La superficie construida en la costa sube un 22% en s¨®lo seis a?os
El hormig¨®n se come al d¨ªa unos 140.000 metros cuadrados de la primera l¨ªnea - El ritmo de destrucci¨®n del litoral se ha duplicado con la burbuja inmobiliaria
Para ver bien la huella del urbanismo salvaje en el litoral conviene tomar distancia. Lo mejor es elevarse miles de metros, donde los sat¨¦lites miden con frialdad y precisi¨®n la superficie urbanizada. As¨ª lo hace peri¨®dicamente el Instituto Geogr¨¢fico Nacional, del Ministerio de Fomento, que est¨¢ terminando de analizar el censo del suelo de 2005 y cuya comparaci¨®n con el ¨²ltimo dato, de 2000, es escalofriante. Seg¨²n un avance de las cifras, el suelo urbanizado en los dos primeros kil¨®metros de costa ha aumentado un 21,85% en s¨®lo seis a?os. El ritmo se ha duplicado respecto al anterior periodo estudiado (1987-2000).
Carolina de Carvalho, investigadora del Observatorio de la Sostenibilidad de Espa?a, un organismo del Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad de Alcal¨¢ (Madrid), anunci¨® el lunes en unas jornadas sobre gesti¨®n del litoral en A Coru?a que est¨¢ ultimando un informe a partir de los datos de Fomento y que ya est¨¢n los primeros datos. Aunque este estudio por sat¨¦lite no es tan preciso como otros m¨¢s recientes, tiene de bueno que ya se hizo un estudio similar en 1990 (con im¨¢genes de 1987) y otro en 2000. El estudio, llamado Corine Land Cover, se hace en toda Europa y es la principal fuente para medir la tendencia y la evoluci¨®n del urbanismo. Los datos, pendientes de las ¨²ltimas revisiones, pueden variar en d¨¦cimas, pero no en lo sustancial.
Valencia y Huelva, provincias en las que m¨¢s crece el cemento, un 50%
Medio Ambiente se ofrece a comprar todo el suelo r¨²stico del Mediterr¨¢neo
Hay un muro de cemento en la costa sin uso la mayor parte del a?o
En s¨®lo seis a?os, la superficie cementada aument¨® un 23% en el Mediterr¨¢neo y un 19% en el Atl¨¢ntico (incluye el Cant¨¢brico y Huelva y C¨¢diz). Esto significa que en seis a?os se construy¨® la cuarta parte de lo edificado los 2.000 a?os anteriores. Los datos de Canarias no est¨¢n disponibles.
El ritmo de destrucci¨®n del litoral se duplic¨® con respecto al periodo anterior (1987-2000). Entonces, el hormig¨®n se com¨ªa al d¨ªa 73.000 metros cuadrados, y entre 2000 y 2005, casi el doble: 140.044 metros cuadrados diarios (14 hect¨¢reas). Aunque en el Atl¨¢ntico se construye la mitad que en el Mediterr¨¢neo, tambi¨¦n all¨ª se ha duplicado la velocidad.
Los expertos destacan que en los a?os 90 la construcci¨®n estuvo parada entre 1992 y 1997 y que en el periodo ahora analizado el boom fue constante. Eso explica lo espectacular de los datos. Y es que la burbuja inmobiliaria no s¨®lo ha dejado una generaci¨®n de espa?oles hipotecados por pisos que no valen lo que pagan sino que se ha cebado con un recurso no renovable y uno de los principales activos de Espa?a: la costa.
Actualmente, el 27,5% del Mediterr¨¢neo est¨¢ ya cementado, cuando cinco a?os antes s¨®lo el 22% estaba construido y en 1987 s¨®lo el 16%.
Al ritmo de los ¨²ltimos a?os, en 2071 no quedar¨ªa un metro libre en los dos primeros kil¨®metros de la costa mediterr¨¢nea. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que la ocupaci¨®n ser¨ªa a¨²n mayor si el estudio tratase los primeros 500 metros de litoral. Las costas de Valencia y Huelva, con un aumento del suelo urbanizado de alrededor del 50%, son lasque m¨¢s han visto crecer el ladrillo, seg¨²n el avance de los datos.
Aunque el Observatorio de la Sostenibilidad no hace p¨²blicos los datos, ya ha circulado entre investigadores. En toda la provincia de Murcia, la superficie urbanizada aument¨® un 58%; en Alicante, un 32%; en Castell¨®n, un 134%, seg¨²n las cifras preliminares del Corine Lan Dover 2005.
Carvalho explic¨® en el seminario organizado por la Fundaci¨®n Pedro Barrie de la Maza que Espa?a ha creado "un muro de cemento en la costa que est¨¢ vac¨ªo la mayor parte del a?o", en alusi¨®n a las segundas residencias.
En la misma jornada, el subdirector general para la Sostenibilidad de la Costa del Ministerio de Medio Ambiente, Carlos Pe?a, defini¨® con sinceridad: "La costa est¨¢ hecha unos zorros y cada uno va a lo suyo. Los constructores quieren edificarlo todo, los de Greenpeace, que no se toque nada y los pescadores, pescarlo todo. El resultado es lamentable".
