La derecha revisa los hechos que torcieron el rumbo de la Revoluci¨®n de los Claveles
La nueva mayor¨ªa conservadora considera que la operaci¨®n militar del 25 de noviembre de 1975 evit¨® un r¨¦gimen socialista. Los capitanes de abril, que tambi¨¦n protagonizaron los acontecimientos en noviembre, boicotean la ceremonia
Lo m¨¢s curioso del acto institucional que este lunes se celebrar¨¢ en el Parlamento de Portugal para conmemorar lo ocurrido el 25 de noviembre de 1975, un a?o y medio despu¨¦s de la Revoluci¨®n de los Claveles, es el rechazo que despierta en casi todos sus protagonistas y que resume por tel¨¦fono la historiadora Irene Flunser Pimentel: ¡°Una provocaci¨®n y un completo absurdo, para empezar porque se festejan 49 a?os y no 50¡å.
Hace 49 a?os, Portugal estaba al borde de la guerra civil. Se evit¨® el 25 de noviembre de 1975 gracias a una operaci¨®n contra unidades militares de extrema izquierda, dise?ada por algunos de los principales capitanes que hab¨ªan acabado el a?o anterior con una dictadura de medio siglo y que recibi¨® el apoyo del Partido Socialista, convertido en protagonista del nuevo sistema pol¨ªtico tras ganar las elecciones constituyentes de abril de 1975. Aquella revoluci¨®n que comenz¨® entre claveles en 1974 se hab¨ªa radicalizado desde sus extremos: la izquierda revolucionaria, militar y pol¨ªtica, defend¨ªa un sistema socialista, mientras que la ultraderecha colocaba bombas en sedes de partidos en el norte del pa¨ªs.
Para algunos historiadores se considera el final de la Revoluci¨®n de los Claveles, que hab¨ªa roto tras un golpe de estado militar las estructuras de poder fortalecidas durante 48 a?os de dictadura. En los meses siguientes se instaur¨® una din¨¢mica revolucionaria en empresas, barrios, latifundios o medios de comunicaci¨®n, mientras que los sectores m¨¢s reaccionarios planearon atentados y golpes de estado como el de marzo de 1975 en apoyo del general Ant¨®nio de Sp¨ªnola.
En buena medida todo eso acab¨® el 25 de noviembre de 1975. Y la nueva mayor¨ªa conservadora en la Asamblea de la Rep¨²blica quiere dotar a esa fecha de la solemnidad que le dio a los hechos del 25 de abril de 1974 cuando se cumpli¨® el 50 aniversario. ¡°Una parte de la derecha trata de usar el 25 de noviembre como un arma contra el 25 de abril. Aunque fue importante para consolidar la democracia, sigue siendo una fecha controvertida y resulta indignante que se le pueda dar el mismo peso que al 25 de abril¡±, explica el director del diario portugu¨¦s P¨²blico, David Pontes, a EL PA?S.
La propuesta parti¨® del Centro Democr¨¢tico Social (CDS), el socio minoritario de la coalici¨®n del actual Gobierno, y sali¨® adelante gracias a la hegemon¨ªa conservadora en la C¨¢mara (138 diputados frente a 92 del bloque de izquierdas). Chega, el partido de ultraderecha que lidera Andr¨¦ Ventura, se qued¨® solo en su intenci¨®n de convertirlo tambi¨¦n en un festivo nacional, a semejanza del que celebra la ca¨ªda de la dictadura.
¡°No s¨¦ si quieren disminuir o alterar la importancia del 25 de abril. Desde el principio, los enemigos de esa fecha tratan de atacarlo¡±, sostiene por tel¨¦fono Vasco Louren?o, presidente de la Asociaci¨®n 25 de Abril, que ha anunciado que no acudir¨¢ a la ceremonia de este lunes en la Asamblea de la Rep¨²blica. Tambi¨¦n el Partido Comunista Portugu¨¦s (PCP) boicotear¨¢ el acto, mientras que el Bloco de Esquerda solo enviar¨¢ a una diputada para expresar su rechazo en un discurso.
