Steve Bug se qued¨® ayer sin pinchar en Madrid. A las seis en punto de la tarde se presentaron tres funcionarios de Urbanismo en la puerta de Macumba, en la estaci¨®n de Chamart¨ªn. No hab¨ªa nadie dentro. Colocaron un precinto en las dos entradas. Era la cuarta discoteca que el Ayuntamiento clausuraba en menos de 24 horas.
Por la ma?ana comenzaron con La Riviera, But y Moma. ?ste ¨²ltimo figura en el sumario del caso Guateque, la mayor trama de corrupci¨®n municipal, ahora investigada por la justicia, con uno de sus aparejadores imputado. Pero Macumba, uno de los pocos templos madrile?os de la m¨²sica electr¨®nica, no ser¨¢ la ¨²ltima. La mortal paliza que ?lvaro Uss¨ªa Caballero, de 18 a?os, recibi¨® hace una semana de manos de los porteros de Balc¨®n de Rosales, una discoteca que acumulaba 51 denuncias, 14 inspecciones y siete peticiones de cierre, ha desencadenado una cruzada. Se acab¨® la juerga. La de las licencias irregulares, s¨ª. Pero quiz¨¢ tambi¨¦n la de un ocio nocturno construido sobre un sistema de tramitaci¨®n de permisos enmara?ado, permisivo y, en algunos casos, corrupto.
Los empresarios: "Marasmo y colapso burocr¨¢tico" en el tr¨¢mite de licencias
Seg¨²n fuentes del Ayuntamiento, comienza un periodo de tolerancia cero. Hasta ahora el Consistorio hab¨ªa consentido que muchos locales adecuasen sus instalaciones manteniendo el negocio abierto. Lugares como Balc¨®n de Rosales o La Riviera acumulaban decenas y hasta centenares de denuncias policiales y solicitudes de cierre. Todos ellos, sumados a decenas de otros locales en la misma situaci¨®n, siguieron recibiendo cada noche a sus clientes.
Macumba, una sala de 1.600 metros cuadrados y un aforo de 2.300 personas donde ayer pinchaban en la sesi¨®n Danzoo Steve Bug, Cle y Agoria, hab¨ªa recibido una inspecci¨®n de Urbanismo por la ma?ana. Seg¨²n un portavoz de la concejal¨ªa, se constataron las mismas deficiencias que hab¨ªa solicitado que se subsanasen. Horas despu¨¦s ya era demasiado tarde. Cuando los due?os del local llegaron con su abogado, las puertas ya estaban precintadas. Exigieron una orden judicial, que los funcionarios fueron incapaces de exhibir.
Los motivos del cierre de La Riviera y Macumba esgrimidos por el Ayuntamiento son los mismos. La licencia de funcionamiento no est¨¢ en regla. La ¨²nica diferencia es que la orden de precinto de la hist¨®rica sala de conciertos era de enero de 2007 y la de la discoteca de Chamart¨ªn ten¨ªa fecha de ayer. La campa?a coincide con el lanzamiento del Plan Director de Disciplina Urban¨ªstica, dise?ado a ra¨ªz del caso Guateque y que dota al Ayuntamiento de m¨¢s medios de controlNueve de enero de 2007. Es la fecha de la orden de precinto que expidi¨® Urbanismo en el expediente de La Riviera. Sin embargo, como en el caso de muchos otros locales, la sala sigui¨® abierta mientras, presuntamente, subsanaba deficiencias. Un plazo indefinido que el Ayuntamiento le concedi¨® y cuya irregularidad ha denunciado repetidas veces en los ¨²ltimos meses el concejal socialista, responsable de Seguridad, ?scar Iglesias.
Fuentes municipales explicaron que estos cierres son s¨®lo el principio y que en las pr¨®ximas semanas habr¨¢ m¨¢s. "No se trata de cerrar por cerrar, sino de ejecutar los expedientes que ya estaban concluidos. Una orden de clausura no se hace de la noche a la ma?ana. Es necesario dar audiencia a los afectados y esperar sus recursos", se?alaron fuentes municipales. Donde s¨ª hubo rapidez fue en el caso de Macumba. Los due?os se quejaron airadamente a los funcionarios municipales.
Tambi¨¦n hubo tensi¨®n en las oficinas de La Riviera. A las cuatro de la tarde y en torno a una mesa se reunieron los due?os, trabajadores y consejeros. En sus caras, la preocupaci¨®n por el precinto y cierre que el Ayuntamiento ha impuesto esa misma ma?ana. "Nos sentimos unos cabezas de turcos por el Balc¨®n de Rosales", asegura la direcci¨®n, que ve peligrar los m¨¢s de 30 eventos que ya ten¨ªan contratados hasta fin de a?o. Porque aunque el requerimiento de clausura se adecue estrictamente a la legalidad, el cierre repentino les ha pillado por sorpresa.