Juan L¨®pez de Uralde, director de Greenpeace, afirm¨® que la situaci¨®n del litoral demuestra que la Ley de Costas, aprobada en 1988, "no ha funcionado". "Nos explicaron que el litoral se hab¨ªa destruido en los a?os 70, cuando se cargaron La Manga del Mar Menor o Benidorm. Pero era falso. El ritmo de construcci¨®n actual es mucho mayor que entonces". L¨®pez de Uralde alert¨® de que el riesgo ahora es que quedan millones de metros cuadrados recalificados y listos para que los construya quien tenga dinero, si puede -y se atreve-. Si no lo hace ahora, lo har¨¢ en unos a?os. Y puso como ejemplo que el hotel del Algarrobico comenz¨® a construirse en 2003 pero que fue aprobado en 1988, antes del estallido inmobiliario de principios de los 90: "Dentro de 10 a?os saldr¨¢ un plan salvaje y la gente dir¨¢ que eso se aprob¨® antes del crack de Lehman Brothers".
Para preservar lo que queda de costa, Pe?a revel¨® que entre las medidas que impulsa el Gobierno est¨¢ la adquisici¨®n de todo el suelo agr¨ªcola de los primeros 500 metros del litoral mediterr¨¢neo peninsular. El ministerio est¨¢ dispuesto a comprar todo ese suelo pero lo hace ofreciendo precios muy bajos, sin "tener en cuenta las expectativas de revalorizaci¨®n, a un precio de uno o dos euros por metro cuadrado", seg¨²n Pe?a.
Medio Ambiente considera que en el litoral mediterr¨¢neo peninsular puden quedar unas 1.500 hect¨¢reas a¨²n no declaradas urbanizables y que comprarlas todas costar¨ªa entre 150 y 300 millones de euros, aunque el Gobierno es consciente de que la mayor¨ªa de los propietarios no aceptar¨¢n su oferta. "El plan de compra es aceptable porque no esperamos una avalancha. No podemos pagar las expectativas si alguien pretende enriquecerse, pero s¨ª pagar a un euro el metro cuadrado y hacer una expropiaci¨®n por mutuo acuerdo".
Aunque no hay una partida presupuestaria espec¨ªfica para esta compra, Pe?a zanja: "No se dejar¨¢ de adquirir ninguna parcela por falta de dinero. Tenemos un presupuesto de 200 millones que podemos enfocar a las compras. En el peor de los casos habr¨ªa que retrasar alguna operaci¨®n". Medio Ambiente ya ha adquirido as¨ª unos terrenos en el Delta del Ebro. Estos terrenos pasan a formar parte del dominio p¨²blico mar¨ªtimo terrestre, lo que implica que nunca podr¨¢n urbanizarse. As¨ª se salvar¨ªa algo de costa virgen. Porque la virginidad s¨®lo se pierde una vez.
Freno a los puertos deportivos
El Ministerio de Medio Ambiente prepar¨® en la pasada legislatura una estrategia de sostenibilidad para el litoral, en realidad un plan muy ambicioso que inclu¨ªa derribos masivos y expropiaciones para preservar el litoral. El plan est¨¢ encallado en la discusi¨®n con las comunidades aut¨®nomas.
Entre las propuestas que menos ha gustado a ¨¦stas es la intenci¨®n del Gobierno de no aprobar nuevos puertos deportivos a no ser que la comunidad afectada realice un plan integral sobre puertos. Los actuales refugios est¨¢n saturados y la demanda crece, pero cada puerto altera la din¨¢mica de la costa y siempre limpia de arena una de las playas contiguas, con las protestas que eso genera. Seg¨²n Greenpeace, s¨®lo en 2008 se han planteado 137 ampliaciones o nuevos puertos deportivos e industriales.
El subdirector de Sostenibilidad de la Costa del Ministerio de Medio Ambiente, Carlos Pe?a, define el plan como "una propuesta de m¨¢ximos" y admite: "Hemos levantado muchas ampollas y no s¨¦ d¨®nde llegaremos".
Siete siglos de ocupaci¨®n
Al subdirector general para la Sostenibilidad de la Costa del Ministerio de Medio Ambiente, Carlos Pe?a, le gusta citar a Alfonso X el Sabio. Especialmente las Siete Partidas, el texto del siglo XIII en el que el Rey avanz¨® la definici¨®n de dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre: Las cosas que comunalmente pertenecen a todas las criaturas que viven de este mundo son ¨¦stas: el aire, el agua de la lluvia, el mar y su ribera. Y m¨¢s adelante, a?ade: No se puede edificar en la ribera de modo que se embargue el uso comunal de la gente. As¨ª suele comenzar Pe?a sus exposiciones y as¨ª lo hizo el lunes pasado en las jornadas sobre gesti¨®n del litoral.
Desde Alfonso X hasta la Ley de Costas, de 1988, el litoral ha sido p¨²blico. Pero 20 a?os despu¨¦s de la ley, y con los estatutos de autonom¨ªa como el catal¨¢n, que dan m¨¢s competencia en el litoral a las comunidades, y las protestas masivas sobre los derribos, muchas voces piden la reforma de la ley. El ministerio afirma que no est¨¢ trabajando en ese cambio. Juan L¨®pez de Uralde, de Greenpeace, opin¨®: Preferir¨ªa que no se abriera la caja de Pandora, porque con la pol¨ªtica ambiental del Gobierno no s¨¦ qu¨¦ saldr¨ªa.
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