En esta historia, Vasco Louren?o no es cualquiera. Si su papel en la conspiraci¨®n militar que derrot¨® la dictadura en 1974 hab¨ªa sido trascendental como uno de los jefes del movimiento, en los acontecimientos del 25 de noviembre de 1975 es nombrado jefe del comando operacional, con Ant¨®nio Ramalho Eanes, que hab¨ªa dise?ado el plan de operaciones, como adjunto. Ambos militares, junto a otros capitanes de abril como Melo Antunes, Costa Neves o Salgueiro Maia, pertenec¨ªan al llamado Grupo dos Nove (Nueve), que defend¨ªa el regreso al esp¨ªritu democr¨¢tico de abril que consideraban en peligro.
Tras la ocupaci¨®n de bases a¨¦reas por paracaidistas, el presidente de la Rep¨²blica, Costa Gomes, declar¨® el estado de sitio en Lisboa y autoriz¨® el despliegue de unidades militares para restablecer el orden. Ramalho Eanes, que lider¨® la operaci¨®n en el terreno, se convirti¨® en el l¨ªder simb¨®lico de aquel d¨ªa y en jefe del Estado entre 1976 y 1986. ?l prev¨¦ acudir al acto institucional este lunes en la Asamblea, aunque no parece compartir la solemnidad elegida. En alguna ocasi¨®n ha declarado que las fechas divisivas se evocan, pero no se conmemoran.
Paulo N¨²ncio, presidente del grupo parlamentario del CDS que promovi¨® el homenaje en el Parlamento, considera que se trat¨® de ¡°un d¨ªa crucial que consolid¨® la democracia pluralista y evit¨® el totalitarismo y la deriva radical¡±. Andr¨¦ Ventura, el l¨ªder de Chega que ataca a menudo ¡°el r¨¦gimen de abril¡±, elogia la jornada que instaur¨® ¡°la verdadera democracia¡± en Portugal. El Partido Social Dem¨®crata, la principal fuerza del ejecutivo conservador de Lu¨ªs Montenegro, aval¨® tambi¨¦n el formato protocolario. En 1975, esta formaci¨®n (entonces con otro nombre) tambi¨¦n apoy¨® las operaciones del Grupo dos Nove. En contra de celebrar una ceremonia con similares honores a los dedicados al d¨ªa en que lleg¨® la libertad al pa¨ªs en 1974 se posicionaron todos los grupos de izquierda, incluido el Partido Socialista.
¡°Algunos partidos de derechas quieren demostrar que el 25 de noviembre solo se derrot¨® a la izquierda m¨¢s radical, y fue as¨ª, pero tambi¨¦n se derrot¨® a la extrema derecha que intentaba acabar con el 25 de abril y no lo consigui¨®¡±, sostiene Louren?o. Tanto el Grupo dos Nove como el l¨ªder socialista de entonces, M¨¢rio Soares, se negaron a ilegalizar al PCP, como exig¨ªan desde la derecha radical, que lo acusaba de haber alentado un golpe, siempre negado por su l¨ªder, ?lvaro Cunhal.
¡°Est¨¢n haciendo un ejercicio de revisionismo hist¨®rico al presentar el 25 de noviembre como un golpe de la extrema izquierda. El 25 de noviembre fue sobre todo un proceso de recomposici¨®n entre militares¡±, defiende Irene Flunser Pimentel, especialista en historia contempor¨¢nea, que recuerda la tensi¨®n generalizada que se viv¨ªa entonces en la sociedad portuguesa. ¡°Yo personalmente cada a?o evoco el 25 de noviembre desde la perspectiva de la victoria en el Movimiento de las Fuerzas Armadas que garantiz¨® la aplicaci¨®n del programa que permiti¨® aprobar la Constituci¨®n, pero no es una fecha para conmemorar¡±, concluye Louren?o.
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