La sala tiene licencia de actividad y funcionamiento desde 1964. Pero el problema se remonta a principios de 2007 (fecha que consta en la actual orden de cierre), cuando el Ayuntamiento remite una orden de clausura para que la sala adapte a la normativa sus instalaciones de seguridad. "Problemas menores", aseguran desde la direcci¨®n. El cierre no se hace efectivo en ese momento porque la sala se pone a trabajar en las mejoras. As¨ª lo constatan las sucesivas visitas al local de los t¨¦cnicos municipales, adem¨¢s de un informe favorable de Medioambiente.
El Ayuntamiento no hab¨ªa marcado unos plazos de ejecuci¨®n, de ah¨ª la sorpresa por la urgencia del cierre. "Sin tiempo para reaccionar", aseguraba la sala en un comunicado dos horas despu¨¦s de la reuni¨®n de urgencia. En ese comunicado se anunciaba que La Riviera recurrir¨¢ a la justicia.
Lo que podr¨ªa ser un di¨¢logo productivo entre sala y Ayuntamiento para la adecuaci¨®n de los servicios y las necesidades del local, la aplicaci¨®n literal de la ley se convierte en una lucha de burocracia, papeleos y disgustos para ambas partes. "En el burofax que hemos recibido hoy [por ayer] no se dice qu¨¦ elementos incumplimos y adem¨¢s asegura que no cumplimos alguna norma sobre incendios. Eso es falso. Nosotros tratamos de que todo est¨¦ en orden y somos muy escrupulosos con el cumplimiento de la ley. Somos los primeros interesados", aseguran desde la sala. "Un ejemplo. Somos la ¨²nica sala de conciertos que tiene vigilantes de seguridad. El da?o es irreparable porque hab¨ªa muchos espect¨¢culos ya contratados", se?alan. Fuentes de Urbanismo explican que La Riviera ha efectuado obras que afectan a la seguridad, ya que han trasladado puertas. Esas remodelaciones no han recibido el visto bueno de los t¨¦cnicos municipales.
Tambi¨¦n But, en Barcel¨®, estaba cerrada el jueves por la noche. Tampoco ten¨ªa las licencias necesarias, seg¨²n el Ayuntamiento. Una que no ha cerrado es el New Garamon, en Rosario Pino (Tetu¨¢n). Fuentes municipales explicaron que esta discoteca est¨¢ pendiente de presentar sus alegaciones y que recibir¨¢ los permisos para continuar con su actividad nocturna.
Incluso una macrofiesta de m¨²sica electr¨®nica prevista para hoy en el Palacio de los Deportes, concluir¨¢ antes del horario anunciado. Sensation cerrar¨¢ a las tres. La Comunidad alega hay que se la ha asimilado el horario de apertura de los pubs.
Los cierres de ayer crearon un especial malestar en el sector de la noche. Los empresarios de locales nocturnos repet¨ªan ayer tres palabras: "sorpresa", "preocupaci¨®n" y "alarma". Saben que a ¨¦sas les van a seguir m¨¢s. Critican que se haya tomado la decisi¨®n por un "hecho puntual" y "en caliente". "No puede ser que haya empresarios que pidieron sus licencias hace 30 a?os y todav¨ªa no la tengan concedida", asegur¨® el gerente de la Asociaci¨®n de Empresarios de Espect¨¢culos, Salas de fiestas, Discotecas y Ocio de Madrid, Juan Antonio Fern¨¢ndez. No es el ¨²nico que apunta a la responsabilidad del Ayuntamiento. El portavoz de la Asociaci¨®n de Empresarios de Ocio Nocturno (ECO), Vicente Pizcuela, defini¨® como "marasmo y colapso burocr¨¢tico" la tramitaci¨®n de las licencias. Los empresarios se enfrentan, afirm¨®, a una "caza de brujas". "Se est¨¢n mezclando cosas que no tienen nada que ver", critic¨® Fern¨¢ndez. "El tr¨¢gico suceso, que todos lamentamos, es un hecho puntual en el que no influye que el local contara o no con licencia", a?ade.
Con informaci¨®n de Lino Portela y Elena G. Sevillano.
![Tres funcionarios municipales precintan a las seis de la tarde de ayer la entrada de la discoteca Macumba, en Chamart¨ªn, custodiados por la Polic¨ªa Municipal.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IIQEMDVM7ETE4PYW72YAAN6JXI.jpg?auth=a6e2af410bfb43c8c787b746d71ae987fddcffba75d7989c41991a22a95fd68a&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.